16- Ella otra vez- parte 1

928 105 24
                                    


Un olor delicioso invadió la habitación en donde Fiama dormía plácidamente. La joven fue abriendo los ojos al sentirse hambrienta y con curiosidad de saber de dónde venia tal delicia. Al incorporarse pudo ubicarse en tiempo y espacio haciendo que todo lo que hizo la noche y madrugada pasada invadieran su cabeza. También su propio cuerpo la hizo rememorar que fue amada sin contemplaciones hace unas cuantas horas debido a que sentía que le había pasado un tren por encima.

Se levanto de la cama un poco adolorida.

«Me dio para que tenga y para que guarde »

Empezó a caminar por la habitación en búsqueda de algo que ponerse. Mientras lo hacía, se encontró con el reflejo del espejo que provoco que se detuviera a observarse. Ayer solo los había alumbrado una lampara, pero ahora en pleno día se podía apreciar mejor su cuerpo. Tenía algunos chupones por el cuello y en el pecho. Sin embargo, eso fue lo de menos, ahora podía prestarle más atención a otras cosas, como el hecho de que tenía varias cicatrices producto de su entrenamiento, no de gran tamaño, pero las tenía. Nunca se había detenido a mirar aquello, pero se pregunta si Samuel se había dado cuenta de ello o si le importaba aquellas imperfecciones.

«¿Qué estoy pensando? Me cogió como para dejarme en silla de ruedas. Si lo vio, no le importo mucho.»

No quiso más pensar en aquello y se dispuso a buscar alguna camisa de Samuel ya que su vestido estaba en el salón.

Samuel se encontraba cocinando un omelette para el desayuno en la pequeña cocina que tenía aquella habitación. Había aprendido a cocinar algunas cosas simples ya que pronto se mudaría de la casa de sus padres para encarar la independencia.

ꟷRulitos cocinero, ¿el niño mimado sabe cocinar?ꟷ lo interrumpió esa voz tan dulce de aquella mujer que lo tenía hechizado.

ꟷ He aprendido nuevos trucosꟷle aseguró divertido mientras le ponía el queso a aquella tortilla. Giró para verla y se la encontró apoyada en la isla que había en esa pequeña cocina vestida con una de sus camisas. ꟷNo creo que este tan apetecible como tú, pero seguro te llena el estómago.ꟷ Nuevamente miro hacia su sartén para no desconcentrarse de su tarea. ꟷ ¿Sigues sin saber cocinar?

ꟷ Te juro que lo intente, pero definitivamente tengo un don para que se me quemen las cosas.

En la escuela había intentado cocinar, pero al parecer lo suyo no era la cocina, así que comía de lo que sus compañeros hacían.

ꟷBueno, sabés hacer otras cosas más ricasꟷ comentó divertido rememorando aquel comentario que había hecho hace años.

ꟷNo lo voy a negarꟷle respondió siguiendo su juego.ꟷ Si ese omelette te sale bien, me voy a dar por satisfecha en muchos sentidos.

------------------------

Lara estaba preocupada ya que Samuel no había contestado sus mensajes, es más al parecer ni los había leído. Capaz le había pasado algo, podrías ser que se hubiese enfermado por el clima actual. Su amigo no era de enfermarse, pero cuando lo hacía parecía un moribundo. Así que lo mejor era ir a verlo.

Se empezó a cambiar, pero repentinamente la interrumpió una llamada.

ꟷHola, Lariꟷse escuchó la voz de su madrastra a penas contesto.

ꟷHola, Maria Luzꟷrespondió contenta por escucharla.

ꟷQueria saber cómo te está yendo todo por allá. Tu papá ha estado ocupado y no ha podido llamarte, pero espera que te esté yendo muy bien.

ꟷBien, las clases son interesantes, igual ya no quedan muchas, pero estoy muy bien.

ꟷ Me alegra oír esoꟷrespondió alegremente.ꟷ ¿Y con respecto al otro tema?ꟷ preguntó de manera compinche, dejando entrever que era ese el motivo de su llamada.

La tercera es la vencidaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora