Doin' it right (Benedict Cumberbatch Fan Fic)

33.

El día de la mudanza sentí un enorme vacío al ver mi departamento desierto, sólo había un par de sillas, una pequeña mesa y cajas esparcidas por el suelo.
Jake había encontrado trabajo y estaba sola en el antiguo departamento, había pasado toda la mañana empacando las pocas cosas que faltaban con ayuda de Anthony y de Lea, el ama de llaves de la mansión Vanderbilt.

Cuando terminamos, Lea se marchó al nuevo departamento para comenzar a acomodar todo lo necesario para el cuarto de Eloise mientras Anthony me esperaba abajo.
Recorrí mi ahora antiguo departamento con la mirada sintiendo todo tan lejano. Recordando todos los momentos que viví ahí, a mis padres, cuando Jake y yo éramos niños y jugábamos por todos lados, Benedict...

Mierda, lo extrañaba.

El timbre sonó y me llegó a la mente la loca idea de que era él pidiéndome que no me marchara porque me amaba, pero después recordé que él no sabia nada de la mudanza.
Caminé hasta la puerta con un ligero andar patoso, debido al peso de Eloise y porque estaba sumamente cansada por la mudanza, esperando ver el hermoso rostro de aquel que tanto extrañaba, pero en su lugar me encontré con la última persona que esperaba tener frente a mi: Julia Vanderbilt.

-Sigues sin tener educación, por lo que veo.- saludó haciéndome a un lado para entrar por la puerta.

-¿Qué haces aquí?- logré decir tras el shock que suponía tenerla en mi casa por su propia voluntad.

-Quiero hablar contigo.- dijo recorriendo la estancia con mirada curiosa.

-No tengo nada que hablar contigo por favor vete.- pedí incómoda, empezaba a dolerme la espalda.

-Tienes mucho que hablar conmigo querida.- dijo con ese tono autosuficiente que tanto me irritaba.-Veo que John no perdió el tempo, poner a mi servidumbre a tu servicio...- hizo un gesto despectivo.

-¿Qué quieres Julia? En verdad me siento muy mal como para escucharte.

-¿Te sucede algo?- si no lo hubiera visto con mis propios ojos jamás lo hubiera creído: Julia me veía con preocupación.

-Sólo estoy cansada, pero ya dime que quieres así terminamos rápido y puedo irme a descansar.

-Giovanna, no es fácil para mi hablar de esto. Me quitaste a mi marido.- solté una amarga risotada.

-Yo no te quité nada, tú sola lo perdiste. Y además no hay nada entre John y yo.

-Existe una razón por la cual te trato como te trato.- siguió, ignorando por completo mi afirmación. La invité a sentarse en la silla, yo estaba muerta de cansancio.-Te pareces tanto a tu padre.

Me removí incómoda en la silla, ¿qué demonios tiene que ver mi padre en la conversación?

-¿Conociste a mi padre?- su mirada cambió por completo, pasó de ser la señora snob que tanto odiaba a ser una simple mujer desprotegida y llena de miedo. Si no fuera porque me molestaba verle la cara hubiera sentido pena por ella.

-Fue mi más grande amor.- respondió en un susurro después de una pausa mirando un punto en la mesa.-Mucho antes de conocer a John yo estuve perdidamente enamorada de Carl Evans.

Me puse en pie de un brinco y comencé a caminar en círculos. Tenía que estar bromeando.

-¿Es una broma o algo así?- me tomé el puente de la nariz al momento que ponía la otra mano en la cintura.

-No Giovanna, no tendría porque... ¿Te sientes bien?

Un calambre recorrió mi espalda haciéndome doblarme un poco de dolor mientras soltaba un resoplido.

-Si, solo estoy cansada, lo que quiero saber es porqué te presentas así en mi casa a contarme todas esas patrañas de que estuviste enamorada de mi padre...