Doin' it right (Benedict Cumberbatch Fan Fic)

27.

Cuando llegamos al hospital Benedict se apeó y cruzó rápidamente para abrirme la puerta pero yo ya me había adelantado, me tendió una mano para ayudarme pero la rechacé soltando un leve bufido. Seguía muy molesta a pesar de la preocupación.

Caminé dificultosamente dando tumbos y sosteniendome de las paredes hasta entrar al edificio, Benedict venía detrás de mi intentando ayudarme pero yo se lo impedía.

-¿Alguna vez dejarás de comportarte como una mocosa?- soltó molesto y giré el cuello para encararlo.

-¿Alguna vez dejarás de ser tan idiota?- contraataqué igual de molesta. Benedict rodó los ojos y caminó hasta la estación de enfermeras para pedir ayuda. Lo seguí con la mirada recargandome en la pared, automáticamente me llevé las manos a mi abdomen. No quería que nada malo le sucediera a mi hijo, yo me aferraba a la idea de que todo estaría bien, no quería perder ese pequeño rayito de esperanza.

De repente un terrible dolor me hizo doblarme de rodillas y caí al suelo soltando un grito, Benedict se giró y corrió hacia mi con dos enfermeros detrás de él, uno con una silla de ruedas. Ágilmente me levantó en brazos y me sentó en la silla y uno de los enfermeros me llevó hasta el consultorio de la doctora que me atendería.

Benedict entró conmigo y en todo el momento permanecimos en silencio mientras me ayudaba a ponerme la bata del hospital hasta que entró la joven doctora.

-Buenos días, mi nombre es Edith y seré su doctora por hoy.- saludó amablemente y ambos regresamos el saludo.- Dígame que fue lo que sucedió con exactitud.- pidió mientras observaba el expediente que Benedict había llenado por mi momentos antes.

Le conté cómo me había caído, el sangrado en mi ropa interior y el fuerte dolor de hace unos momentos, cuando terminé de hablar mi voz estaba entrecortada y el ceño de la doctora arrugado.

-¿Qué tanto fue el sangrado? Leve, moderado o abundante.

-Ammm...- tragué saliva y observé a Benedict nerviosa.- No lo sé, supongo que moderado. Si fue bastante y por eso estoy asustada.- volví a observar a la doctora con gesto suplicante y ella asintió.

-De acuerdo, pase por favor a la camilla de observación y veremos qué ha sucedido con el producto.

¿Producto? Es un bebé, ¿cómo puede llamarle producto? A no ser que... No, me negué a pensar que algo malo le había sucedido a mi bebé, si era así me sentiría bastante culpable y probablemente moriría de tristeza.

Benedict me ayudó a subir a la camilla y me recosté soltando un suspiro. Un momento después la doctora se posicionó entre mis piernas y comenzó a examinarme, cuando introdujo el espéculo me removí incómoda y Benedict tomó mi mano lo cual agradecí internamente.

La doctora no dijo absolutamente nada en todo el examen, sólo podía ver su ceño concentrado mientras sentía sus manos en mi entrepierna.

-¿Esta todo bien doctora?- preguntó Benedict con voz ronca. La doctora sonrió ligeramente de lado a modo de respuesta.

-No tienen nada de qué preocuparse. El bebé está bien.- dijo una vez que sacó el espéculo y se quitaba los guantes.

Benedict y yo sonreímos aliviados en cuanto escuchamos esas palabras.

-Pero hubo sangrado.- dije más tranquila, aunque esa inquietud no se me quitaba.- ¿Por qué sangré? ¿Y los dolores?

-No les voy a mentir.- dijo poniéndose sería.-Su embarazo a partir de ahora se considera de alto riesgo debido al incidente con la silla.

Llevé mis manos a mi vientre a modo protector y la doctora continuó.

-El sangrado se debe a un pequeño desprendimiento del saco amniótico y una vez desprendido es muy difícil que regrese a su posición. Pero el bebé está intacto, esta saludable, ¿Quieren verlo?