El Omega Mas Deseado

capítulo 31: Rescate

Izuku llegó a la UA, al ingresar al dormitorio, recorrió su mirada por sus compañeros, que lo veían preocupados, pocos sabían del plan para rescatar a la pequeña Eri, Kirishima, Tsuyu y Uraraka, quienes eran los recomendados a las agencias de algunos héroes, por la situación era imposible difundir la información a los demás.

Una mirada rojiza se paseaba por el cuerpo del pecoso, que estaba cada vez más incómodo por los penetrantes ojos que lo observaban, decidió ignorarlo, y seguir su camino hacia su habitación, estaba cansado, y mañana tenía que madrugar para ir por los preparativos y recomendaciones finales, para el rescate que debía ser perfecto, para no dañar a nadie.

Se recosto en su cama, apenas tocó las sabanas se quedó dormido, entrado al mundo de las fantasías y deseos profundos.

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Al día siguiente despertó por el fuerte sonido de su alarma, indicándole que deje de dormir, se sentó y vio la Sabana encima suyo, soltó un abozteso ignorandola, se dirigió al baño, tenía el día libre, pero no era para alegrarse de la situación.

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Cuando llegó a la agencia acordada para la reunión, ignoró todas las preguntas de sus compañeros, que decidió salír con sus tres amigos, Kirishima le hablaba de temas triviales tratando de despejar el ambiente de miedo y nervios, a pesar que sucedió algo con él, no se volvió a hablar del tema, porqué ahora lo veía feliz con Kaminari, quien sonreia por la presencia del pelirrojo y soltaba uno que otro sonrojo por el acercamiento.

Se acordó todo lo que se desarrollaría para el rescate, dando comienzó, el pecoso se dirigió, a la mansión del Yakuza, apenas entró instaló pequeñas cámaras, apenas visibles, para que los demás sepan cómo ingresar, una vez llegó al cuarto de la niña, ingresó viendola como sus ojos estaban más apagados que de costumbre.

La abrazo apenas la vio soltar gruesas lágrimas, la pequeña sollozo fuerte, soltando espasmo y sujetando fuertemente la camisa del pecoso.

Izuku la acariciaba y besaba repetidas veces su frente, tratando de calmar el llanto. Cuando lo logró la pequeña habló.

Eri: Ayúdame... por favor... Ayúdame. - dijo con su voz lastimera, volviendo a soltar lágrimas.

Izuku: No te preocupes... yo estoy contigo... - la abrazo más fuerte.

El sonido de la puerta ser abierta, alarmó al peliverde, quien de inmediato volteó su rostro, divisando a Chisaki apoyado en el marco de la puerta.

Chisaki: Sabes... esa niña se atrevió a contra decirme.... acaso tu le enseñas cosas malas a mi hija. - soltó con cierto enojo.

Izuku: Eso no te da derecho a hacerla llorar. - contraatacó, alejando a la pequeña y encarando al peli negro.

Chisaki: Yo la educó como a mi me gusta, acaso piensas que es bueno que una niña, ande contestando a sus mayores. - Se paro recto, mirando las delicadas facciones del pecoso, ese rostro de porcelana, los bellos ojos esmeraldas, ese delgado labio rosa que pedian ser tocados, esas pecas eran una perdición para quien las vea, sacó del cuarto de la pequeña y cerro la puerta, jalando al ojiesmeralda, hacia la habitación de al lado, apenas entró acorraló al menor, atacando los labios ajenos.

Izuku aún no sabia que sucedía, Chisaki lo besaba con pasión, en un descuido del mayor, que ahora besaba el cuello blanquecino, el pecoso apretó un botón que estaba en su oreja derecha y apenas lo hizo lo rompió, dejando a Chisaki disfrutar, mientras sus aliados eran asesinados o arrestados por los héroes que ingresaban al recinto.

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