23- ¿Esta eres tú?

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Samuel dormía profundamente mientras su amada pelinegra lo observaba totalmente ensimismada. Sus pensamientos eran un caos, en su cabeza reinaba la tragedia digna Shakespeare, realmente estaba entrando en un estado de crisis que nunca antes había vivido. El nerviosismo, la angustia y la tristeza reinaban en la trágica muchacha, quien tenía un deseo inmenso de encerrarse en algún cuarto para llorar, pero sabía que no podía hacerlo ya que si se entregaba al llanto, no podría seguir con la actuación de hoy.

Suspiró agotada.

Él se veía tan tranquilo, tan en paz y tan feliz, que Fiama esperaba que nunca despertara, pero estaba consciente de que aquel deseo era imposible. Pronto una alarma sonaría provocando que Samuel abriera aquello ojos verdes que solían verla con tanto amor, pero que probablemente dentro de unas horas aquel sentimiento desapareciera.

ꟷNo te despiertes nunca, rulitos. Quedate así, mi bello durmienteꟷmurmuro acariciando uno de esos rulos rebeldes. ꟷTodo pasa, mi amor. Yo también pasare. Capaz algún día pienses en mí y te rías. Capaz yo solo sea aquella tontería de juventud que contaras como algo graciosoꟷsuspiró.ꟷSin embargo, para mí siempre serás como lo más bonito que me paso.

Fiama lo siguió contemplando, como si ella fuera guardiana de sus sueños, como si ella tuviese algún poder para evitar sus pesadillas. No queria que nada acabara con la paz con la que dormía.

«Por favor, Dios, deten el tiempo. Dejame quedarme así con él. Que los segundos se hagan horas y las horas, días. »

A pesar de su anhelo no pudo detener el tiempo y esa alarma al fin sonó, avisándole que su tiempo de felicidad estaba expirando.

Samuel se despertó y se encontró con su amada observándolo. Fiama se veía triste, eso provoco que él se preocupara.

ꟷ¿Paso algo?ꟷpreguntó sentándose en la cama

Al ver aquellos ojos verdes preocupados se dio cuenta que capaz su cara estaba hablando de más. Rápidamente cambio su semblante a uno mucho más alegre.

ꟷNada, estaba pensando en tonterías.Cosas que debo arreglar con respecto a mis hermanas. Pero antes estaba pensando en lo bueno que estabasꟷaseguró poniendo una mano en el pecho del joven.ꟷ Y en lo bueno que te pondrás.

ꟷOjala, aunque puede que capaz engorde

ꟷBueno, más de donde agarrarꟷle aseguro la muchacha divertida.ꟷ Mientras sigas siendo mi tierno rulitos, no me importara.

ꟷ Siempre seré el hombre del cual te enamorasteꟷle prometio tomando su mano para darle un beso en el anillo que ella portaba, el cual representaba su promesa de amor eterno.ꟷEste anillo te lo garantiza.

ꟷSiempre sé así Samuel. Bueno, recto y noble, puede que en la vida vayas encontrándote que esas virtudes solo son piedras en tu camino, sin embargo, no las debes olvidar, solo las tienes que convertir y amoldar para que nunca sientas que te perdiste a ti mismo.

ꟷNo tengo miedo a eso, porque vas a estar tú para ayudarme con elloꟷdijo seguró besando la mano de su amada.

Fiama asintió con una sonrisa.

Después de bañarse y cambiarse, Samuel tomó sus cosas para partir a la universidad.

ꟷCreo que hoy ya deberíamos hablar seriamente de todoꟷ propuso enfrente de la puerta. ꟷ Quiero oír todo, quiero saber todo de tiꟷle pidió tomando la cara de su mujer con ambas manos.ꟷ Te escucharé sin juzgar y seguiremos adelante juntos. Fiama, no tengas miedo. Solo confía en mí.

ꟷEstá bienꟷle respondió con una sonrisa con la que intento disimular todo lo que estaba aconteciendo en su cabeza.

Samuel la beso con dulzura y Fiama correspondió con el mismo sentimiento. Un beso dulce como la miel donde no había ninguna insinuación, solo el amor que ambos se sentían. Aquel amor que dentro de unas horas solo quedaría el recuerdo.

La tercera es la vencidaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora