50 Días

CAPITULO 9

Park Jimin

Día 13.

Reía en compañía de Jung-hee quien es mi prima y hoy ya tenia que viajar a Chicago por su estudio, estuve aproximadamente dos días en Busan y el estúpido de Jungkook tiro mi movil a el mar haciendo que quedara sin movil y descomunicado de todo el mundo. No he hablado con Samy y aquello me tiene mal, no me se su numero como para haberla llamada de otro movil o para así sea mandarle un mensaje. 

Samy, esa niña bonita no salió de mi cabeza aquellos dos días en Busan, mi prima sabe sobre ella y según ella siento algo por Sam pero digo, apenas vamos una semana conociéndonos y la respuesta de  Jung-hee fue: "Si Romeo y Julieta se enamoraron en un día y se casaron al día siguiente, porque no te puedes enamorar de ella en una semana"

—Jimin, sal de tu burbuja.—Chasquea los dedos frente de mi  Jung-hee.

—Lo siento, ¿Decías?.—Pregunto.

—Mi avión ya va a salir. Me tengo que ir.

—Esta bien.—Digo mientras la abrazo.

—Aclara tus sentimientos por esa chica Jimin.—Dice ella.

—Lo hare, te lo juro.—Digo despeinándola un poco.

(...)

Estaciono el auto frente la casa de Samy, hoy es su día 13 del tratamiento y no he estado con ella en dos de sus revisiones, seguro me dejara calvo apenas me vea.

Toco la puerta y nana me abre mirándome con sus ojos llorosos.

—Nana, ¿Qué pasa?.—Pregunto preocupado.

—Pasa Jimin.—Dice.

Entro a la casa y lo primero que siento es un frio horrible, algo que me sorprende es no ver a Sam en el sofá viendo Star vs las fuerzas del mal junto con Bada y Bamul quienes siempre me reciben para tirarse encima mío.

—¿Dónde esta?.—Pregunto a nana.

En eso un grito desgarrador se escucha desde el segundo piso.

—Por favor, dime que no es Samy.—Le digo a nana y siento como mi labio tiembla.

Nana asiente llorando.

Yo inmediatamente corro escaleras arriba dejando tirado el ramo de rosas que le traía a Sam.

Otro grito se escucha y es proveniente de su habitación, corro hasta que llego y apenas la veo mi corazón se entruja y la respiración se entrecorta.

—Jimin.—Dice la señora Kang viéndome fijamente mientras sostiene la mano de Sam.

Me adentro a la habitación donde mi padre me ve algo confundido, tengo las miradas de ellos pero no tengo la mirada que me interesa, Samy no me ve, solo esta de costado mirando a la ventana.

—La ultima Sam.—Le dice mi padre.

—N..no más..por favor.—Dice con su voz entrecortada.

—Sam, es por tu bien.—Le dice mi padre.

Yo sigo en shock de verla en cama, respirando por medio de una mascara y como se ve tan frágil.

—La ultima.—Dice su madre y mi padre sin pensarlo vuelve a insertar la jeringa en su muñeca ya tan frágil.

Samy vuelve a gritar y se empieza a mover mientras la señora Kang voltea a mirar así mi pero cierra sus ojos fuertemente.