EPÍLOGO

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Park Jimin

Desperté de golpe, mi respiración acelerada y mi corazón palpitando como loco en eso me fijo en la chica dormida a mi lado que se va despertando poco a poco. Su respiración normal y algunos mechones rebeldes en su rostro.

Ese bello y tierno rostro.

—¿Samy?.

Pregunto sorprendido y tanto que casi me caigo de la cama.

—Mi amor, ¿Estas bien?.—Pregunta Samy acariciando mi mejilla levemente—Estas sudado, ¿Qué pasa?.

—¿Estas viva?...pero...tu.

Tartamudeo, nada coherente salía de mis labios, estaba en shock.

—Jimin, no me asustes, alteras a la nena—Y en eso su mano baja a su vientre, de sus labios sale una sonrisa mientras acaricia su gran y bonita pansa, ¿Embarazada?.

¿Que?

¿Fue una pesadilla?

—Nene, ¿Qué pasa?.

—Samy.

—Si, dime.—Responde ella mirándome y a su lado enciende la lampara para así verla más detalladamente.

Piel pálida, cabello castaño, ojos negros precioso con una iris dilata muy atractiva y esa hermosa sonrisa, su cabello recogido en una moña dejaba a mi vista pecas de sus pechos por el escote de la blusa de pijama.

—¿Pasaste la prueba? ¿Qué paso?.

Samy se ríe a carcajadas y despeina mi cabello.

—Amor, enserio estas loquito. Jimin, hace 4 años pase la prueba y ¿Qué paso?...pues que salí, pase la prueba de muerte y ahora estoy contigo apunto de casarme y tener una bebita con 5 meses en mi vientre.

Suspire y cerré mis ojos.

Fue una pesadilla, una horrible y fea pesadilla.

—Fue tan real, tuve una pesadilla nena.

—¿Me dices?.

Empiezo a decirle todo de comienzo a fin y ella me mira con una sonrisa en sus labios mientras juega con mis dedos trazando garabatos sobre su vientre.

—¿Lo de Paris fue real?.—Pregunto, estaba tan atónico.

—Si, amor casi todo fue real pero cuando viajamos a Paris ya no estaba en peligro, yo me coloque bien al día 35 y llegue a los 50 completamente recuperada lista para tener una vida normal contigo. 

—Joder.

—Mi amor, los nervios que tiene por la boda son increíbles.—Dice ella burlándose.

¿Cuánto dormí?, en los sueños todo corre. Todo pareció tan real que cuando desperté pareciera que desperté en otro mundo, en otra constelación.

—No solo por la boda, por la bebe.—Digo acariciando su vientre—Pero estoy feliz, de que estés conmigo y apunto de tener una hermosa y preciosa nenita, saldrá igual de linda como tu.

—Estas paranoico.—Dice ella—Solo fue una pesadilla, no me iré de tu lado mi amor.

La abrace y bese sus labios.

Dios, jamás me vuelvas a colocar pesadillas de ese tamaño, casi me da el infarto dormido.

—Ven, descansa princesa. Lamento haberte despertado.

—Te amo.—Dice ella besando mi mejilla y acomodándose entre mis brazos.

—Te amo mucho pero mucho más.—Respondo dejando un beso en su mejilla, coloco mi mano en su vientre y la abrazo.

50 DíasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora