18. NOSH.

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Niall estaba arreglando su departamento, hoy era día domingo, por lo que no tenía nada para hacer, así que se tomaba su tiempo para asear todo y cambiar de lugar los sillones y demás, era una costumbre que se le había pegado hace algún tiempo ya.

Estaba terminando de mover uno de los muebles cuando el timbre sonó.

Confundido dejo de hacer esfuerzo y se limpio el sudor de su frente.

No esperaba a nadie hoy, su hermano no vendría sino hasta el otro fin de semana de visitas y sus padres estaban lo suficientemente lejos, como para que sean ellos.

Sacudió sus manos en su yogguin y se apresuró a ir hasta la puerta.

Al abrir ésta, se encontró con un hermoso castaño sonriente el cual tenía unas bolsas en sus manos.

Frunció su ceño pero su sonrisa no desapareció de su rostro al hablar.

- ¿Josh? ¿Que estás haciendo aquí? - musitó.

- yo, bueno, no tenía nada que hacer hoy y.. - rascó su nuca con su mano libre. - creo que sería genial no almorzar solo, por lo que pensé en ti y bueno .. estoy aquí.

El ojiazul no pudo morir más de ternura al ver como las mejillas del chico se tenían de un precioso carmín mientras hablaba.

- aunque si te molesta mí presencia, puedo irme por donde vine y..

- pasa, Josh. - el rubio se hizo a un costado, dándole el pase al recién llegado, éste, soltó un aliviado suspiro.

- traje pollo al horno con papas, no sé si te guste, pero lo cocine yo y bueno, solo debemos calentarlo un poco en el microondas, ya que perdió algo de su temperatura. - levantó las bolsas en sus manos, mostrandolas.

- es una de mis comidas favoritas, gracias, Joshie. - sonrió el ojiazul.

El mencionado sintió su corazón acelerarse ante el tierno apodo que Niall le había puesto.
Sonrió, esto no era algo que el gran y galán Josh Devine haría, nunca se había puesto en plan de conquistar a alguien, no hasta que conoció a Niall Horan.

Hace días que pensaba en él y en como acercarse sin asustar al rubio, por lo que le pidió consejos a Liam y éste le dio algunos pasos básicos para entrar a la vida del ojiazul.

Por eso, hoy se había presentado a su casa.

- que lindo aroma, ¿Que es? - dijo Josh inhalando el exquisito aroma que había en el aire.

- es un desodorante en aerosol que compre, es tropical. - explicó Niall, sacando la comida de su empaque y buscando una bandeja para calentar en el microondas.

- delicioso.

- ¿No haz querido dormir hasta tarde hoy? - preguntó curioso el ojiazul. - mayormente, las personas usan el domingo para dormir todo lo que puedan.

- bueno, es que, quería hacer algo especial hoy y bueno. - encogió sus hombros. - ¿Y tú?

- me gusta usar mis días libres para ordenar toda mí casa, ya que en la semana no tengo tiempo.

- eso es bueno, - sonrió el castaño. - ¿Quieres que te ayude en algo? ¿Pongo la mesa?

- no, no, no te preocupes, eso lo haré yo, tu eres mí invitado. -

- dado a que yo me auto-invité a tu hogar, lo mínimo que puedo hacer es ayudarte en algo, Niall.

- ya haz traído la comida y tu presencia es más que suficiente, deja que yo me encargo del resto. - movió su mano. - ven, esto estará en unos minutos, así que, acompáñame.

Niall camino hasta el comedor, seguido por firmes pasos del castaño tras él.

El ojiazul agradeció enormemente el haber limpiado todo, pues, no tendría cara para verlo a la cara a su acompañante si éste hubiese estado presente en el desastre que era su hogar horas antes.

- siéntete cómodo, Josh, ahora traigo los platos y los vasos con la bebida. - ordenó el rubio, el susodicho volvió a ofrecer su ayuda, e intento levantarse, pero las manos de Niall en sus hombros se lo impidieron.

A los minutos volvió, con dos platos servidos del pollo y las papas. Colocó el plato de josh frente suyo y se sentó delante de él.

- huele delicioso, josh. - halagó tomando el cubierto y cuchillo para luego cortar una porción y llevarla a su boca, un gemido de satisfacción salió de su boca. - edta buenisimo. - confirmo.

El castaño sonrió.

- gracias, Ni, me alegro que te guste. - copió a su contrario y ambos comenzaron a degustar su comida.

Hablaron de cosas triviales durante el almuerzo, contándose anécdotas y riendo de cosas pasadas.

Una vez que terminaron, Josh no se inmutó ante las quejas de Niall y de igual manera se encargó de lavar lo usado.

Estaban los dos "viendo" la tele, una película que al parecer era de su agrado, pero no estaban prestándole la mínima atención.

- y bueno, Liam y yo nos odiabamos primero, te lo juro, pero luego, una noche, me encontraba varado en medio de la nada, dio la jodida casualidad que él venía por la ruta y me vio ahí. - contaba con una sonrisa, recordando aquella noche. - él no dudó ni un segundo en ayudarme, me llevó hasta mí casa y durante el camino, hablamos y arreglamos nuestros problemas, hoy en día es uno de mis mejores amigos. - finalizó.

- nunca creí que Liam sería odiado por alguien - siseó el rubio, tomando su copa - yo lo adore desde el primer momento.

- bueno, Liam tiene ese encanto, creo que era algo de envidia lo que le tenía. - encogió sus hombros. - pero bueno.

- es alguien envidiable la verdad, pero es un muy buen chico, es una de las mejores personas que he conocido en toda mí vida. - confesó.

- ¿Te gusta Liam? - preguntó entre curioso y algo temeroso.

- uh.. - rascó su nuca. - creo que me pareció muy lindo, pero no, lo veo como un amigo, se cuánto ama a Zayn, se nota que ambos comparten sentimientos, no me metería en eso, jamás.

- es bueno saberlo.. - susurró.

El rubio lo observó y luego una sonrisa se formó en su rostro.

- ¿Por qué lo dices?

- bueno.. digo.. yo.. es qué. - tosió. - e-es que eres... Eres muy lindo, Niall. Y y-yo..

- tu también eres muy lindo, Josh. - dijo sin borrar la sonrisa.

- lo diré sin rodeos, Niall. Me gustas, me gustaste desde el momento en que te vi y se... Joder, se que es muy rápido para esto y no quiero presionarte, no quiero hacerte sentir incómodo, pero, no estoy aquí solo porque quiero ser tu amigo. - lo miró directo a los ojos. - quiero ser todo de ti.. y-

El castaño no pudo terminar con su confesión, ya que fue interrumpido por unos dulces labios, que lo hicieron sentir millones de cosas en un segundo, fue como si miles de fuegos artificiales explotarán en su estómago, su corazón latiendo con locura, creyó que moriría, pero podía afirmar que lo haría feliz.

La lengua del rubio buscó la suya y ambas se encontraron, como un rítmico y perfecto vals.

Niall se separó luego de unos segundos, ya que la falta de oxígeno se hizo presente.

Ambos con sus pechos moviéndose frenéticamente, al compás.

- e-ese.. - jadeó Josh. - ese fue el.. el mejor beso de mí vida.

- también el mío. - secundó el ojiazul. - y con respecto a lo que haz dicho, Josh.. si es contigo, lo quiero todo.

bajo el mismo techo. (Ziam MAYNE)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora