La tercera es la vencida

11- La nueva vida

Fiama se miraban en el espejo despidiéndose de su imagen ya que hoy haría uno de los grandes cambios que tendría en su vida. Capaz el más estúpido, pero ella veía cierto significado profundo en ello. Peino con lentitud su largo cabello hasta que considero que estaba lista.

Salió de su casa y camino con determinación hacia aquel local.

Cuando llego, inhalo y exhalo dándose valor para ingresar. Al sentirse lista, tomó la puerta y entro.

ꟷ Buenas, ¿en que te podemos ayudar?ꟷpreguntó una empleado de aquella peluquería.

ꟷQuiero cortarme el cabelloꟷrespondió con seguridad.

ꟷBien, por favor sientateꟷpidio la peluquera señalándole una de las sillas que se encontraba vacía.

Por suerte había ido temprano así que no había mucha gente. El trámite seria rápido.

La muchacha obedeció mientras la peluquera le iba poniendo la bata para evitar que los pelos se quedaran en la ropa.

ꟷ¿Qué te gustaría?ꟷpreguntó la mujer tomando aquel cabello negro y con ondas.ꟷ Es precioso tu cabello.

ꟷQuiero que lo corte todo. Como militar.

La mujer se quedo impactada porque aquella bella joven quisiera cortar tan hermoso cabello. Sin embargo, no iba a preguntar y se puso manos a la obra. Capaz solo queria eliminar malos recuerdos y tener un nuevo despertar y como simbolismo se cortaría el pelo o algo como eso que solían hacer las chicas de su edad

Al llegar nuevamente a su casa con su nuevo corte de pelo se encontró en la sala con una visita divertidamente molesta.

ꟷ¿Qué carajos te hiciste?ꟷpreguntó con asombro su primo Alejo que se encontraba en la sala.

Alejo era un muchacho de 21 años con cabello castaño largo que ataba en una cola, propietario de unos ojos café casi oscuros que eran acompañados con unas cejas gruesas, alto y delgado. Era bien parecido, solo que lo ocultaba entre sus ropas que parecían sacadas de la basura. Era hijo de la hermana de su padre la cual vivía de la música ya que era violinista. Y Alejo actualmente se encontraba viviendo su vida de bohemio, que según su abuelo era la vida de vago.

ꟷQuise cambiar un poco mi look, Vago.

ꟷ¿En que fase estas de tu cambio de sexo?ꟷcomentó divertido al ver a su altanera prima sin aquella melena ondulada que solía tener. ꟷAhora como te llamo ¿Fiamo? ¿O quieres ponerte otro nombre? ¿Qué tal Ramiro?

ꟷ Si me cambio de sexo deberías temblar porque te voy a robar a tus musasꟷ respondió divertida haciéndole señas para que subiera con ella a su habitación.

ꟷ No, todo menos mis musas ꟷdijo mientras subía con ella.

Al ingresar a la habitación se encontraron con una maleta grande lista para el viaje que su primo observo un poco decepcionado.

ꟷ Siento que eres Mulán, yo soy el que debería ir al ejército, pero tú has tomado mi lugarꟷcomentó sentándose en la cama.

ꟷTú dejarías tan mal parado nuestro nombre que el abuelo tendría que exiliarse en otro paísꟷaseguró su prima sentándose en la silla de su escritorio.

ꟷ Oye, capaz se están perdiendo un gran elemento conmigo

ꟷ Lo único que están perdiendo es de la buena yerba que le vas a proveer.

ꟷEs medicinalꟷdijo con seriedad mientras la miraba con enojo haciendo que hubiera un momento de silencio hasta que no pudieron aguantar y estallaron en carcajadas. ꟷBueno, basta de bromas. ¿Adivina quien ha decidido hacerle caso a ese viejo y se va a la universidad?