Capítulo 37

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Lauren POV*

Ella me dio el permiso y casi que podía decir que lo estaba buscando ansiosamente, aunque eso no me hacía sentirme menos nerviosa al ser su primera persona.

Tenía miedo. Miedo de hacerlo mal, miedo de hacerle daño, miedo de que ella no estuviera segura...Pero bueno, eso es algo que se podía solucionar fácilmente. Sé que al final no se arrepentirá, porque nadie se lo hará con tanto amor como lo haré yo.

Después de asegurarme de que ella quería seguir con los besos y con lo que podría surgir de ellos, pegué aun más el cuerpo de Camila al mio y puse mi mano debajo de su camiseta, acariciándole la suave piel de su tripa formando pequeños círculos con mis dedos.

Mientras nuestros labios se negaban a separarse y nuestras lenguas se ansiaban por encontrarse, bajé un poco mi mano, sobrepasando centímetros de su ombligo solo para ver cual era su reacción, y desde luego era buena. Lo descubrí cuando noté que gemía en mis labios y su cuerpo empezaba a temblar bajo el mio.

Ella posó sus manos sobre el borde de mi camiseta, la cual tiró hacia arriba para deshacerse de ella. Tuve que separarme de ella para hacerlo, pero apenas lo hice, ya que en menos de un segundo nuestros labios ya se estaban rozando y con ello nuestras lenguas, que estaban acariciándose tímidamente dentro de su boca.

-Te deseo tanto Camz...- Suspiré mientras subía su camiseta con ayuda de mis manos, aprovechando para acariciar su perfecta cintura y así darme cuenta de que no lleva brasier, en seguida tragué saliva cuando lo noté, a ella parecía divertirle. Al contrario de contestar, ella decidió poner sus manos sobre mi nuca para así poder besarnos de nuevo.

Camila quiso acercar tanto mi cuerpo al suyo que nuestros pechos terminaron rozándose, roce que la hizo jadear como nunca pensé que podría escucharla, y la verdad es que me encanta verla así de excitada, pero para mi no es suficiente, quiero que se sienta también querida.

Trazo un camino desde su boca hasta su hombro derecho con pequeños y dulces besos que le hacen suspirar y aferra su mano a mi cuello. Puedo notar sus largas uñas clavadas en mi piel y el simple hecho de verla delirar de esa manera me hace reír internamente, no sabe lo que le espera...

Cuando volví hasta su boca de nuevo, a ella le faltó tiempo para morderme el labio con cierta fuerza, interpreto que quiere más, y es lo que le voy a dar. Empiezo a deslizar mi mano por su suave y sensual abdomen y observo como su boca se queda entreabierta, es el momento perfecto para introducir mi lengua en ella, recorriendo cada rincón de esta. Por sus gemidos deduzco que está disfrutando el tacto, al igual que yo.

Mis dedos llegaron al borde de los pantalones de su pijama y lo bajé levemente, justo lo necesario para hacer lo que venia a continuación. Si, tenia ganas de ver sus piernas y su trasero desnudo, pero lo más importante para mi era que ella se sintiera segura.

El ver su cadera por fin prácticamente desnuda me jugó una mala pasada. Por un momento pensé que no iba a resistir a la tentación de probar, de lamer, de morder cada centímetro de su cuerpo. Ella era tan perfecta...''Dios Lauren, ¡tus manos están temblando! ¡Haz lo que tienes que hacer!'' Mi cabeza empezaba a presionarme pero por suerte, Camila estaba demasiado absorbida por las caricias que que le daba sobre su muslo a medida que bajaba un poco más su pantalón.

Ojalá pudiera notar que yo estaba tan nerviosa como ella. No es mi primera vez, pero nunca amé tanto mientras hacia esto, ni a Britt, ni a Luis. A nadie. Quería que fuera perfecto.

-Estas ardiendo Camz...-Suspiré sobre sus labios. Ella murmuró algo que no logré entender, pero aun así seguí, o mas bien empecé.

Coloqué mi mano por encima de su ropa interior sin hacer nada, a esperas de cual era su reacción. Ella, cuando la notó, abrió los ojos y lo único que encontré en ellos es puro deseo, así que sin miedo decidí bajar más la mano, posándola sobre su centro, los gemidos no tardaron de llegar de su parte, y yo no podía estar más excitada...

-Lauren...-Suplicaba su tímida voz, yo sabia lo que quería, así que empecé a mover mi mano rítmicamente, haciéndole una especie de masaje en la zona que ella estaba disfrutando. Esa chica que me volvía loca no hizo otra cosa que morderse el labio a medida que mi mano se movía sobre su centro, me encendió de tal manera que decidí dejar lo de controlarme para otro día y empecé a mover mi mano de arriba a abajo sin tener la intención de parar, asegurándome de que mis dedos estaban lo suficientemente presionándose contra ella.

Esta vez era mi turno de provocar, y antes no tenía prisa en que llegara este momento, pero ahora siento que me falta tiempo. Meto mi mano por debajo de sus bragas finalmente y sonrío al notar como su respiración sale de su boca con dificultades, a la vez que esta se acelera.

Antes de que pudiera hacer nada, Camila colocó sus manos sobre mis pechos, los cuales curiosamente encajaban a la perfección con sus palmas y sus dedos. No voy a negarlo, me excita tener sus manos así, pero esta vez iba a pagar por esas veces en las que me provocó conscientemente, así que en seguida aparté sus manos de ahí.

-Pon esas manos en tu espalda y que no se muevan de ahí ¿entendido? - Le susurré sobre su oído, haciéndola gemir sonoramente, no pude evitar sonreír, me sentía victoriosa al ver como me obedecía.

Mi mano seguía vagando sobre su centro, haciendo pequeños amagos para entrar mis dedos, los cuales ella siempre protestaba con un gruñido tan sexy, que me obligaba a hacerlo una y otra vez para escucharlo. Mientras tanto, decidí actuar también con los labios, los cuales empezaron a bajar hasta sus pechos. Tuve que concentrarme con uno de ellos, así que mientras mis labios chupaban placenteramente su piel, mi mano libre empezó a masajear el pecho que le quedaba libre.

Lentamente, fui hacia su pezón y no tuve piedad a la hora de lamerlo con la punta de mi lengua para luego presionarlo con esta, todo por hacerla gemir y para mi disfrute. Sin embargo, no fue hasta que metí dos de mis dedos lentamente cuando elegí que ese era el momento perfecto para morder aquella parte tan sensible de su pecho.

A medida que esos dedos iban entrando, su gemido se iba haciendo más largo y placentero, pobre de quien no sepa lo que es escuchar a Camila Cabello jadear de esta manera...es como si su voz estuviera hecha para esto.

Bastaron pocos minutos para que ella empezara a contraerse, y las dos sabíamos qué significaba eso, aun así para mi esto no había acabado y decidí seguir embistiendole, esta vez con un dedo más. Los jadeos se convirtieron en gritos, su respiración prácticamente inexistente. Está claro que ella guardó sus energías para gemir como nunca cuando noté como su centro empezaba a humedecerse más y más, hasta llegar a su límite.

Abarrotada, ella liberó sus manos de su espalda y resopló mientras dejaba caer su cuerpo sobre la cama y así relajarse. Después de unos segundos, decidí ponerme en la misma posición que ella y ni aun así pude dejar de mirar sus ojos.

-Lauren, eso fue...-Susurró, mordiéndose el labio de nuevo.

-Creo que ya estamos listas para irnos a Nueva York-Solté entre carcajadas, a las que se unió ella.

Hooked (Camren fanfic)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora