El Omega Mas Deseado

Capítulo 32: Rescate II

La pequeña Eri lloraba aún más fuerte al escuchar el portazo que dieron cuando Chisaki se llevó a Izuku, temía que le hicieran algo al pecoso y más si era su culpa.

De un momento a otro sintió una mano igual de calidad que la de Izuku tocar su hombro, levanto su mirada que estaba en medio de sus manos y divisó a un chico rubio con traje de Héroe, esa sonrisa brillante le regalo tranquilidad, a pesar de la oscuridad del lugar el brillaba ahí, un héroe como ningún otro.

Mirio: ¿Estas bien?. - sujeto a la pequeña y la levanto poniéndola en sus brazos, la niña aún estaba en shok, pero se atrevió a esconder su rostro en el pecho del mayor y sujetar fuerte el traje.

Eri: Por favor.... ayuda al chico bueno. - dijo, Mirio supo que se trataba de Izuku, pero donde estaba, llegando no lo vio, incluso entró por las habitaciones del lugar, su quirk fue muy útil en esta misión.

Mirio: ¿En donde está?. - pregunto llevándola hacia la salida, tenía que mantener a la niña a salvo, llevarla a la. salida era la mejor opción, pero corrió muy rápido y no se cruzó con villanos, eso de por si ya era raro, tratándose de un líder de Yakuza que vivía ahí.

Eri: El señor con la cara tapaba se lo llevó. - "Chisaki" fue el nombre que surco en su mente, sabía que Izuku captaba miradas de alfas, era hermoso, incluso en la organización del plan de rescate, vio como descaradamente los héroes principiantes se le acercaban y saltaban feromonas con tal de atraer al pecoso y tenerlo, el sabía del acoso que sufrían los omegas, su propio Omega los sufría, incluso sabiendo que ya tenía a un Alfa.

Pero dejando eso de lado, Izuku estaba en peligro, y tenía que llevar a Eri a la salida, era una decisión dura, que tal si llevando a la pequeña a la salida, harían algo a Izuku, pero si iba a por Izuku, pondría en peligro a Eri.

Eri: Tenemos que salvarlo. - interrumpió sus pensamientos.

Mirio: No puedo ponerte en peligro. - Eri levanto su rostro, vio la seguridad en sus ojos, un brillo que solo pocos héroes tenían, seguro la pequeña peli plata sería una grandiosa heroína.

Eri: El se arriesgo por mi, por favor tenemos que salvarlo. - El vínculo que tenía Eri y Izuku era muy fuerte, aquéllas tardes donde se quedaba acariciando su pelo, contándole anécdotas de sus compañeros, y que ella pronto tendría amigos a montones, tendría una familia, esas palabras aún estaban en su mente, como la luz de una vela en la oscuridad.

Mirio: Pero con una condición. - la peli plata asintió. - No quiero que te separes de mí. - Eri asintió nuevamente, afirmó el agarré sujetando más fuerte a la menor.

Saliendo en busca del peliverde.
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Apenas Chisaki lo arrincono en la pared de aquella habitación que no se distaba en nada a la de Eri, igual de fría y sin vida.

El azabache repartía besos en su cuello, apretando fuertemente su cintura, levanto una mano y empezó a retirar la camisa verde plato de su cuerpo, empezando a desabotonarlo, en un movimiento rápido cayó en la cama, haciéndola crujir por lo débil que esta era, el mayor rápidamente se puso encima suyo, ahora besandole la boca, de manera salvaje, sacando ese chapoteo por el contacto de sus lenguas, que el pelinegro aprovechó introducir en un descuido del pecoso.

Izuku quería llorar, pero no podía oponerse, estaba ganando minutos valiosos, que serviría para liberar el paso de los demás héroes, no había nadie que lo salvaría como en los tantos cuentos que le contó a Eri, su mente solo decía dejate llevar y disfruta del toque de pieles, pero si corazón tenía miedo, no era la persona que amaba quien lo tocaría, talvez con su celo habria aceptado este tipo de roces o con el alcohol circulando su cuerpo y venas, pero estaba conciente de que estaban tocando su cuerpo.

Chisaki término de desabotonar la camisa y la retiro, descubriendo la piel pálida y los pezones rosados a la vista, se agachó lentamente hasta tenerlos en su boca, jugueteando con estos, sus manos fueron a parar a las pierna que estaban cubiertas por un pantalón gris, acarició por sobre la tela, y se acomodó en medio, creando una fricción, en su mente solo estaba el sentimiento de hacerlo suyo y presumir de ello con Tomura.

Izuku volteo su rostro por sobre la almohada, mirando a la pequeña abertura que había en el lugar, una ventana, que no se podía abrir pero que regalaba sol al oscuro lugar, el sol se digno a entrar a la habitación llegando a su rostro, que sintió el calor en su cara y le obligó a cerrar los ojos por la iluminación, como si fuera una señal de salvación.

Chisaki disfrutaba del momento, empezó a desebrochar la perchera del pantalón gris.

La pared de la habitación fue destrozada en pedazos, alertando a Chisaki quien detuvo sus movimientos, Izuku protegió su rostro del humo que salía, cuando miro a la dirección del desastre vio a quien menos creía ver.

Katsuki: Alejate de Deku maldito pedófilo de mierda. - dijo frunciendo su ceño, hacia el alfa pelinegro.

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Buenas noches mis queridos lectores¡¡ pronto subiré la actualización, estén atentos, será en estos días¡¡¡ cuídense mucho¡¡