15-Su hogar

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Los amantes se encontraban sentados en los sillones tomando una copa de vino en la pequeña sala comedor de la habitación de hotel en donde Samuel se hospedaba. Fiama se alojaba en una habitación en el piso de arriba, la cual era un poco más grande. Igualmente, no quitaba que el hotel en donde se hospedaba fuera bastante lujoso. No le había comentado nada sobre que ella también estaba viviendo en el mismo hotel, ya que actualmente lo único en que pensaba era en lo nerviosa que estaba.

«Capaz volví a ser virgen. Ni en mi primera vez estuve tan cagada.»

Su cabeza era un lio. Una parte de ella, la que había madurado le repetía las consecuencias devastadoras que esto podría acarrear y la otra mucho más juvenil e irresponsable solo minimizaba los efectos colaterales.

«Solo es sexo ¿Desde cuándo me limito con lo que deseo?»

Suspiró y en su cabeza empezaron a resonar otros problemas un poco más banales.

«¿Me depile?...Ah sí, sí. »

ꟷFia ¿te pasa algo?ꟷpreguntó el muchacho quien había notado lo pensativa que se había puesto su compañera.

Le parecía raro que Fiama estuviera tan callada. Supuso que las cosas se darían sin pensar como solía ser entre ellos, pero capaz aquella chica se hubiese vuelto más cauta. Cosa que no sería raro ya que es un signo de madurez.

ꟷSí, me depileꟷ le respondió rápidamente sacando a relucir lo que andaba pensando. Samuel no pudo evitar reírse por aquella información. ꟷNo esperes un desierto porque tampoco me fui a ese extremo, pero es decente. Estas avisado.

ꟷ Gracias por el detalle de darme un sobre aviso. No te preocupes, aunque tuvieras el amazonas, no me importaría.

Fiama dejo su copa de vino sobre la mesa ratona y acerco su mano hacia aquellos rulos que la volvían loca. Ya no queria pensar más. Y le estaba fastidiando que él tuviera tanta ropa puesta.

ꟷNunca pensé que te volvería a verꟷle dijo mientras su mano iba dejando ese mechón de pelo para dirigirse a su mejilla.

ꟷCapaz es una señal ¿No crees? ꟷTomó su mano y le dio un pequeño beso en el dorso. ꟷ Capaz esto significa algoꟷla miró intensamente mientras sostenía aquella delgada mano.

Aquella mirada verde la hizo temblar por el deseo intenso que sentía. Esa pasión, que no había sentido desde el momento en que se despidió de ese hombre se levantó de su letargo haciendo que todo su cuerpo le urgiera sentir esas manos sobre su piel.

ꟷNo quiero pensar en nada. Solo ꟷse subió ahorcajadas sobre élꟷ quiero que estas manosꟷ puso esas manos grades y cálidas sobre su cuerpo ꟷme recorran una y mil vecesꟷlo tomó del mentón ꟷy esta linda boquita ꟷlo beso de manera tan pasional hasta sacar de él un jadeoꟷ me saboree sin contemplaciones ¿Estás de acuerdo?

ꟷMuy de acuerdo

Los besos y las caricias no se hicieron esperar y fueron reinando entre ambos cuerpos ansiosos por volver a compenetrarse.

Fiama podía sentir como aquel hombre que tenía a su merced se encendía por cada roce de sus pieles, por cada beso, por cada suspiro. Volvía a sentir esa satisfacción recorriendo su cuerpo al sentirse la Diosa de ese hombre. Ni lenta ni perezosa fue quitándole toda la ropa de arriba hasta tenerlo completamente expuesto para alegrase la vista ante tal monumento. Obviamente ya no era como antes. Samuel realmente se había puesto en forma, podía apreciar lo marcado y fornido que ahora estaba, por suerte sin llegar a ser excesivo.

ꟷLindoꟷhalago la muchacha pasando sus manos por aquel pecho amplio.ꟷ Rulitos, que rico estasꟷle aseguró mientras se mordía el labio inferior por lo deseosa que estaba por comer aquel bombón.

La tercera es la vencidaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora