La tercera es la vencida

35-Reconstruir nuestra familia

Cuando se encontraron en el auto, Fiama solo había atinado a recostarse en el asiento. Tenía el lio más grande del mundo en la cabeza. Y estaba pronta a un dolor de cabeza sin precedentes.

ꟷ¿Qué estas tomando?ꟷpreguntó Benjamín poniéndose en el rol de su doctor.

ꟷDe todo. No puedo dormir. Algunas veces tengo ataques de pánico horribles. Y otras veces me agarra una lloradera que, Dios, siento que el mundo se cae a pedazos. No sabés la cantidad de veces en estos tres meses que recupere mis recuerdos, anhelaba estar loca.

ꟷTienes que enfocarte en tu tratamiento. Evitar emociones fuertes.

ꟷDile a la vida que me deje de sorprender porque si sigue voy a terminar nuevamente en el hospital por varios años más.

ꟷMe siento bastante responsable de no haberte identificado siendo mi...ꟷno queria decirlo, sentía cierta incomodidad en pensarlo.

ꟷHermanastra

ꟷExacto. Siempre había escuchado tu nombre, pero nunca me intereso el tema. Ni siquiera cuando paso lo de la selva. Realmente lo siento.

ꟷSomos dos. Ustedes nunca me interesaronꟷ le respondió intentando recordar la cara del padre de aquellos dos.ꟷ Además, no se parecen en nada a su padre.

ꟷNo, Lara y yo nos parecemos a mi mamáꟷle informó divertido ya que eso se lo solían decir mucho.ꟷ ¿Odiás a mi papá?

ꟷYo no odio a tu papá. Solo me parece insignificante, sin ofender.

ꟷHabía escuchado que pensabas esoꟷrespondió divertido. Entendía que si ella había crecido entre militares, obviamente su padre le debía parecer un simplón. ꟷ Por eso no me interesaba mucho tu familia. Si hubieses aceptado venir cuando eras una adolescente, nos hubiésemos conocido antes.

ꟷCreo que eso hubiese alterado tu vidaꟷdijo segura de que su hermanastro no le hubiese sido indiferente, lo cual provocó que Benjamín tragara duro.ꟷ También podría haberlo conocido antesꟷmurmuró pensando en Samuel. Tiró un resoplido.ꟷ Moái, yo te pido disculpas nuevamente por lo que paso la última vez. Eres un tipo muy entregado a tu profesión, seguro te estuviste martirizando por el tema.

ꟷNo te voy a mentir. Ha sido como una piedra en mi zapato.

ꟷPerdoname por seguir fastidiándote, pero necesito tu ayuda.

ꟷ¿En qué?ꟷpreguntó con interés.

ꟷVoy a ser parte de un juicio, así que necesitare que testifiques.

ꟷ¿Un juicio a quién?

ꟷA quien mato a todos mis compañeros y que me provoco estos traumasꟷ le respondió con una rabia en los ojos, que lo inquietaron.

Benjamín podía ver los grandes cambios de aquella mujer. No exactamente el físico porque seguía viéndose igual, pero la manera en que se erguía o la manera en la que caminaba, su mirada y hasta en el tono de voz, todo ello había cambiado, ya no estaba la Nina que él conocía. Esa inocencia que nunca supo si era fingida o no, ya no la encontraba en aquella mujer. Solo estaba esa mujer que lo beso.

ꟷEstaré ahí, Nina, digo Fiamaꟷrespondió el hombre

ꟷLlamame como quieras.

Benjamín le sonrió.

ꟷ¿has conseguido un doctor aquí?ꟷpreguntó interesado.

ꟷNo, ¿quieres de nuevo tu puesto? Pensé que yo era un problema para ti.

ꟷNo te pienso atender yoꟷle respondió muy seguro de que no pensaba volver a tomarla como paciente.ꟷ No sería ético. Pero sí estaría bien si te atiende uno de mis compañeros. Es fundamental que un doctor te haga un seguimiento minucioso y tengo el presentimiento que no eres de las que le gusta ir al doctor.