EXTRA 1

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Park Jimin

3 meses después

Entre a la casa dejando las llaves de mi auto en una de las mesas altas de la sala, Bamul me recibe dando vueltas e intentando coger su cola cosa que me parecía y siempre me ha parecido tierna.

Dejo mi bolso en el sofá para así empezar a subir las escaleras mientras subo me voy quitando mi reloj y desabotonando el botón de mi blazer negro.

Apenas entro a la habitación entre la cobijas estaba Samy, dormida como siempre que llego tarde por mi trabajo, dejo mi blazer en la silla del tocador de Samy, y me acerco a la cama, me siento al lado de ella y la miro dormir, su respiración tranquila, sus labios cerrados y su mano sobre su vientre.

—¿Amor?.—Samy frunce su ceño mientras abre sus ojos poco a poco.

—Hola mi vida, lamento despertarte.

—¿Por qué llegaste tan tarde hoy?.—Pregunta, empiezo a acariciar su cabello.

—Se me paso la hora en el trabajo, tuve una junta de dos horas y perdí tiempo en lo que estoy trabajando y me quede unas horitas más, ¿Estuviste bien?.

—Hee, hoy se movió como loca esa bebita, no dejaba de patear, tanto que Tae ya estaba preocupado te estaba llamando pero no contestaste.

La miro con ternura, sin duda el embarazo le a costado y la cansa mucho, mi bebita Hee es muy inquieta en el vientre de su madre pero parece que hoy que no le hable y estuve muy ocupado fue su día de patear a mami y dejarla dolorida. Bese los labios de Samy mientras susurraba un lo siento,  ahí veces que mi trabajo implica mucho tiempo pero ser la cabeza de una empresa es muy difícil.

—¿Por qué no contestaste?.—Pregunta ella.

—Cuando llamaron debió de ser que yo estaba en la reunión y apague el movil.

—Quiero llorar.—Dice ella haciéndome sonreír.

Esta tan sensible últimamente, creo que es porque ya casi Hee sale del vientre de su madre. Estamos muy emocionados ya tenemos casi todo listo, su habitación, la ropa, juguetes, todo esta preparado para cuando mi princesita menor salga la que esta mas que asustada es Samy, ella en momentos dice que quiere tenerla normal y después por cesaría y vuelve con lo mismo.

—No llores mi amor.

—Es que llegas muy tarde...y...yo estoy muy gorda, te puedes fijar en otra porque yo ya no puedo follar o bueno si puedo pero le podemos hacer daño a Hee y mi barriga no me deja y...

La cayo con un beso.

Antes su lema era autoestima hasta el cielo y el perreo hasta el suelo y parece que su lema se le olvido ahora que esta embarazada, los médicos que la tratan me dicen que pasaría algo así, sus cambios hormonales y estos cambios son peores que cuando le llega su periodo, una vez de lo enojaba que estaba me tiro una olla, después lloro y porque amo demasiado a esta mujer la abrace, la calme y después le hice mimos hasta que se quedara dormida. Mientras ella dormía recordaba como me había tirado esa olla y me reía yo solo, es una loquita.

—No digas eso nena, estas perfecta, estas aun más hermosa que antes.

—¿Jamás me engañarías?.—Pregunta haciendo un puchero.

—No, jamás.

Ella me abraza.

—¿Quieres que le hable a nuestra hija?, creo que hoy me extraño.

—Te fuiste muy temprano y no te a escuchado seria lo ideal, la pequeña te a extrañado por eso se a desquitado conmigo.—Dice.

Me rio levemente y me separo de Samy para quitar la cobija y subir la sudadera, es una mía ya que le queda grande y así duerme mejor.

50 DíasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora