50 Días

MUNDO PARALELO

Para mis queridas lectoras, gracias por su apoyo, sin ustedes esta historia no se habría desarrollado. Este es un mundo paralelo donde Samy muere. Disfruten, y lloren conmigo. (Este iba ser el epílogo real)

JIMIN

5O Días

Mi padre alisaba mi traje negro, hoy era el día, ese día que tanto temí porque como lo estaba sospechando, la perdí. Todos estábamos de un profundo luto donde habíamos perdida a la estrella más resplandeciente que había en la tierra, una guerrera que lo dio todo hasta el último momento porque a pesar de que dejo su tratamiento, aguanto casi toda su vida con drogas, con inyecciones y con esos horrible hematomas que destacaba sus marcas de lucha.

Mi padre suspiro entrecortado, le dolía, a pesar de ser Samy una simple paciente, mi padre la quería como una hija, la trató desde sus cinco años y ver que no pudo salvarla lo afectó, más de lo que cualquier persona puede creer.

—Jimin...

—Estoy bien—lo callo, no quiero hablar con nadie, no voy a llorar delante de nadie, no quiero que nadie vea lo destrozado que estoy, porque no voy a mentir, duele, creo que una jodida bala dolía menos que esto, pero aun así, no dejare que vean que estoy muy vulnerable.

—Tienes que llorar su muerte.

—Ya lloré—dije frío, seco y distante. Parece como si Samy se hubiera llevado una parte de mi.

—No actúes indiferente, ella fue tu novia y se que duele, la querías mucho.

<<La amaba, padre>>

—Estaba preparado para esto—contestó.

<<Ni en mil años estaría preparado para esto>>

—Actúa, no te preocupes pero solo quiero que sepas que si necesitas un hombro donde llorar, estoy yo.

—Déjame solo.

Kwan no dice nada, me hace caso y me deja solo, como he querido estar desde que Samy murió, o sea hace más de 24 horas. Me miro en el espejo y en eso dos figuras aparecen detrás de mí, los miro por el reflejo del espejo y aunque ellos no hablen, sufren, Bada y Bamul no han dejado de estar echados en mi cama y quietos, ellos que a cada nada se la pasaban jugando y mordiendo, hoy son lo contrario.

—Vengan—me agacho frente de ellos, los acaricio y recuerdo como Samy me pidió cuidarlos, estos dos cachorros eran su vida, ellos la alegraban más que nadie—. Se que me escuchan y me entienden, Bada, Bamul—trago grueso—...mami no regresara, ella estaba enferma y murió, no quiero que ustedes estén mal, a ella le dolería mucho verlos asi, así que yo los cuidare como ella los cuidaba, apenas dejemos a mami, nos iremos los tres de aquí.

Bada me lame mientras Bamul se acurruca en mi, hable con un veterinario y dijeron que era necesario que los llevará a sepultar a Samy, ellos merecen también soltar todo y ver que su dueña no regresará, será fuerte, pero tampoco quiero que ambos cachorros se la pasen decaídos y mueran de depresión porque aun lo creas loco querido lector, es posible.

—Jimin—mi madre entra a mi habitación—, tu padre te está esperando.

—Ya voy.

Suspiro

Cojo las correas de los perros y se las coloco para así salir con ellos, antes de subirme al auto me coloco las gafas, venga, no soy de hierro para no llorar. De camino al cementerio llamó a Jungkook para que me ayude con uno de los perros, ya que según leí, el olor de Samy puede seguir y ellos correrían detrás de él en su búsqueda, no voy a dejar que pasen por eso.