CATORCE†

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Cerbero

Me abro paso por el lago de las almas perdidas, para llegar a las puertas del averno. Observó ala pequeña demonio que me espera ahí, su cara de reproché me deja en claro que está molesta.

—Me rechazo— me dice Ágatha indignada, su mirada esta llena de furia y me llevo las manos a la cabeza tratando de calmar mi paciencia.

—Ya estuvo con la chica—le respondo con simpleza, no tengo tiempo para estas estupideces.

La demonio, se tensa al escuchar estás palabras, su cabello se empieza a ver igual de rojo que el fuego.

—¿Por una asquerosa bruja me rechaza?, ¿Por una patética y ordinaria bruja?

—Tu sabías que esto pasaría—le digo recordándole las veces, que Satán la cogía y la llamaba Zeena o bruja.

—Déjame salir del averno—me súplica.

Seguro quiere matar a la chica y lidiar con las consecuencias de su capricho no esta en mis planes ahora.

—Eso no va a pasar, asi que largo—le exijo.

Ella se va, pero se que no se quedará tranquila, es un demonio, no puede quedarse tranquila.

Yo soy el encargado de cuidar las puertas del infierno, yo decido quien entra y quién sale, también soy la mano derecha de Satán.

Satán a estado distraído, desde que estuvo en la iniciación con aquella bruja. Temo que esto sea una ventaja para el Sigil y lo usé para destruirlo todo.

Por muy Satán que sea y muy condenado que este, él fue un ángel, él conoce la bondad, conoce el amor. Lo conoce pero no lo ha sentido, eso no significa que no lo pueda llegar a sentir, solo digo que se olvidó de hacerlo.

La diferencia entre los ángeles y los demonios es que ellos si tienen sentimientos, en ellos alberga lo bueno y en el caso de Satán lo malo, pero los demonios no pueden sentir, solo deseo y pasión en todo lo que hacemos ya sea matar o solo coger.

Nunca lo había visto, tan interesado en alguien, se que no es un capricho. Él piensa que no se todo lo que a hecho por esa chica.
Incluso se que a luchado por no mostrarle, su apariencia humana.

Él fue el ángel más bello y el más inteligente y eso lo condenó.

Desde que Reina en el averno, no le ha mostrado su rostro humano a nadie. Y no por que sea horrible, todo lo contrario, solo yo lo conozco, solo puedo decir que él no es feo y está lejos de parecer un monstruo, si no fuera por su poder tan devastador, podría jurar que no es Satán.

Él siempre ha tenido una extraña obsesión con esa chica, lo he visto.
Siempre he visto como la observa en cada sabbat, nunca creí que fuera llegar tan lejos.

Ni siquiera ha querido estar con Ágatha desde ese día. Él y ella se la vivían revolcándose solos o en orgías llenas de lujuria y de demonios.

Yo nunca he confiado en las brujas. Ellas solo existen, con el único propósito de servir al señor. Él les concedió un pacto hace miles de años, ellas tienen demasiado poder, pero es poder de satán, por lo tanto ese poder queda nulo, si lo intentan dañar a él.

Por eso es que muchas brujas o hechiceros ven al Sigil como la oportunidad de tener poder, sin tener que estar atados a un pacto. Satán a perdido un poco del control sobre los brujos que están con el Sigil, pueden llegar a someterlo, pero el poder de él sigue siendo el más intenso.

Satán llegó a un acuerdo con algunos humanos especiales, ellos podían ver el mundo que el infierno escondía, pero esos humanos no se conformaban querían más, querían poder total, tanto como les fuera posible.

Por eso lograron invocar a Satán, él les ofreció el poder a cambio de que les sirvieran como soldados en la guerra contra el Sigil. Así nacieron las brujas y hechiceros.

Son las piezas más humanas de este mundo oscuro, pero también las más versátiles, los demonios nacieron de la oscuridad, las Moiras del poder de la vida, los angeles de la luz y la bondad, y todo lo demás fueron creados por un bien mayor, todo en perfecto equilibrio para que todo siga funcionando.

Los brujos son el arma más poderosa, son más poderosos que los demonios, pero menos que los demás; ellos tienen la capacidad de: enfermar, aniquilar, curar, crear plagas, causar tormentas, realizar hechizos, invocar al mal, poderes, pociones, crear odio, atar a alguien, someter a las personas, jugar con sus mentes, invadir sueños o pesadillas, crear guerras, calmar guerras, adivinar el futuro, entre muchas cosas más.

Ahora imaginen ese poder, sin tener que estar atados a un pacto.

Él Sigil parece estar más cerca que nunca y muchos hechiceros se preparan para aniquilar a todos los cazadores del Sigil.

Si la profecía se cumple no existirá vida humana, el infierno y la humanidad se unirán siendo uno solo.

Solo me quedan dos opciones.

O mato al Sigil yo con mis propias manos y dejo de permitir que esos hechiceros jueguen al gato y al ratón.

O mato la distracción de Satán y lo enfoco nuevamente a lo que de verdad es importante.

Solo hay dos opciones de las cuales el resultado es el mismo.

GANAR.

Sigil ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora