⭒30 Días OTP 🌻 ➳MexPer [+18]

》AU: Incesto 🍒《

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『❝Universo Alternativo (AU) — Día 18 del reto — One-Shot❞』

【18.- Fuera de casa】

AU: Incesto

¡Advertencia!: Incesto, hardcore sex, humillación.

Abstente a leer o comentar si no es de tu agrado.

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Eran las ocho de la noche en aquella brillante y movida ciudad. La mayoría de los trabajadores abandonaban los edificios de las respectivas empresas en las que trabajaban. Entre risas, murmullos y planes para el fin de semana, denotaban un aura de tranquilidad y cansancio después de un mes completamente ajetreado. Dentro del edificio, solo se quedaban aquellos pocos que hacían horas extras, el personal de limpieza llegaba con su típica rutina para dejar radiante los pisos y ventanales de aquel edificio para descansar de igual manera.

En los pisos más altos, estaban las oficinas de las personas con puesto, valga la redundancia, más alto. Entre ellos, muchos de los hijos del jefe que trabajaban para él, unos felices de aquello, y otros con ganas de saltar por la ventana porque odiaban estar allí.

El único que estaba en ese piso, era cierto tricolor que ustedes ya deben conocer perfectamente.

—Pinche España...— México maldijo a su padre entre dientes. Maldecirlo no era algo nuevo, varios de sus hermanos lo hacían.

Era una mierda ser el primogénito y el futuro heredero de esa empresa.

Casi todo el trabajo se lo dejaban a él, realmente lo aborrecía. Así pasaron una, dos horas imprimiendo, organizando y firmando documentos; a veces levantaba la mirada al sentirse observado, pero cuando salía preguntando de que si alguien estaba ahí, no había nadie, por lo que creyó que era su simple imaginación.

Una vez terminó de poner una última firma, logró suspirar con tranquilidad. Ahora solo tenía que llevar esa pila de papeles a la oficina de su padre (en el último piso) y por fin irse a su acogedor departamento en el cual lo esperaba su perro y una buena taza de café.

Utilizó el ascensor para subir a su destino. Una vez ahí, colocó los papeles sobre el gran escritorio del jefe de aquella empresa con toda la paciencia del mundo. España no estaba, de seguro estaba en alguna cena romántica con su víctima número chingue-su-madre-mil.