La tercera es la vencida

17-Hoy déjame ser feliz

ꟷMásꟷpedía como una súplica quien se encontraba disfrutando de la pasión mañanera de Samuel.

El joven le dio a su amante lo que queria y arremetió con más frenesí provocando que aquella mujer que estaba abajo suyo llegara a la culmine de su entrega cayendo vertiginosamente a esa paz adictiva que se siente cuando se ha alcanzado tal plenitud, a la cual él no tardó en llegar.

Samuel le dio un último beso antes de levantarse de la cama.

ꟷYa estoy llegando tardeꟷ dijo mientras intentaba arreglarse decentemente, poniéndose la ropa que hace rato tuvo que haberse puesto.

ꟷQue mal alumnoꟷ bromeó Fiama mirando como se arreglaba con rapidez para poder al fin partir mientras ella se sentaba en la cama sin ninguna pizca de pudor por su desnudez.

Hoy él tenía clases. Hace un buen rato se había bañado y estaba listo para irse, pero Fiama se le antojo un rapidito, el cual no fue tan rapidito.

ꟷEs tu culpaꟷle aseguró Samuel abrochándose la camisa. ꟷ Te dije que si lo hacíamos iba a llegar tarde.

ꟷ Eres un chico fácil

ꟷ No se lo digas a mi mamá se sentirá decepcionada.

Fiama se rió.

ꟷLo único que me gustaría decirle es; Doña, dígame la receta para que le salga tan rico.

Samuel tiró un resoplido de diversión y ya listo, se acercó para darle un último beso.

ꟷDesgraciadamente vuelvo a la tarde.

ꟷEstá bien, mi estudiante modelo

Samuel se fue, dejando a Fiama en aquella habitación de hotel de la cual esperaba que no saliera, aunque estaba seguro de que darle esa orden a Fiama solo desembocaría en una discusión. Pero si por él fuera le gustaría saber qué haría en el tiempo en el que él no estuviera.

La muchacha se levantó de la cama al escuchar la puerta cerrarse y empezó a buscar su ropa para poder marcharse a su propia habitación después de estar todo el fin de semana en la de Samuel. Además, no sabía nada de su primo ni de sus tíos que seguramente ya habría llegado. Tenía que empezar a dar señales de vida.

Aun ni se había acomodado en su habitación de hotel, cuando tocaron la puerta. Se apresuro hacia ella y la abrió encontrándose con un mal amanecido Alejo. Parece que él también había tenido un buen fin de semana.

ꟷEsa cara de bien cogida te sienta bienꟷdijo mientras ingresaba a la habitación.

ꟷQue linda frase para comenzar el día. Siempre tan caballeroꟷ respondió Fiama cerrando la puerta.ꟷ ¿Ya llegaron los tíos?

ꟷDe eso te queria hablar. Llegará mi papá primero y quiero que lo vayas a buscar, yo voy a estar en claseꟷse tiró a uno de los sofas.ꟷ No me mire con espanto. No te vas a perder, además, mi papá sabe Frances. En realidad, él quiere que lo acompañes a comprar unas cosas para mi mamá. Van a cumplir 25 años de matrimonio feliz y piensan celebrarlo aquí.

ꟷMatrimonio felizmente obligado, dirasꟷdijo divertida al recordar que sus tíos se habían casado por un embarazo no deseado que ahora tenía 24 años.

ꟷ¿Hay alguna clase diferente de matrimonio? ꟷpreguntó fingiendo desconcierto. ꟷY, cuéntame tus planes

ꟷ¿Mis planes? ꟷrepitió sin comprender a que se refería.

ꟷMe imagino que habrás cambiado de idea con este fin de semana movido.

ꟷ¿Cada vez que te acuestas con gente repercute en tus planes?