⭒30 Días OTP 🌻 ➳MexPer [+18]

《;;Capítulo 17 🌻》

———✨✨✨———

『❝Historia principal — Capítulo diecisiete❞』

Aclaración: Esta es la continuación de la historia principal.

«🌻»

———✨✨✨———

———✨✨✨———

México fijó su mirada castaña en la pantalla de su celular por milésima vez en aquella tarde, sin poder creer todavía que había aceptado acudir a tal "encuentro".

¿Tan predecible se había vuelto para que todos los demás countries latinoamericanos se den cuenta que se había peleado con Perú? Al parecer, sí. No era normal ver a aquellos dos con ojeras debajo de sus ojitos y tan mal humorados que gruñían con la presencia de cualquier persona que quiera interactuar con ellos, cuando siempre lucían tan relajados, tiernos y alegres.

Un suspiro cansado salió de sus labios, se frotó la cara con las manos en un notable gesto de frustración.

Maldición, ¡Lo que tenía que hacer Perú para solucionar su relación no era tan difícil! Solo era:

Primero, disculparse con él por mentirle.

Segundo, decirle si lo amaba o no... Aunque seamos sinceros, lo segundo dolería peor que un putazo.

Tercero y último, contarle la verdad, y solamente la verdad sobre aquella "velada" que tuvo con ese come-murciélagos de mierda.

¡Pero nada! Ni una mirada, una llamada o un mísero mensaje.

Que frustrante.

El tintineo de la puerta de aquella cafetería lo sacó de su ensimismamiento. Rápidamente se puso de pie, saludando con un beso en la mejilla a la hermosa dama que lo había citado específicamente a él:

Bolivia.

Después de pedir un café y algún que otro bocadillo, la mujer lo miró fijamente con los brazos y piernas cruzadas, como esperando a que él comenzara con la conversación.

Alzó una ceja, ¿No que fue ella la que le había pedido hablar en primer lugar?

—Entonces...— murmuró mirando hacia otro lado, sin saber que decir. Era una perdida de tiempo, ya sabía por dónde iría esa charla—. ¿Cómo ha estado tu día?

—¿Qué pasó entre Perú y tú?

Que directa.

—Ahg...— el mexicano dejó caer su cabeza contra la mesa, quejándose entre maldiciones bajo la confundida mirada de la contraria. Era como ver a un niñito haciéndole un berrinche a su mamá porque no quería contarle por qué desaprobó el curso de matemáticas—. Sabía que solo me citaste para hablar de ese wey. ¿Él te mandó o qué pedo? ¡Dile en primer lugar que no sea cobarde y que venga! ¡Aquí nos arreglamos sin miedo alguno!