Ni siquiera intenté apartarlo, sólo dejé que me besara y abrí un poco la boca para permitirle exportarla con su lengua mordiendo de vez en cuando mis labios. Cuando se separó de mí yo todavía estaba atolondrada y con el cerebro entumido, sintiendo un ligero cosquilleo donde momentos antes había estado su boca. Me miró directamente a los ojos y sonrió de lado ligeramente.
Entonces reaccioné y le di una bofetada.
-¿Por qué hiciste eso?- le pregunté en voz baja aún asombrada.-¿Que te sucede?
-No esperaba menos de ti.- dijo tomandose la mejilla y sonriendo abiertamente.- Quítate la ropa.- ordenó secamente y lo miré asustada.-Esta toda mojada, te vas a enfermar.- se puso de pie y fue a su cuarto de lavado regresado con uno pantalones deportivos y una sudadera a juego.
Yo seguía atónita ante lo que acababa de suceder, entré a su baño con la ropa que me dio y me miré en el espejo. Tal vez eran alucinaciones mías pero... Mis labios se veían más rojos e hinchados. Pasé los dedos ligeramente sobre mi labio inferior y una sonrisa se dibujó en mi cara.
¿Qué demonios sucedía conmigo? No me pudo haber gustado ese beso... Era Benedict, el estúpido Benedict. Nos detestábamos mutuamente... Pero de algo estaba segura, debía besarlo de nuevo sólo para estar completamente segura de que no me había gustado su beso.
Mi cabello volvía a ser un desastre y el maquillaje estaba todo corrido. Opté por lavarme la cara, me cambié lo más rápido que pude, la ropa la hice bola y la eché en una bolsa de plástico. Salí del baño silenciosamente y me acerqué a la cocina en donde, por el ruido, supe que estaba ahí.
-¿Qué mierda haces?- pregunté lo más ruda que pude, no podía permitirle saber que había cambiado algo en mi.
-Ah, ahí esta. La princesa salvaje.-dijo irónicamente y lo fulmine con la mirada levantándole el dedo medio.- Había una chica muy guapa por aquí, ¿No la viste?- rodé los ojos y me giré, no quería que viera mis mejillas rojas. ¿Me consideraba guapa?
-¿Qué haces?- Volví a preguntar un poco más calmada.
-La cena, estará lista dentro de poco.
-¿Puedo ayudarte en algo?- le pregunté y me miró con asombro fingidisimo, rodé los ojos y le di un ligero golpe en el brazo.
-Puedes ayudarme a poner la mesa.- dijo sonriente y me indicó donde estaba todo el plaqué.
Minutos después estábamos sentados en su mesa comiendo pasta y bebiendo tinto. Yo aún estaba nerviosa, no sabía por que demonios pero sólo quería salir huyendo de ahí y refugiarme debajo de mi cama sin salir hasta la siguiente primavera.
-¿Te encuentras bien?- me sacó de mis pensamientos y lo miré apenada.
-Sólo intento descubrir a donde fueron mis padres.- me encogí de hombros y jugué con el espagueti.
-Todo estará bien.- dijo con su voz grabe. Sentí un escalofrío en mi columna.
-¿Cómo lo sabes? ¿Te dijeron algo?- guardó silencio, dejó su tenedor en la mesa y tomó mi mano.
-Gio, internaron a tu hermano en una clínica de rehabilitación.- dijo casi en un susurro. En ese momento no me interesó que me llamara Gio, sonaba sexy en sus labios, pero sentí un golpe en el estómago y tragué saliva con dificultad.
-Es un maldito alcohólico.- solté con desprecio.- ¿cómo lo sabes?- pregunté después, puesto que mis padres eran muy reservados y dudaba de que hubieran ido a contarle a Benedict sobre los problemas familiares.
-Tu madre me preguntó sobre la clínica. Yo le dije lo que sabía.- dijo bebiendo un trago de su vino.
-¿Eras alcohólico?- pregunté burlonamente y se limitó a fulminarme con la mirada.
-No estaría bebiendo tinto.- arqueó una ceja y yo me encogí de hombros.
Después de terminar de cenar y lavar los platos nos dirigimos a su sala nuevamente y encendió la tele.
-¿Te apetece ver una película?- preguntó entrando a Netflix.
"Me apetece besarte de nuevo" pensé y me sonrojé, carraspeé nerviosa y me volteo a ver.-¿Que sucede? ¿Qué dije?- preguntó estudiandome el rostro.
-Nada. Si una película está bien.- tomé un cojín y lo abracé. Benedict navegó en su página de netflix y después de unos momentos puso una película.
No recuerdo el nombre ni de que iba, sólo recuerdo las inmensas ganas que tenía de volverlo a besar y lo sumamente nerviosa que estaba su lado.
-¿Benedict?- le llamé después de que acabó la película. Pero no contestó, se había quedado dormido.
Me puse de pie, aún descalza, y comencé a recorrer su sala de estar, tenía muchísimos libros, un pequeño escritorio con una lámpara de lectura, no sabía que usaba gafas. Me asomé por la ventana y seguía lloviendo a cántaros. Solté un suspiro profundo y saqué mi teléfono para llamarle a Barbs y saber cómo iban las cosas, pero en ese momento se oyó un trueno y corrí a refugiarme junto a Benedict.
-¿Qué sucede?- preguntó despertando de golpe. Yo lo abrazaba con los ojos cerrados, odiaba las tormentas.
-Tengo miedo.- dije sin soltarlo.
-¿De qué tienes miedo?- dijo aún con las manos levantadas como si no quisiera tocarme.
-De los truenos y esas cosas.- se escuchó otro trueno y lo abracé más fuerte. El soltó una sonora carcajada y por fin me abrazó también.
-Eres una mocosa, aún.- dijo acariciando mi espalda.
-Tú un estúpido entrometido.- respiraba su aroma y ahora me estaba volviendo loca en sus brazos. Sólo quería besarlo otra vez y otra y otra.
Nos quedamos en silencio un largo rato observando la oscuridad. Alcé la mirada cuando sentí que se detuvo de acariciar mi espalda. Me veía directamente a los ojos y yo no pude evitar desviarme a sus carnosos labios. Me mordí el labio inferior y me sonrió de lado.
-Benedict...- iba a decirle que quería besarlo pero él tomó mi barbilla.
-Shhhhhh... No lo arruines.- y después me volvió a besar. Esta vez lo besé también, primero fue un beso tímido, sólo roces de labios acompasados pero después fue subiendo de intensidad y ahora ambos luchábamos con nuestras lenguas. Sentí como me iba recostando lentamente en el sofá y se acomodó entre mis piernas. Yo no podía pensar claramente, sabía que estaba besandome con el tipo que toda mi vida había odiado. Entonces caí en cuenta de que Barbara tenía razón, del odio al amor sólo hay un paso.
"Pero yo no lo amo" pensé. Y en ese momento, como si hubiera leído mi mente, se separó de mi rápidamente y me miró a los ojos. Nuestras respiraciones seguían entrecortadas y el me fulminó con la mirada.
-Zorra.- dijo con desprecio mientras se ponía de pie e iba hasta su puerta para abrirla.-Vete de aquí.
Me levanté lentamente sin dar crédito a mis oídos.
-¿Qué?- fue lo único que pude decir.
-Lo hiciste a propósito, dejar tu teléfono en mi abrigo. Eres una zorra muy inteligente.
-¡Claro que no!- me defendí y sentí las lágrimas agolparse en mis ojos, nunca nadie me había llamado zorra.
-Vete de aquí Giovanna, no quiero volver a verte.
-Eso va a ser difícil, Cumberbatc. Eres un entrometido de mierda.- tomé la bolsa de mi ropa y pasé junto él.- Eres un hijo de puta.- le dije con todo el desprecio del que fui capaz. Escuché su puerta cerrarse de golpe.
Me dirigí a mi puerta pero aún no llegaban mis padres. Saqué mi móvil y llamé a Barbs pidiéndole que pasara por mi.
Quince minutos después llegó ella en su coche y cuando me vio puso cara de felicidad.
-¿Qué sucedió? ¿Por que traes ropa de hombre?- alzó repetidas veces las cejas.
-No es lo que tu mente sucia cree.- le conté lo que había sucedido omitiendo mi humillación y ella estaba completamente radiante de felicidad.
-Tienes que volverlo a ver. - dijo conduciendo entre las calles de Londres. Yo me encogí de hombros, era lo único que no quería volver a hacer en toda mi vida.
![](https://img.wattpad.com/cover/19193167-288-k2904.jpg)
ESTÁS LEYENDO
Doin' it right (Benedict Cumberbatch Fan Fic)
FanficGio se enfrenta a una difícil situación en su vida, sus padres mueren en un accidente de coche,su mejor amiga desaparece y su hermano está en una clínica de rehabilitación. Todo empeora cuando se topa al vecino con el que siempre tuvo una mala relac...