El bello encuentro de los dos se fue, cuando el pecoso se separó del abrazo y empezó a correr hacia los dormitorios, se estába perdiendo el hermoso atardecer, llegando así la noche, el Omega no sabía que pensar, estaba todo confuso, necesitaba pensar en como resólver aquel extraño sentimiento de confusion, solo quería dormir y hacer descarsar a su mente de tantos pensamientos que se tornaban cada vez más pesados y doloroso, su mente aun no recordaba todo de lo que paso, pero cada fragmento de su memoria resultaba triste y rencoroso.
La mañana llegó.
Las clases que tomaba izuku no les prestaba tanta atención, pensando en que hacer para ayudar a la pequeña Eri, físicamente no estaba del todo bien, mentalmente peor, no entendía como Chisaki siendo su padre no la ayudaba, eran familia, había algo raro en el asunto, en cierto modo sospechaba de algo, pero no podía sacar conclusiones antes de tiempo, eso sería juzgar a un libro por su portada, el no era así, Eri aún era pequeña y ya tenía problemas de Depresión, necesitaba ser llevada a un profesional para arreglar el problema, pero su padre al parecer no le importa, hoy iría a verla de nuevo, esta vez con la intención de sacar algo de información a la pequeña peliplata.
El pecoso mordía sus uñas mientras pensaba, después de unos minutos, saco sus dedos de su boca y empezó a murmurar, preocupando a los demás e interrumpiendo al profesor.
Una mano de mineta en su hombro, lo trajo de nuevo a la tierra, recobrando su atención.
A la hora de descanso, llamó la atención de varios alfas, pero no se atrevían a acercarse, porque este apenas salió del Salón para ir a la cafetería, empezó a murmurar, eso enternecia a algunos a otros les parecía especial.
Iida y Uraraka solo le miraron, querían al Izuku de siempre, ese que parecía algo seguro de si mismo, pero no hiban a negar que este Izuku era muy tierno, no es que el otro no lo fuera, solo que parecía más inocente.
Comieron, Todoroki se unió, tratando de llamar la atención del peliverde, aun recordaba cuando lo tocó, su piel era terriblemente suave, aquel que se quedará con el pecoso se sacaría la lotería.
En la salida, el ojiesmeralda corrió a su dormitorio y cambio de ropa, tenía que ir con Eri, aunque sea unas horas.
Salió de ahí, con la mirada de varios de la clase 1-A puesta en su persona.
Incluso Katsuki, que ya tenía sus sentimientos más claros que el agua, solo faltaba decirlos a la persona la cual era Izuku Midoriya.
*
Izuku llegó puntual, sacando de su mente pensamientos negativos, se adentro en el lugar, dirigiéndose a la habitación de la pequeña, sin importarle si saludaba a el dueño del lugar.Como la vez anterior había una bandeja al costado de la cama, donde estaba Eri con la mirada perdida en algún punto de la habitación, se acercó a ella y acarició su cabello.
Izuku: Hola de nuevo. - le dedicó una sonrisa, sentándose al frente de ella, Eri solo lo miro con un brillo en sus ojitos.
Eri: Quisiera poder sonreír igual que tú. - dijo acercándose al regazo el contrario.
Este la recibió creando un ambiente muy cómodo, a pesar del frío lugar.
Izuku: Me dejarías preguntarte unas cosas?. - pregunto abrazando por detrás a la pequeña, como si se tratase de su hija, el aprendió de su madre, como ella cuando se sentía triste lo abrazaba hasta que se calmara.
La pequeña solo asintió, recargando su cabecita en el pecho del pecoso, sintiéndose protegida.
Izuku: Dime como te trata Chisaki. - dijo calmadamente, en eso sintió como la niña en sus brazos temblaba, y soltaba unas lágrimas.
Ahí se dio cuenta de que la niña no estaba bien, había algo detrás de todo esto, algo que la pandilla de chisaki no contó, un secreto, la niña le tenía miedo a su padre, sucedió algo cuando el no estaba en la vida de Eri, algo que se encargaría de averiguar.
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continuará...
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El Omega Mas Deseado
RandomIzuku regresa después de un tiempo, causando asombro a sus compañeros de clase, aquellos que alguna vez lo consideraron feo. historia resubida. katsudeku tododeku kirideku y más ships. chicoxchico