Hoy les hablaré un poco de mi mundo...
Mi nombre es Zeena, mi madre pertenece al sabbat más respetado de todo el universo, el sabbat es el aquelarre de nuestra primera generación, por lo cual somos de los más poderosos, nuestra magia es la más poderosa porque nuestros dones fueron otorgado por el ser más supremo de la oscuridad, nuestro poder estan fuerte que es inédito, los mortales como ustedes nos imaginan con bolas de cristal, gatos negros, piel arruga y sin hablar de las asquerosas arrugas que nos dibujan, así es somos witch, strega, hexe, sorcière o como mejor nos conocen:
Brujas.
Somos los inmortales, más oscuros porque nuestro poder viene de abajo, somos los más oscuros, pero no los más peligrosos.
Existen muchos seres misticos y cada uno ocupa un equilibrio entre el bien y el mal, si alguien o alguno de estos seres altera su función o se excede de su trabajo la vida humana colapsaría.
Y para todo esto existe la academia que se encarga en entrenar a los hechiceros más poderosos, para enfrentarse al mayor peligro.
Estoy en mi último año de enseñanza para poder ser una cazadora, al fin dejaré de ser aprendiz he dominado perfectamente casi todos los poderes que una bruja de la mejor generación puede tener.
Los hechiceros mas poderosos también asisten a esta enseñanza, de chicos nos preparan en casa y los fines de semana nos enseñan cosas básicas en el aquelarre, cuando cumplimos nuestra primer década de edad nos mandan a la enseñanza donde pasaremos los próximos 9 años de nuestra vida preparándonos para ser los mejores hechiceros y a los cinco sobresalientes los consideran dignos para ser cazadores, el sueño de cualquier brujo.
Mi sueño.
Ahora en mi clase estamos viendo la última enseñanza de los grandes libros.
-Saquen su libro de Leviatán-dice la señorita Corderus.
El libro de Leviatán es el último libro de la gran biblia infernal, en este vemos las cuatro invocaciónes para el gran satán. Además de tener las diecinueve claves de Enoc.
El número diecinueve es un número muy importante para nosotros, casi todo lo bueno empieza con ese número, a los diecinueve nos inician, nuestro poder se vuelve más fuerte y usar hechizos ya no es necesario.
Claro que muchos hechiceros lo hacen, pero no porque sean necesarios, es puro formalismo o simple costumbre.
Solo los hechiceros y brujas más poderosas logran la inmortalidad, y los demás envejecen lentamente, teniendo una vida casi normal, casi humana.
-Zeena te veo muy distraída, abre tu libro en el capítulo dos y leé para tus compañeros lo que dice.
¡Por las pulgas de satán! Detesto leer en público.
Me levanto rápidamente delante de mis compañeros y estos me miran arrogantes.
Los brujos solemos ser muy narcisistas y competitivos, más cuando se trata de destacar para lograr estar en el grupo de cazadores.
Dirijo mi vista al libro y tomo una bocanada de aire antes de empezar con la lectura.
-INVOCACIÓN A SATÁN-empiezo a leer con voz firme y precisa- ¡En el nombre de satán, señor de la tierra, Rey del mundo, ordenó a las fuerzas de la oscuridad, que vierten sobre mi poder infernal!
>>¡Abran de par en par las puertas del infierno y salgan al abismo, para saludarme como su hermano y amigo.....!
-Excelente Zeena, es todo -me interrumpe, la maestra Corderus quien luce orgullosa.
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Sigil ©
Science FictionHasta el diablo tiene miedo.... Advertencias: +18 Contenido sensible. No apto, para mentes cerradas. Borrador con faltas de ortografía.