Tu eres lo que yo quiero {Rubius & Tú} {TERMINADA}

Capítulo 50

Ruben estaba apunto de decir algo, pero se calló,me crucé de brazos y lo miré.

Me tomó por la cintura,alzó mi mandíbula con su mano y me besó, diciéndome que me callara, pero a ese modo.

Sonreí tontamente y seguí caminando, nos subimos a un taxi y este nos llevó al cine más cercano.

Estábamos la entrada del cine,Ruben pagó mi entrada, Bufé, no me gustaba que lo hiciera, estaba algo nervioso, pero lo ignoré.

(...)

Cuando terminamos de ver la película, regresamos al edificio, decidí subir por el ascensor, aunque los lugares pequeños me aterran, solo será por unos minutos, le tengo miedo a los espacios pequeños desde que de pequeña fuí a ver un sweater al armario, siempre me gustaba cerrar la puerta cuando me metía a buscar mi ropa, la puerta se cerró y me dejó dentro hasta el día siguiente.

Ruben empezó a hablar, seguía nervioso.

-Me...me...me siento mal, así que me quedaré en casa, vale?.-dijo sonriendo.

-Te acompaño? .-dije tomándolo de la mano con algo de fuerza cuando el ascensor empezó a subir.

-No!.-gritó.

-Estas algo raro, Ruben.

Ladeó la cabeza de un lado a otro.

Las luces del ascensor comenzaron a parpadear, hasta que nos dejaron completamente a oscuras y se detuvo de golpe.

Me asusté, solté a Ruben que se estaba sobando la mano de lo fuerte

que lo agarré.

Empecé a golpear las puertas y las paredes.

-Calma, es un apagón.-dijo Ruben.

-Soy claustofobica.-dije sin aire.

Me senté a golpear las paredes y a empujarla aunque no servían de nada.

Comencé a llorar y a golpear más duro el ascensor, Ruben se acercó a mi lado y me jaló hasta quedar a su altura, me tenía agarrada por la cintura, con su mano libro me sostuvo la cabeza y me besó, lo aparte.

Y empezó a susurrarme que me calmara.

Me senté en una esquina a llorar, me mordía el interior de las mejillas del miedo, el acensor estaba a oscuras y no veía nada, Ruben se sentó a mi lado y me abrazó, finalmente la puerta se abrió me asomé, no estábamos en ningún piso, veía las cuerdas que sujetaban el ascensor y lloré más fuerte.

El ascensor finalmente volvió a funcionar y subió de golpe.

Salí temblando, Mangel estaba enfrente de mi puerta, lo saludé y me pidió ir a una fiesta en un bar no muy lejos de aquí.

Ruben abrió los ojos como platos.

-No iré.-dijo Ruben.

-Yo si. -dije sonriendo.

-No quiero que vayas sola.-dijo Ruben y allí estaban sus nervios otra vez, me despedí de Mangel y entré a mi casa.

(...)

9:48 a.m

Estaba tirada en mi cama mirando el techo, aburrida, por que no puedo ir? Claro que puedo.

Me puse lo primero que encontré y tomé un taxi hacia el bar, el carro de Mily estaba delante mío, le pedí al señor del taxi que la siguiera, salí del taxi y me escabullí entre las sombras.

Ruben y Mily bajaron de él, Mily tenía un vestido negro, transparente, tanto que se le veían el sujetador y la tanga

fuxia.

Me enojé, que hacia el aquí? No estaba enfermo? Los seguí, llegaron al lugar, Mangel lo veía muy preocupado a Ruben pero el lo ignoraba, caminé hacia Mangel y le rogué que me dijera que pasaba.

Ruben y Mily se estaban acercando más y más en el baile, no lo resistía, cogí un vaso de soda que había en la mesa y se lo tiré a Ruben y luego a Mily.

-Crees que soy estúpida? .-dije molesta.

Ruben no contestó.

-No soy la segunda opción de nadie.-dije-.Eso es todo, Adiós Ruben.-continué.

Acabo de terminar con Ruben aún no se porque hice aquella estupidez, salí corriendo de la fiesta y caminé hacia mi departamento, Ruben no me siguió, quería estar sola,pero Mishell ni Mangel me lo permitieron, mientras yo lloraba en las almohadas, ella me decía que no llorará más y Mangel se limitaba a acariciarme el cabello.

-Es tu culpa.-me dice Mishell.

-Mía?

-Tu lo perdonaste.

Comencé a llorar más fuerte, la puerta sonó y fui a abrir. Ruben.

-Déjame en paz.

-no.

-Estas enfermo, sigue en la fiesta.-dije sarcástica.

-Lo siento.

-Te odio! Que te hice para que me trataras como una cosa que se puede utilizar.

-Déjame y te explico,-dije.

Miré su puerta, estaba abierta, y Mily estaba en el sofá.

-Sin resentimientos, ve con ella.-dije señalando y le cerré la puerta en la cara.

Me sentía mal, no quiero que esto me lleve a alguna locura, pero se me fué de la mano, empecé a caminar en contra de mi voluntad a la cocina, saqué un cuchillo del cajón y empecé a cortar mi muñeca, esto es una estupidez, no lo hare por un chico, tiré el cuchillo y me envolví la mano en papel para que parará de sangrar, Mishell me miró y gritó.

-Está pendeja!?

-Lo siento, no me di cuenta de lo que hacia hasta que miré la herida.

Mangel miraba mi mano, no se movía.