Zeena
Azazel no para de besarme, de abrazarme, estoy acostada entre sus brazos y soy completamente feliz así, siempre fui feliz con él, no se cómo le diré a todos que no cumpliré mi destino, Raymond me va a odiar, Edson se decepcionará de mí, aquellos hechiceros que empezaba a considerar mi familia van a decepcionarse.
Satán ganó.
Estoy siendo egoísta, estoy pensando solo en lo que yo quiero, ¿Y los demás?, ¿Y el destino?
Me levanto de la cama y Azazel me observa.
—¿Que haces, bonita?—me pregunta con una sonrisa que me roba el aliento.
—Voy al baño—le susurró dándole un beso corto en los labios.
Entró al baño y me hecho agua en la cara, observó el reflejo de mi espejo, tengo marcas en todo mi cuello.
Ruedo los ojos.
Agarró una bata que hay en el baño y me la pongo, abro la tina del baño, dejando que se llené, Azazel aparece atrás de mí y me da un beso en el cuello, agarrando mi vientre.
—¿Hacemos un bebé?— me sonríe con una sonrisa pícara.
Él empieza a desabrochar la bata, mi cuerpo empieza a quemar en deseó.
—Az, primero el baño—le digo entre jadeos.
—¿Y dejar que el agua toque tu hermosa piel?— frunce el ceño indignado.
—Az—ruedo los ojos.
La cabeza me empieza a doler intensamente, dirijo mis manos a ella, puedo sentir que algo escurre de mi nariz y veo un hilo de sangre manchar mi bata, empiezo a ver borroso.
En mi campo de visión, aparecen Raymond y Edson acorralados por varios hechiceros, Raymond pelea de un lado con muchos y Edson intenta ayudarlo, pero un hechicero le entierra la daga en el corazón y le empieza a prender fuego.
Mi respiración se acelera, me dejó caer en el suelo del baño.
—¿Qué pasa?—me pregunta Azazel asustado.
—¡Llévame con Ray, ahora!—le gritó y el frunce el ceño.
Abre un portal y me dirijo a el rápidamente, cuando lo cruzó, Raymond mantiene un campo de fuerza para ayudar a Edson, pero se por las heridas que es muy tarde.
Raymond me mira con decepción al verme llegar con Az y repasa con la mirada la bata que traigo con asco.
Me acerco lentamente a Edson que escupe sangre negra.
¿Sangre negra?
Los únicos que tienen sangre negra son los nefilim, son criaturas sobre naturales, hijos entre Ángeles y humanas o brujas ellas engañaban a algunos ángeles, haciéndose pasar por humanas para tener relaciones sexuales con ellos.
—Mi Reyna— murmura, con sangre brotando de su boca.
—No hables Edson, te voy a ayudar.
—No, no se puede hacer nada— dice con un tono de resignación.
—No te rindas, ¿Quién me aconsejará?, ¿Quién me dirá Reyna?— la voz se me empieza a cortar.
—Siempre quise llegar a conocerte y servirte hasta el último momento, me voy feliz de que lo logré—murmura.
Puedo ver cómo la vida se desprende de su cuerpo, sus ojos apagados me observan, el brillo celeste de sus ojos se fue, él se fue.
Lágrimas amargas ruedan por mis ojos y la ira me comienza a invadir.
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Sigil ©
Ficção CientíficaHasta el diablo tiene miedo.... Advertencias: +18 Contenido sensible. No apto, para mentes cerradas. Borrador con faltas de ortografía.