50-El favor

676 94 5
                                    

Los amantes lograron salir de aquel edificio sin ser visto. Samuel dejó a Fiama en la casa de Frida y él se fue a la suya para alistarse para el trabajo.

 Cuando Fiama llego al trabajo, lo hizo con una sonrisa en la cara que no pudo sacarse. Veía las cosas más luminosas como si todo en la vida tuviese otro matiz. Algo que llamó la atención de muchos, porque era bastante exagerada. Capaz se debía a que hace mucho que no tenía sexo, o más bien era porque hace más de una década que no tenía sexo con Samuel.

ꟷ ¿Te paso algo bueno?ꟷpreguntó Dolores mirándola extrañada por la cara de tonta que tenía hace rato.

Estaban revisando algunos trabajos en su oficina y no pudo evitar notar lo radiante que se veía aquella mujer.

ꟷ Nada fuera de lo comúnꟷrespondió Fiama con una sonrisa que podría iluminar todo el lugar.

ꟷ Por supuestoꟷ dijo sin creerle nada.

ꟷ¿Mia?ꟷpreguntó la mujer buscándola entre los demás empleados a través de los vidrios de su oficina, al ver que no estaba con Fiama.

ꟷ ¿No se acuerda que le dio permiso de llegar al mediodía porque la invitaron a una clase en su colegio para que hable con los que están a punto de graduarse sobre la carrera que ella eligió?

ꟷ Ah, síꟷrecordó rememorando aquella conversación.ꟷ Seguro fue la profesora Rosa, ella siempre molestando a todos, no nos deja en paz ni cuando ya nos graduamos. Hace varios años me llamó para que fuera, le dije que no podía, pero la mujer insistente no paro de llamarme y tuve que ir.

Fiama pensaba tomar aquella anécdota como un simple comentario, pero su cabeza empezó a pensar de más las cosas.

ꟷ ¿Fue al mismo colegio que Mia?ꟷpreguntó Fiama interesada.

ꟷSíꟷafirmó mirando unas hojas sin prestar mucha atención.

ꟷ Entonces usted es de la promoción de Samuel ¿no?

Dolores levantó la mirada encontrándose con aquellos ojos negros que la miraban recelosa. Entendió a lo que se refería, había pisado el palito que la delataba. Suspiró.

No pensaba idear mentiras para encubrir a su amigo, ya había hecho mucho por él. 

ꟷSí, soy de la misma promoción de Samuelꟷ le respondió sin más.

ꟷ¿Entonces eran amigos desde el colegio?ꟷindagó analizando a su jefa quien se veía un poco incomoda.

ꟷAlgo asíꟷrespodió casi como un murmullo.

ꟷUsted no conoce a mi tía ¿verdad?

Dolores vio que su empleada la acusaba con los ojos. Ya estaba todo perdido.

Suspiró.

ꟷ No. No la conozcoꟷrespondió con honestidad.

ꟷ ¿Fue Samuel el que le pidió que me diera trabajo?ꟷ concluyó Fiama descubriendo aquella mentira.

ꟷ Sí, fue élꟷafirmó.ꟷ Fiama, antes de que te enojes, quiero decirte que, aunque Samuel me pidió que te diera una oportunidad, no significaba que yo no podía despedirte si veía que eras una inútil. Durante este tiempo me has demostrado que no lo eres, por eso sigues aquí.

Fiama rodó los ojos y rio.

ꟷEstoy un poco enojada por la mentira, pero yo le mentí mucho a él, así que estamos a manoꟷcontestó aunque no podía evitar sentirse una tonta por haber caído en aquella trampa.ꟷ Gracias por la oportunidad. Realmente lo aprecio.

ꟷ Me alegra ver que no te lo has tomado a mal. Bueno, sigue trabajando.

Fiama espero atenta a que su compañera, amiga y ahora cuñada apareciera. Como siempre ella muy puntual, llegó 12 clavadas. Como era hora del almuerzo, tendrían tiempo para hablar.

La tercera es la vencidaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora