CAPITULO 19

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Kang Samantha

Día 31

Me dolían horriblemente mis huesos sentía como si en cualquier momento se me fueran a partir en dos, Jimin aun no llegaba del  instituto y nana no viene ya que tiene problemas familiares los cuales tiene que solucionar y mi madre, como su jefa, le dio total permiso para que nana se ocupe de sus problemas.

Bada y Bamul se los llevo el doctor Park a la veterinaria, iba a ir Jimin pero al final su padre dijo que él iría ya que no le costaba además ama a esos dos y quien no los amaría si son las cositas más hermosas del universo.

Bajaba las escaleras camino a la cocina con mucho cuidado, mis rodillas dolían e igual mis brazos por lo que si me llegaba a caer dolería y no me alcanzaría a sostener de algo y puede que ni me levante del frio piso.

—Dios, que frio.—Digo mientras enciendo la calefacción.

Me hago un estilo chocolate con hielos, algo raro pero sabe muy delicioso, enciendo el televisor y empiezo a ver la serie de una chica en Paris, me encantaría algún día viajar a Paris y fumar, aquel pensamiento me hizo reír, si llego a fumar en ese instante muero.

Mi cuerpo dolía y busque en Google algo para aquello, en primera noticia aparecía: Baño de agua tibia.

—No suena mala la idea.—Digo apagando la televisión y levantándome del sofá para caminar a mi habitación.

Mientras alistaba mi baño coloque mi Playlist de Spotify, escucha la hermosa voz de Calum Scott su sola voz causa algo en mi y como escuchando sus canciones me imaginaba la historia de amor más romántica del mundo y del Fuck universo.

Apague mi movil dejándolo de lado y apagándolo del todo, no quiero que nadie moleste. Ya listo la bañera con espuma y con el aroma de rosas que tanto me gusta, me quite mi ropa quedando completamente desnuda, mire mi cuerpo en el espejo y veía cada marca.

"Ama ese error tuyo", las palabras de Taehyung llegaron a mi mente, "Esas marcas gritan lo fuerte que eres y que eres una luchadora", las palabras de Jimin tampoco pasaron desapercibidas.

—Amo mi error.—Digo frente el espejo con una leve sonrisa.

Me meto a la bañera sintiendo como el agua me quema un poco pero nada malo hasta que paso lo que una vez en mi vida paso y que estaba igual que en este momento, sola.


Park Jimin


Corría como una gacela por los pasillos, una que otra chica me seguía y estaba acorralado Taehyung y Jungkook corrían atrás mío muertos de la risa, no se que les parece gracioso si unas locas nos están persiguiendo.

Apenas llegamos a el aparcamiento entre en mi auto y abrí las puertas de atrás para que mis amigos entraran y les coloque seguro.

—¡Que no soy tu oppa!.—Decía Jungkook a la chica en la ventana.

Como pude salí del aparcamiento, Taehyung se paso a mi lado para así llevarlos a ellos dos a sus respectivas casa ya que yo me iba a ver a Samy que me tiene algo angustiado ya que no contesta su movil.

—¿Sigue sin contestar la llamada?.—Pregunta Jungkook.

—Si.—Digo presionando un botón del volante de mi auto para que vuelva a llamar.

—Debe de estar jugando con Bada y Bamul.—Dice Taehyung tratando de relajarme cosa que no hace, ella por más que juego con ellos siempre tiene el celular a mano.

Paro el auto en la casa de Taehyung y se despide con los puños de siempre y un saludo que tiene con cada uno. Jungkook ahora pasa a el asiento de adelante y coloca algo de música.

—¿Crees que le paso algo?.—Pregunta Jungkook.

A Jeon Jungkook yo no le puedo esconder nada por que él tarde que temprano lo sabe y este es el momento para decirle lo que me llevo guardado desde hace días.

—Si, últimamente esta rara, no quiere ni levantarse de la cama y solo me dice que esta cansada pero se que algo tiene y me tiene asustado, Samy este tiempo que la conozco se que guarda su dolor para ella sola y que cree que puede solucionarlo todo ella sola pero se que no todo puede. Samy esta delicada por su fuerte tratamiento y ella no parece tomarlo enserio y aquello me esta empezando a cabrear, es como si se estuviera rindiendo.

Jungkook coloca una mano en mi hombro.

—No pienses eso Jimin-ssi, a de ser su periodo. 

—Jungkook, su periodo ya paso.

—Ok, ok. Habla con ella y trata de sacarle la información poco a poco y si no puedes yo lo hare, yo tomare cartas del asunto.—Dice Jungkook tratando de sonreír.

—Gracias.—Digo y paro el auto en su casa donde afuera esta su madre quien me saluda moviendo su mano.

La casa de Samy no están alejada a la de Jungkook, en si esta a 8 minutos ya que Jungkook, Samy y yo vivimos casi en la misma manzana. Cuando veo ya desde lejos la casa de Samy me altero un poco y lo más raro es que no se porque.

Freno el auto y corro a el interior de la casa, lo primero que me inquita, no escucho música, ni Conan Gray y Calum Scott que es lo que más escucha y nada, todo esta en total silencio. Corro escaleras arriba de dos en dos hasta llegar a la habitación de Sam donde no la veo en la cama y menos en el sofá donde se la pasa casi 4 horas leyendo su osado libro.

—¿Samy?.—La llamo y no obtengo respuesta alguna.

Me dirijo a el cuarto de baño y mis ojos se abren de par en par.

—SAMANTHA.—Grito y corro a la bañera, donde esta ella, con sus ojos cerrado y totalmente más blanca de lo normal, es como ver una hoja, sus labios secos sin el rojo característico de ella y sus mofletes fríos.—Amor, amor.

De lo desesperado, me quito mi camisa y meto mis manos a la bañera sintiendo su piel desnuda y fría, el agua ya estaba fría y más porque no había calefacción en el baño. No necesitaba de fuerza para sacar a Samantha de la bañera ya que ella no pesaba nada, apenas su cuerpo sale de esta veo que esta totalmente desnudo, blanco y frio.

—¡Nena!.—La llamo desesperado por como esta.

Salgo del baño corriendo y lo primero que hago es colocar una toalla en su cuerpo para así secarla, la dejo en su cama y me dirijo a su armario para sacar una de las tantas pijamas térmicas que tiene. Al volver, ignoro el hecho de que la estoy viendo desnuda, le coloco  rápidamente su ropa interior, coloco su pijama y la arropo entre las sabanas.

Dejo un beso en su frente.

—Estarás bien, estarás bien mi amor.—Digo.

Me aparata un poco de ella para marcar un numero rápidamente.

—Padre.—Digo al teléfono con la voz rota—.Samy, no se que le paso pero la encontré en la bañera dormida, inconsciente o...o mu...muerta.

—En un minuto estaré ahí.—Dice colgando.

Lagrimas bajan por mis mejillas y solo trato de callar mis sollozos. Me deslizo por la pared y me hago bolita en el suelo mientras escondo mi rostro entre mis rodillas para así llorar, no quiero que nada le pase, no quiero, ya falta poco para que esta tortura termine, falta poco para los 50 días.

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50 DíasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora