OCHO†

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—¿Estudiaron sus Grimorios?—pregunta la señorita Corderus algo exasperada.

Todos asentimos y ella sonríe satisfecha. Nos preparamos para abandonar el salón.

—Zeena, tengo que hablar contigo— ella me mira fijamente y me sonríe—. Te veo en quince minutos, por favor.

—Claro, señorita Corderus.

Abandono el lugar y busco a Azazel con la mirada, lo veo hablando melosamente con Dianne, ruedo los ojos.

Me dirijo al patio trasero y veo a unos chicos jugando entre ellos con hechizos básicos. Cuando eres novato hacer esas cosas es tan "cool", pero para nosotros es  tan ridículo. Enciendo un cigarrillo y empiezo a fumar, estoy esperando el tiempo necesario para ir con la señorita Corderus.

(....)

—¿Puedo pasar? —pregunto al otro lado de la puerta.

—Adelante— contesta ella y entro rápidamente.

Observó a Azazel con otros dos chicos y Dianne entre ellos.

—Cómo verás Zeena, ustedes ya no son brujos primerizos, ya todos son iniciados y hemos escogido a los mejores de la enseñanza, para reclutar a los cazadores de esta zona. Ustedes trabajaran juntos, como equipo. Su única misión es; encontrar al Sigil y matarlo. Recuerden no confíen en nadie—ella nos observa con la mirada a todos sin excepción—.Absolutamente en nadie, él Sigil puede tener gente incluso entre nosotros y en la menor oportunidad, los matarán a ustedes. Que no les tiemble la mano, porque al Sigil no le temblará.

Todos asentimos y la miramos perplejos, ¡Voy a ser cazadora! No me lo puedo creer.

—Cómo primera misión, tienen que vivir con los humanos, tienen que mezclarse con ellos, ahí es donde puede estar escondido él o su ejército de cazadores.

Cazadores... ¿Cómo Zayn? Azazel me voltea a ver rápidamente y le sonrió dándole a entender que ya no es un problema.

Él frunce el ceño y me mira fijamente con la mandíbula tensa.

—Si ven a un cazador, captúrenlo y tráiganlo veremos qué podemos averiguar.

Bueno en mi defensa, lo hubiera dicho antes.

En fin.

—Eso es todo. Bienvenidos a la lucha y que Satán los guarde en el lado oscuro.

Todos sonreímos satisfechos cuando la señorita Corderus sale. Azazel y yo nos miramos y corro hacia él a abrazarlo, rodeando mis piernas en su cintura, él me aprieta fuertemente, entierro mi cabeza en su cuello, puedo sentir como inhala para sentir mejor mi aroma.

—Lo lograste, bonita.

—Lo logramos—lo corrijo rápidamente.

¡Joder! Este es nuestro sueño, desde siempre.

Escucho que alguien carraspea y levanto mi vista a Dianne, me apartó de Azazel y él me baja delicadamente, Dianne pasa intentando golpear su hombro con el mío al pasar. Ella le sonríe a Azazel y le da un beso posesivo. Yo salgo del lugar.

¡Ridícula!

Me dirijo a fuera ¡Maldita Dianne! Pateó frustrada una basura que encuentro a mi paso.

—Tranquila, compañera—dice un chico poniéndose a mi par.

—¿Y tú eres?—le pregunto irritada y sus ojos verdes se conectan con los míos.

—Raymond, soy del otro aquelarre, pero me mandaron aquí por ser el mejor, dicen que aquí tienen a los mejores—dice lo último con un pequeño timbre de burla—Veremos.

Sigil ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora