47.

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Dejé el teléfono en las manos de Benedict y corrí hasta el coche que un agente acababa de aparcar, por fortuna había dejado las llaves dentro porque solo se iba a reportar. Escuché perfectamente que Benedict gritaba mi nombre pero no me importó, lo ignoré completamente porque quería llegar rápidamente a mi casa y verificar que Eloise estuviera bien. John era capaz de hacer cualquier cosa.

Conduje rápidamente, en completo silencio, con el ceño fruncido y saltándome una luz roja de vez en cuando. Las lagrimas se agolparon en mi rostro pero estaba bastante preocupada como para dejarlas salir. Cuando entré en mi calle, la noche había caído, todo estaba normal y en silencio y eso solamente provocó que mis nervios aumentaran lejos de tranquilizarme.

Cuando llegué frente a mi puerta lo vi: Spencer estaba parado frente a ella, con un cigarrillo en la boca, cuando me reconoció llevó una mano hasta el interior de su abrigo y sacó una pistola.

-No me obligues Gio.- dijo con voz amenazadora. Llena de terror y lejos de detener el coche, apreté el acelerador arrollándolo y provocando que Spencer atravesara la puerta de entrada y cayera de espaldas en mi recibidor destrozado.
Desorientada y tomándome la cabeza bajé del coche caminado hasta el bulto que representaba Spencer, no se movía y apenas respiraba.

-Demonios, Spencer.- dije arrodillándome junto a él. Un sonido gutural salió de su boca y no se volvió a mover jamás.- Lo siento, lo siento Spens.- las lagrimas que había retenido comenzaron a brotar incontrolablemente de mis ojos, Spencer estaba muerto por mi culpa. El llanto desesperado de Eloise empezó a sonar y me levanté alarmada, debía encontrar a mi hija. -¿Lily?- llamé con precaución y comencé a subir las escaleras despacio.

Lily no contestó, Eloise seguía llorando desesperada y yo sentía la necesidad de ir hasta ella. Las luces del piso superior estaban apagadas y todo estaba completamente a oscuras, yo sentía que el corazón se me salía del pecho con cada paso que daba hasta la habitación de Eloise pero debía ser valiente por mi hija.
Antes de entrar, abrí lentamente la puerta y me aseguré que no hubiera nadie dentro más que Eloise y yo. Encendí la luz y cuando me vio estiró sus pequeños brazos para que la alzara y corrí hasta ella para abrazarla. Su llanto cesó pero seguía llorando con sentimiento.

-Ya, ya. Aquí estoy amor.- comencé a consolarla y sin dudar tomé la cobija de su cuna para irnos. Bajé las escaleras y tomé las llaves de mi coche, Anthony se había ido de vacaciones y llegamos a mi antiguo departamento en el coche de Michael, coloqué a Eloise en su silla especial y regresé dentro de la casa para buscar a Lily. -¿Lily? ¿Estás ahí?

Una sombra se vio desde el inicio de las escaleras, tenía el bate de baseball de Jake en las manos y estaba ligeramente manchado de sangre. Observé a John con terror y él dibujo una sonrisa desquiciada.

-No está muerta.- dijo tranquilamente.-Y veo que tú tampoco, pero... No lo entiendo. ¿Cómo es que no lo estas? Si te disparé limpiamente...

-John... Baja eso,- intenté razonar con él y comencé a subir las escaleras lentamente.- Estoy bien, no estoy muerta...

-¡Preferiría mil veces que estés muerta a que estés con alguien más!- levantó el bate y lo dejó caer con fuerza donde momentos antes estaba mi cabeza. Bajé corriendo los pocos escalones que había subido y me dirigí a la cocina sumamente aterrada. Busqué en el cajón de los cuchillos y tomé el mas grande empuñándolo firmemente y me giré para encarar a John.

-No te acerques.- lo amenacé pero él comenzó a reír.

-¿O si no qué, me vas a matar?- volvió a soltar una carcajada y se acercó lentamente balanceando el bate ligeramente y rodeando la isla en la cocina.- Giovanna, no me subestimes.

Doin' it right (Benedict Cumberbatch Fan Fic)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora