Capítulo 17 (+18)

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En el capítulo anterior....

CAMI:__Entonces, ¿te desnudaras para mí, Benja?

BEN:__Júrame que no se lo dirás nunca a nadie.

CAMI:__Te lo juro por la tumba de Tutankamón - Alcanzó el control remoto y subió un poco el volumen; la percusión era cada vez más insistente-. Ahora hazlo, Benjamin. Hazme retorcerme

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Cami.....

Intenté aparentar una calma total reclinada contra los cojines esperando a que Benjamin se desnudara, pero por dentro estaba ardiente de anticipación.

El no tenía ni idea del cuerpo tan precioso que tenía.

Llevaba una camisa de manga larga vaquera incluso aunque era verano.

La mayoría de los vaqueros usaban camisas de manga larga para no arañarse con las ramas.

Si hacía demasiado calor, se enrollaban las mangas, pero esa noche Benjamin llevaba los puños abrochados.

Lentamente, se los desabrochó ejecutando los movimientos habituales con tentador cuidado.

Se me aceleró el corazón.

Realmente iba a hacer aquello por ella.

Dí un sorbo a mi vino cuando tiró del primer botón de su camisa sin apartar su mirada de la mía para seguir uno a uno hacia abajo.

Cada chasquido de sus botones era como la llama de un fósforo.

Ansiaba que llegara el siguiente, ver cada sección nueva de piel a la vista.

Benjamin se sacó la camisa lentamente de los pantalones y la dejó colgando abierta.

Esperé a que se la quitara, pero para torturarme, se acercó despacio a una silla y se sentó.

Se quitó una de las botas lentamente y después la otra, seguida de los calcetines. «Se está desnudando porque va a hacerme el amor».

La idea me envolvió como una caricia humedeciéndome de necesidad.

Él se levantó y se acercó hacia mi entonces.

BEN:__He pensado que este juego se puede jugar entre dos.

CAMI:__¿De verdad? -susurré con voz sensual.

BEN:__Hiciste un buen trabajo por teléfono. Si te desabrochas ahora el sujetador para mí, podré verte.

Me estremecí.

La oscuridad me había protegido durante nuestro primer encuentro y la distancia y el teléfono en el segundo.

Deseaba ser descarada y atrevida esta vez, experimentar las maravillas cosas que había leído.

Y Benjamin me estaba pidiendo que lo hiciera.

Siguiendo sus pasos, me tomé el resto del vino y dejé la copa al lado de la de él.

BEN:__Y hazlo despacio -murmuró.

Con el corazón desbocado, me recoste contra las almohadas y extendí los dedos sobre el cierre de las dos copas de satén.

Entonces esperé hasta que él se quitó la camisa y pude admirar por fin su escultural torso.

Estaba magnífico.

No me extrañaba que me hubiese gustado tanto pelear con él de adolescentes.

Pero ahora deseaba más.

Benjamin se levantó con las manos en las caderas y enarcó las cejas indicando que me tocaba a mí.

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