42-Sigo sin importarte

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Ya habían pasado tres meses.

Fiama ya se había habituado a su trabajo. Aunque aún la enviaban a hacer tareas sobrehumanas como aguantar a gente melindrosa. Dolores le había empezado a dar tareas más orientadas a la escritura como la corrección de artículos, es más, Fiama ya tenía su propio espacio entre los cubículos en donde había puesto el retrato de su familia. Debía admitir que tener ese insignificante lugar le había hecho más feliz que cuando la nombraron teniente. Sentir que su esfuerzo estaba siendo valorado, había hecho que sintiera mucho más respeto por el fosforo.

Aunque su vida se había vuelto muy diferente a lo que solía, aún estaba conectado con el ejército. Por ejemplo, ahora se encontraba en la casa de uno de sus amigos tomando unas cervezas mientras les iban contando las novedades.

ꟷEntonces se murióꟷcomentó Fiama sorprendida. Las recientes noticias eran que el padre de Maximiliano había muerto en prisión de un ataque cardiaco a la espera de un juicio que lo terminaría condenando. ꟷ No puedo decir que no se lo merecía, pero hubiese preferido que sufriera por más tiempo. Después de todo, él mato a mi padre.

ꟷEso mismo dijo tu abueloꟷ respondió Manuel mientras prendía un cigarrillo. ꟷ Desgraciadamente de Maximiliano no hay nada. La búsqueda en la selva no ha sido productiva.

ꟷ¿No era que estaba en otro país?ꟷ preguntó Fiama mientras tomaba su vaso de cerveza.

ꟷSí, pero también se andaba buscando por ahí, por si la pista de la frontera era falsaꟷexplicó Manuel tirando una bocanada de humo.

ꟷ¿La gente está bien?ꟷpreguntó Fiama un poco preocupada.

ꟷ Sí, ya sabés la historia tomo notoriedad y los medios están con los ojos en el lugar. El ejército no puede volver descuidarlos por lo menos no por un tiempoꟷrespondió Eduardo mientras él también prendía un cigarrillo.

ꟷ Tuvieron que secuestrarse niñas y morir tanta gente para que les prestaran atenciónꟷdijo con rabia

ꟷHay mucha gente en la selva que espera que vuelvasꟷcomentó Ramiro.

Fiama tiró un resoplido.

ꟷ Chicos, realmente no creo que vuelva como parte del ejército. Siento que ya cumplí con lo que tenía que hacer y con lo que queria hacer.

ꟷSiempre supimos que algo querías. No había lógica que tú quien nunca se levantaba temprano, ꟷcomenzó Manuel

ꟷque no sabía cocinar ni limpiarꟷsiguió Eduardo

ꟷy odiaba que le den ordenes ꟷcontinuo Ramiro

ꟷquisiera ser soldadoꟷ terminó Manuel

ꟷSupongo que no fui con intensiones tan noblesꟷrespondió Fiama divertida recordando aquellos momentos.

ꟷPero hiciste actos nobles, que nadie en ese pueblo olvidaraꟷ le aseguró Manuel.

ꟷ Espero poder volver, pero como una mujer normal, en un momento en el que yo pueda mirar aquel lugar sin recordar lo malo ꟷexplicó Fiama.

ꟷ¿Has ido a visitar a tus hombres? ꟷpreguntó Eduardo curioso.

ꟷ No. No he ido. He intentado hablar con la mayoría de sus familias, pero aún no he ido a verlos a ellosꟷrespondió un poco afectada.

ꟷ¿Por qué?ꟷ quiso saber Manuel extrañado.

ꟷ Siento que no puedo ir a verlo hasta capturar a Maximiliano. Quiero ir y decirles que ya todo está bien. Que todos van a pagar por lo que nos hicieron. Que ahora si pueden descansar en pazꟷ explicó Fiama provocando que sus amigos asintieran en señal de apoyo.

La tercera es la vencidaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora