⭒30 Días OTP 🌻 ➳MexPer [+18]

《;;Capítulo 16 🌻》

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『❝Historia principal — Capítulo dieciséis❞』

【20.- Ruidoso y exagerado】

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Cuando las cosas se complican demasiado en el territorio de un country, a este no le queda de otra más que volver temporalmente para arreglar la precaria situación en la que se encontraba.

No fue sorpresa que Perú haya tenido que irse de la ciudad por algunas semanas, el estado de su territorio dejaba mucho que desear, pero seamos sinceros: Estaba acostumbrado. No obstante, esto había creado un descontento en cierto tricolor que todos conocemos, ya que deseó estar a su lado, susurrándole dulces palabras de consuelo y prometiéndole que todo iba a estar bien, que las cosas se iban a solucionar.

Lamentablemente no pudo, apenas y logró despedirse del bicolor, ahora tenía que enfrentar todo un mes sin su amado. Afortunadamente no era más de un mes, tiempo que permitía la ONU para que los countries manejaran su territorio (con excepciones, por supuesto), así que no sería tan malo estar sin su palomita... O eso creyó.

Los primeros días le fueron bien. Se dedicaba a visitar a sus amigos, hablar por videollamada con sus estados y pasear por toda la ciudad. Pasada una semana, ya no podía dormir, sentía que algo faltaba en su cama y su casa le parecía muy silenciosa sin las suaves, melodiosas... Y en ocasiones, escandalosas, risas del blanquirrojo.

Extrañaba tenerlo junto a él, siempre quejándose por cualquier cosa, insultando hasta al control remoto cuando no lo encontraba, o mirándolo en silencio, con sus ojitos brillantes, sonrojándose a más no poder cuando lo descubría e inmediatamente daba la excusa de que le gustaba su camisa. Se hacía el difícil, pero así le gustaba. Claro que a veces deseaba que el bicolor fuera más tierno con él, o que apreciara más sus muestras de afecto.

Se le hizo tan enigmático aquello que incluso llegó a comentarle este problema a sus amigos. Muchos le dijeron que el peruano allí estaba mal, que él necesitaba más cariño y comprensión. Sin embargo, quedó confundido e intrigado por el comentario que le dió cierto chileno.

"—¿No te da mucho cariño...?— bufó, cruzándose de brazos mientras desviaba la mirada—. En realidad me sorprende que esté saliendo contigo."

¿A qué se refería? Intentó preguntarle, más este siempre respondía que Perú debía de aclararselo, debido a que él no tenía el derecho de hacerlo. Y ahí fue donde se dió cuenta que Perú siempre evitaba profundizar cuando hablaban sobre sus vida. Solo decía "me molesta esto, me disgusta aquello", y cuando le preguntaba el por qué, una explicación que se relacione con su vida, este simplemente le contestaba "no tiene importancia".

Lo confundía demasiado. Ya ni sabía que cosa hacer o decir sin que le molestara al bicolor, seguía siendo el mismo enigma de antes por más que ahora eran pareja. ¿Será que no confiaba en él?

Volviendo al tema anterior, experimentar una vida sin su preciado bicolor era una pesadilla.

A la tercera semana se negaba salir de casa, tenía unas terribles ojeras a causa de su insomnio y estaba más amargado que nunca. Incluso sus amigos tenían que sacarlo a la fuerza, burlándose de él con comentarios como: "¿Y dónde está aquel México que disfrutaba su soltería? Ahora solo veo un México mandilón que se pone a llorar como Magdalena si no está su pareja"... Sí, el mexicano le respondía con un puñetazo. Pero eran amigos, así que estaba bien. Aunque en parte tenían razón, México ya no podía esperar para tener a su amado entre sus brazos.