2.

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Cuando bajamos a la sala, la madre de Bárbara estaba bebiendo café con sus amigas.

-Barbie, querida. ¿Quién es tu nueva amiga?- preguntó la Sra. Vanderbilt escaneandome de pies a cabeza como para deliberar si era digna de su hija o no.

-Es Gio, mamá. Giovanna Evans.- respondió sonriente y la señora abrió mucho los ojos y la quijada se le cayó de asombro.

-Vaya, al fin luces decente.- y sus amigas soltaron risas idiotas.

Yo jamás tuve una buena relación con la madre de mi mejor amiga. Ella me odiaba y ella me caía mal, decía que yo era mala influencia para su única hija y que si seguía a mi lado seguramente su hija terminaría como yo. La Señora Vanderbilt era una idiota snob.

Me limité a sonreirle apáticamente y ella me devolvió el gesto.

-¿A dónde van? ¿A conseguir mejor precio en tus drogas?- preguntó ácidamente y sus amigas volvieron a reír estúpidamente. Me contuve de lanzarme sobre ella y golpearle su sobrestirada cara plástica.

-Mamá, no... No eres graciosa.- respondió Barbara molesta y me tomó del brazo.- No me esperes, me quedaré en su casa.

Salimos de su casa con los gritos de su madre tras nosotros pero decidimos ignorarla.

-Lo lamento tanto Gio.- se disculpó con lágrimas en los ojos. Yo aún sentía el coraje hacia la señora esa, era ella quien debía disculparse, no su hija.

-Déjalo Barbs, estoy acostumbrada.- dije quitándole importancia pero ella sólo arrugó su frente a modo de angustia.- ¿A dónde vamos?

-Tenía pensado dar una vuelta por el centro y después terminar en un lindo restaurante para comer. ¿Qué dices?- preguntó más animada y contenta por haber cambiado de tema. Yo sólo asentí y la seguí hasta su coche.

Recorrimos las calles de la ciudad y yo me puse nerviosa porque... Me veía diferente.

-Te ves bien. En serio.- me dijo cuando me vio observándome en el espejo del la visera.-En verdad eres muy guapa, sólo que no te sacas provecho.

No pude evitar sentir un calor abrasador en las mejillas. Nunca nadie me había dicho algo así, y aunque sabía que era mi mejor amiga y probablemente estaba mintiendo me sentí un poco más confiada conmigo.

Cuando llegamos al aparcamiento, nos apeamos del coche y caminamos por el centro de Londres.

-Camina erguida.- me indicó cuando me vio que caminaba con dificultad. Toda mi vida había caminado con zapatos pegados al piso y no tenía ninguna puta idea de como sobrevivir todo el día con esos instrumentos satánicos. Intenté mejorar mi postura y ella sonrió dándome ánimos.

-¿Qué me ves, imbécil?- le grité a un tipo que con descaro me miraba pasar frente a él. Dio un respingo y caminó rápidamente hasta perderse de vista, sólo escuché un chasqueo de lengua a mi derecha.-¿Qué?

-No Gio, no seas tan ruda.

-Pero el idiota me miró sin vergüenza.

-Porque te ves sexy.

-Su mamá es sexy...- solté con desprecio y ella me miró exasperada.- Ya, okey. Perdón, estoy nerviosa es todo. Nunca había sido el centro de atención.

-El chico que acabas de asustar, era guapo. Te veía directo a la cara, lo cual quiere decir que te encontró sumamente atractiva.- dijo con aire sabiondo.

-¿Y eso es bueno porque...?- la invité a continuar pero ella soltó un suspiro.

-Te vamos a conseguir un novio. Yo te enseñaré modales y tú con tu belleza los atraerás.- entrelazó nuestros brazos contenta pero yo estaba sumamente aterrada ante la idea. Nuca había tenido un novio, nunca me consideré atractiva... Era una mierda.

Doin' it right (Benedict Cumberbatch Fan Fic)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora