Hooked (Camren fanfic)

Capítulo 35

Camila POV*

La vuelta a casa habrá sido el momento más raro, silencioso y especial que viví en todos mis años de vida. Desde el primero beso, más y más afectos de cariño fue lo único que sucedió el resto del partido, de hecho, creo que ninguna de las dos sabemos si ganamos o perdimos al final, era lo que menos importaba en ese momento.

Y a pesar de que en el autobús estuvimos calladas las dos, no era un silencio incómodo. ¿Quien necesita palabras cuando las miradas hablan por si solas?

Era mirarnos y sonreír, era rozar nuestras manos y sonreír, era estar con ella y sonreír, era sentirme suya y sonreír.

El teléfono de Lauren interrumpió el silencio.

-Es Alexa- señaló, mientras levantaba su mirada del aparato, inmediatamente respondió. -Alexa, ¿qué pasa? - dijo mientras abría la puerta de casa y entrábamos en ella- ¿Mañana Jueves?... ¿No tenéis clase el Viernes?...Ah, entiendo....bueno, le preguntaré a Camila... -En seguida mis cejas se levantaron al escuchar mi nombre, ella aprovechaba para despedirse- Si...ya te avisaré... Okey...adiós Alexa...

-¿Qué pasa? - Pregunté en el momento en el que ella dejó su teléfono en el bolsillo de sus jeans.

- Quiere que vayamos a una fiesta mañana, ¿qué te parece?

-Hmm...-murmuré- Sabes que me encantan las fiestas, pero fue mi madre quien me puso ropa en la mochila y dudo mucho que me haya puesto algo digno de ir de fiesta...- Contesté, haciendo una mueca con mis labios.

-Pero Dinah te dio otra, ¿no es así?- Dijo la chica de ojos verdes con su ceño fruncido. Yo asentí.

Lo primero que hicimos fue ir corriendo a su habitación, donde se encontraban las dos mochilas con ropa que llevé aquí.

-¿No abriste aun la de Dinah? - Preguntó Lauren al ver que la mochila seguía donde la dejé el primer día. En seguida negué.

-No me fio de Dinah, Lauren...-Dije, soltando una pequeña risa mientras cogía la bolsa y la ponía encima de la cama. Después de suspirar profundamente, me dispuse a abrir la cremallera con cuidado, cuando decía que no me fiaba de Dinah era cierto.

Lo abrí por fin y cogí con una de mis manos lo que había dentro sin sacarlo de la bolsa. Cuando lo vi, en seguida saqué esa mano y cerré la bolsa rápidamente, mordiéndome mi labio inferior.

-¿Qué pasa? - Lauren en seguida se acercó y le faltó tiempo para quitarme la mochila de las manos y abrirla de nuevo, sus cejas levantándose sutilmente cuando lo hizo.

-Lauren, te juro que esto no es mio...- Ella empezó a reírse, interrumpiéndome.

-¿Te lo vas a poner? - Insinuó felizmente mientras sacaba de la mochila varias prendas de ropa interior de encaje, lo único que había en ella.

-¡Lauren! - Protesté en seguida, aun así, ella no paró de reír.

Bajamos a la cocina y cenamos un poco de carne mientras veíamos el noticiero, donde salía justo el partido al que fuimos hoy. Después de eso, cada una siguió con su propia rutina. Lauren pintaba, escribía o leía y yo hacía los deberes, incluso los de ella.

A veces al nombrar la palabra rutina puede significar algo que no te gusta o algo de lo que estas cansado, pero yo ahora mismo no podría estar en un sitio mejor.

Cuando cerré el portátil de Lauren, el cual estaba usando para hacer un trabajo, vi a lo lejos como ella se había quedado dormida en el sofá, y tenía sus brazos por dentro de su sudadera. No pude evitar sonreír, por verla así y por todo lo que había pasado hoy.

Me acerqué al sofá y me arrodillé en frente de ella, para así poder acariciar su suave pelo con mis dedos, lentamente. Estuve así un tiempo, permitiéndome el lujo de contemplarla, hasta que se despertó.

-Camz...-Murmuró, con una sonrisa amenazando con salir en su rostro.

-Lauren...-Susurré, al igual que ella.- ¿No quieres ir a la cama, amor?

-Me has llamado amor...-Una pequeña risa salió de mis labios al verla feliz por ello.

-Si...Y también te estoy diciendo que si quieres ir a la cama...-Ella negó inmediatamente y yo empecé a mirar a mi alrededor en busca de una manta, que se encontraba en el sofá de al lado. Fui a por ella y posteriormente la coloqué sobre Lauren, arropándola. Le di un pequeño beso en la frente y intenté alejarme de ella para ir a su habitación, pero ella lo impidió, cogiéndome del brazo.

-Camz...quédate aquí- Suplicó, echando su cuerpo hacia fuera del sofá para así dejarme sitio entre ella y el respaldo de este. Yo, plácidamente acepté.

Lauren POV*

El día pasó lentamente hasta que llegó la hora de la fiesta, ya que lo pasamos prácticamente haciendo todo lo que no hicimos estos días: Arreglando y ordenando la casa.

Camila por fin encontró algo qué ponerse y no le sentaba nada mal, al contrario. Con esa blusa azul junto con esa minifalda negra seguramente estaba dispuesta a quitarme la respiración por un largo tiempo.

-¿Voy bien?- Dijo Camila mientras llamábamos a la puerta de Alexa, mirándose de arriba a abajo para luengo mirarme a mi, yo asentí, tragando saliva. Al parecer a ella le gustó el gesto.

-Hola chicas – Saludó mi amiga con una sonrisa, dejándonos pasar a su fiesta.

-¿Qué demonios es esto? - Preguntó Camila una vez nos quedamos solas.

-Como se nota que no estuviste en alguna fiesta aquí en Miami.- Vacilé sonriente, mientras ella me miraba con su peor cara.

Y es que las fiestas aquí eran diferente. Allá era todo muy brusco, la música era más electrónica, la gente no tiene control y bueno..solo hay que recordar que conocí a Camila en una fiesta y ella estaba en una bañera, dormida y completamente borracha.

En cambio, aquí las cosas eran más relajadas, al menos es a lo que yo estaba acostumbrada. Aquí la gente lo hace sentir todo más intimo, la música era más relajada, pero bailable. Yo diría que es como esos clubs donde ponen música de Hip Hop, R&B, Urban...esos tipos de canciones.

La parte mala de estas canciones ahora mismo eran la compañía con la que las escuchaba. Entre el alcohol, el ambiente, las canciones que tenían un ritmo sutil y sexy, y Camila, que era la persona más provocativa que había conocido nunca, los resultados no tardaron en llegar.

Nos besamos -cosa que no hicimos desde que pasó en el partido- nos abrazamos, y a medida que las bebidas iban subiendo a nuestro celebro, todo se volvió más caliente.

Cuando menos me lo esperé, nuestros cuerpos estaban pegados, nuestros besos eran intensos y ella se encargó de que mis manos no estuvieran en otro sitio que en su culo. Estoy segura de que ella no tenía ni idea de lo caliente que me estaba poniendo las cosas que hacía y sus manías.

-Camz...-Suspiré alteradamente cuando logré separarme de sus labios, los cuales noté que estaban hinchados, justo igual que los míos. Ella no contestó y lo que hizo fue cogerme de la mano y llevarme a la primera habitación que encontramos, casualmente fue el baño.

Ella quiso llevar la iniciativa y lo primero que hizo fue ponerme contra la pared mientras nuestros labios se negaban a separarse, al igual que nuestra piel, que se negaba a perder el contacto.

Yo estaba demasiado cachonda como parar el tiempo, así que desistí a sus mandamientos y esta vez fui yo quien la puso a ella contra la pared de enfrente. Me faltó tiempo para meter mi mano por dentro de sus pantalones, aunque ella me separó.

-Lauren yo...tengo algo muy importante que contarte...-Susurró, bajando la mirada hacia el suelo.