8-El diario de una desconsolada

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Fiama había decidido quedarse en la sala ya que tenía insomnio, así que gastaría su noche pensando en el sillón.

«Es un estúpido

Quedamos en algo, ¿Por qué no respeto nuestro trato?

No se puede confiar en los hombres con rulos.»

La muchacha cambiaba de posición en su asiento mientras seguía pensando en todo lo ocurrido. Era estresante sentirse tan responsable de los sentimientos del otro. Definitivamente todo esto era una mierda de esas que no buscas, pero te aparecen.

Se empezó a sentir ahogada en esa sala, así que salió de la casa para caminar por la playa. Por lo menos ahí el viento la tranquilizaría.

« Las vacaciones debieron ser en el polo sur. Seguro que los pingüinos no me darían tantos problemas»

Camino sin rumbo hasta llegar a la playa la cual aún estaba habitada por algunos jóvenes que seguían de fiesta, por suerte nadie le prestaba atención así que camino perdida en sus pensamientos mientras su vista se encontraba en la arena.

ꟷ¡Es un idiota! ꟷexclamó pateando la arena.

ꟷ¿Quién? ꟷpreguntó la persona que había recibido la arena en sus pies.

Fiama levantando la vista hacia quien le hablaba.

«Mierda»

El motivo de su molestia se encontraba al frente suyo.

ꟷAhí estas. Túꟷlo señalo enfurecidaꟷ ¡Tú eres el único culpable de todo esto!ꟷ exclamó mientras le pateaba más arena. ꟷ Habíamos quedado en algo y tú rompiste nuestro tratoꟷ volvió a tirarle arenaꟷ ¿Por qué carajo me tengo que sentir culpable? Yo no hice nada maloꟷ siguió tirándole arenaꟷ. ¿Por qué eres tan agradable? ¿Por qué estar contigo no me molesta? ¿Por qué no me aburres? ¿Por qué eres tan bueno? Ay, Dios, es tan irritante. Definitivamente con los pingüinos esto no pasaba.

ꟷOkey, detente, que me vas a enterrar vivoꟷ pidió Samuel divertido por esos destellos de inmadurez que ella tenía muchas veces. ꟷNo entendí lo de los pingüinos, pero seguro que sigue el mismo hilo de pensamiento que lo del cachalote de la otra vezꟷ aseguro riéndose.ꟷ ¿Debo pedir perdón? Es que así me criaron. Y tienes razón, habíamos quedado en algo y yo hice lo contrario. Tú ya me lo habías dejado claro, no debes sentir culpa por mis pendejadas.

ꟷ Y ahí está otra vezꟷrespondió con rabia.

ꟷ¿qué?ꟷ preguntó extrañado sin entender porque nuevamente estaba enojada.

ꟷ Que vienes y te disculpas haciéndome sentir mal otra vez. ¿Es que acaso no estas enojado conmigo? ¿No quieres pedirme explicaciones?

ꟷ¿Me las darías?

ꟷNo

ꟷ¿entonces?

ꟷ pero podrías sentir que por lo menos dijiste lo que pensabas. Samuel esa delicadeza con la que tratas a las personas, especialmente a las mujeres, es tu más claro defecto ¡Dime todo lo que piensas de mí! ¡Vamos! Seguro que tienes miles de cosas que quieres gritar. No importa lo machista, toxico, y desagradable que te parezca. Solo dilo.

Samuel volvió a sentir esa calidez en el pecho por aquel reclamo de esa increíble mujer.

ꟷ Eres todo lo contraria a lo que busco en una chicaꟷaseguró con el entrecejo fruncido.ꟷ Cuando te levantás de dormir ya estas desayunando sin haberme esperado, es frustrante ver que me ganas en las cartas y en la play; ¿Por qué carajos no sabés cocinar? Todas mis ex me cocinaba. ¿Y qué es eso de ojitos de cielo? Dejale de decir así, me molesta. ¿Y cómo carajo sabés tanto de futbol? Se supone que te tienes quedar mirando el partido y alentarme, no decirme "Patea más fuerte, Samuel, hasta mi abuela patea más fuerte que tú." Y en el sexo eres tan descara y desinhibida y lo peor es que sabés que no puedo negarme y lo usás a tu beneficio. ¿Y sabés que es lo que más odio? es que a pesar de todo lo dije nunca me había sentido tan complacido.

La tercera es la vencidaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora