Capítulo 23

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En el capítulo anterior....

Acabaría sonrojándome y eso era algo que nunca hacía en presencia de Benjamin.

Me pusé a la fila del mostrador detrás de Lujan y Manuel, y Benjamin se acercó detrás mio, su presencia tan evidente como si la estuviera tocando.

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Cami....

Micaela miró a Benjamin por detrás de Camila.

MICA:__Cuando sea mayor, voy a casarme contigo.

BEN:__Eso me convierte en un hombre afortunado.

Me estremeci al imaginarme aquellas palabras en otro contexto diferente al de una niña pequeña.

MICA:__Eso si no me caso con Joaquín, de mi escuela del domingo -añadió la niña con solemnidad-- Siempre está intentando besarme.

Me reí y bromee con seriedad.

CAMI:__¡Eh, pequeña rompecorazones! No puedes declararte a un chico y al minuto siguiente anunciarle que vas a casarte con otro. Tienes que tomar una decisión.

MICA:__Entonces prefiero al tío Benjamin.

BEN:__Gracias, Mica. ¿Puedo darte un beso?

MICA:__Claro. Tú no babeas como Joaquín.

BEN:__Eso intento -se inclinó hacia adelante y la besó- Ya está, ya es oficial.

Estaban de broma, me dije a mi misma, así que no tenía sentido aquella opresión que sentía en el pecho ante la idea de que, algún día, Benjamin se comprometería de verdad.

Y sin duda, me invitaría a la boda, porque después de todo, eramos amigos íntimos.

Deje a Micaela en el suelo y le pasé su helado de chocolate antes de agarrar el mio.

CAMI:__Gracias, Luna.

Cuando la niña se fue a la mesa donde estaban todos los demás, me di la vuelta hacia Benjamin, que estaba más tentador que cualquier helado de chocolate.

Mis cuñadas estaban muy ocupadas en charlar y evitar que los niños cometieran algún desastre, así que no nos prestarían ninguna atención.

Sentí unas repentinas ganas de hacer una diablura y le dirigí una mirada lánguida a Benjamin.

CAMI:__Aunque me encantaría aprovecharme de ti, éste es mi favorito.

Entonces pasé la lengua por el borde del cucurucho.

Benjamin me miró con sorpresa.

CAMI:__Así, si lames la parte de arriba, puedes sorber todo el helado -dije, demostrando mi técnica sin dejar de mirar a Benjamin.

Él me siguió mirándo, agarrado al mostrador con tanta fuerza, que los nudillos se le pusieron blancos.

LUNA:__¿Señor Rojas? ¿Sabe ya lo que va a tomar?

Benjamin no apartó la mirada de mí.

BEN:__Ah, sí. Lo mismo que ella.

LUNA:__Ya va.

BEN:_No puedo creer que estés haciendo esto -susurró.

CAMI:__¿Comer un helado? -sonrei con inocencia-. Eso es lo que hace todo el mundo en el Creamy Cone.

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