A bordo de un avión privado, Seto Kaiba se vio forzado a batirse con Alister en un mortal duelo. A pesar de obtener una dificultosa victoria y de los esfuerzos de Mokuba, el avión estuvo a punto de estrellarse; de no ser porque, en ese momento, las barajas de Yami, Akemi, Joey y Seto emitieron un resplandor que dio paso a sus respectivos dragones legendarios, los cuales se encargaron de hacer aterrizar al avión sano y salvo. El grupo de amigos se reencontró al mismo tiempo que el aparato volador sufría un aterrizaje forzoso -aunque menos accidentado de lo que pudiera haber sido- y su puerta lateral se abría, dando paso a Seto, quien traía en sus brazos al inconsciente Alister.
-Vaya, pero si es la patrulla de anormales -comentó con disgusto, saltando fuera de su transportador aéreo; su fría mirada no tardó en posarse sobre Akemi-. Ah, hermana, tú también estás aquí. Era de esperarse.
-Guárdate tu sarcasmo, Kaiba -espetó Akemi con una sequedad que sorprendió al mismo CEO-. Necesito tu ayuda y espero que esta vez no me des la espalda. Tengo algo muy importante que decirte.
-Como no sea que el inepto de Wheeler es tu novio... Prefiere oír cualquier cosa, excepto eso.
El rubio y la chica mostraron un momentáneo sonrojo.
-¡Seto! ¡¿De dónde sacas semejante disparate?!
-Te la pasas pegada a él todo el día en la empresa. Da en qué pensar.
-¡Pues eres muy malpensado, Kaiba! -vociferó Joey, gruñéndole al aludido.
-Joey es como un hermano para mí -dijo Akemi, exhalando un suspiro de cansancio-. Pero ese no es el punto. Necesitamos que nos lleves a la ciudad.
-Kaiba, sabes que no podemos hacer esto sin ti -intervino Yami con firmeza-. El destino te eligió para ayudarnos en esta tarea.
-Si me dieran un centavo cada vez que dices la palabra "destino", sería millonario -repuso con ironía el joven de ojos azules.
-Ya eres millonario, idiota -masculló Akemi.
-¡Hermana! -exclamó Mokuba, surgiendo del interior del avión para ir al encuentro de la diseñadora-. No te preocupes. Nuestros helicópteros de rescate están en camino y pronto saldremos de aquí, Aki.
Como lo había comentado el menor, el equipo de rescate de Kaiba no tardó en llegar y todos fueron llevados a la ciudad por los helicópteros. Los inconscientes Alister, Weevil y Rex Raptor quedaron en un hospital, mientras Seto recibía la impactante noticia de que toda su empresa había sido comprada por alguien misterioso; aún así, sus empleados se mostraron fieles a él y dispuestos a obedecerlo hasta el final.
No obstante, tras reunirse nuevamente con Rebeca y su abuelo, el grupo se vio frente a un desastre mayor: Dartz había soltado criaturas por todo el mundo con el objetivo de que recolectasen almas para despertar al Gran Leviatán. Con el fin de averiguar quién estaba detrás de todo aquello, Seto, Akemi y Yami se infiltraron en lo que antes era la empresa del joven Kaiba, siendo perseguidos por las criaturas desatadas por el rey atlante. Con la ayuda de Rebeca, lograron burlar el sistema de seguridad y, tras hacer lo mismo con los monstruos, llegaron al fin a la computadora central de la empresa. Luego de que Seto averiguase que quienes habían comprado su empresa era una peligrosa organización llamada Paradisus, la cual poseía un pequeño porcentaje de todas las empresas existentes y cuyo jefe era Dartz, el propio hombre de largos cabellos turquesas apareció frente a ellos.
-¡Tú eres Dartz! -gritó Akemi al reconocer la imagen del hombre-. ¡Devuélvenos a Amunet, bastardo!
-Lo siento, Akemi, pero creo que Amun disfruta mucho de mi compañía -respondió con parsimonia el último rey de la Atlántida.
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Memorias prohibidas [Yu-Gi-Oh! - Fanfic]
FanfictionDos mujeres de distintas épocas quieren reencontrar a los seres queridos de los que fueron separadas en diferentes circunstancias. Un joven debe rescatar el alma de su abuelo al tiempo que salvaguarda al mundo de los Juegos Oscuros, con la ayuda de...