Final parte 2

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Benja.....

BEN:__¿Hijos? -casi me atragante-. Lo último que sé es que Camila no tenía ninguna intención de casarse, cuanto menos de tener niños. Creo que esta vez te has pasado un poco.

Mi madre sonrió.

MORA:__No, yo creo que eres tú el que se ha quedado corto. Vete a España y haz esas preguntas. Mira a ver qué respuestas te da -miró hacia su marido-. Lo único que necesitamos es contratar a alguien una temporada hasta que estos dos vuelvan a casa.

Sergio frunció le ceño.

SERG:__¿Y si no vuelven? Entonces todo será para nada.

MORA:__Eso es la mayor tontería que te he oído decir Sergio. ¿Nada? Este rancho ha sido el sueño de tu vida. Esperabas poder pasárselo a tu hijo, pero también lo querías para ti mismo. Lo has pasado de maravilla viviendo la vida del rancho y no te atrevas a decir que sólo estabas haciendo un sacrificio por tu hijo.

Poco a poco, la expresión de mi padre fue suavizándose.

SERG:__Supongo que tienes razón, Mora. La verdad es que no me imagino otro sitio para vivir. Por eso no puedo entender que alguien en su sano juicio quiera irse a vivir a ese nido de ratas que es España.

MORA:__Cada persona es diferente, pero estos dos volverán, ya lo veras.

BEN:__Mamá, no puedo hacer ninguna promesa.

Pero no pude evitar barajar unas pocas fantasías.

Quizá podría tenerlo todo, unos cuantos años de aventuras con Camila y una familia y la seguridad allí en este pueblo con la única mujer a la que quería.

Pero a Camila podría no interesarle aquel plan.

Después de todo, me había devuelto el colgante.

MORA:__No tienes que hacernos ninguna promesa. Pero supongo que tendrás que hacerle alguna a Camila.

            ************

Camila.....

España era todo con lo que había soñado.

Me había acostumbrado a recorrer los pueblos de arriba abajo en los fines de semana y en cada excursión descubría nuevas delicias.

Me había hecho adicta a la comida callejera y a las tiendas de exquisiteces así como visitar el cañón del Turia.

Pero lo que no había esperado era sentirme tan terriblemente sola.

Me había hecho amiga de la gente de mi trabajo, pero para mi la amistad requería mucho más tiempo.

Los amigos eran la gente que conocías de años, la que conocía a tu familia y al resto de tus amigos.

Los amigos eran gente como Benjamin...

Había creído que mi deseo por él se me pasaría después de dos meses, pero en todo caso, me había hecho más fuerte.

Ese día, lo llevaba peor de lo normal, era una fecha en especial acá en España y todos lo celebraban disfrazándose un tipo Halloween, era domingo y había también fiesta de disfraz en la casa de unos de sus compañeros.

Las fiestas de disfraces que habia compartido con Benjamin durante muchos años en su pueblo y nunca se habían considerado demasiado mayores como para disfrazarse.

Camila había sido invitada a una fiesta de una de las profesoras de su escuela y había aceptado, pero ahora, sentada en su diminuto apartamento intentando pensar en un disfraz, no conseguía animarse.

Lo más sencillo sería ponerse el disfraz de doncella de harén con el que había bailado para Benjamin, pero eso le traería recuerdos.

Suspiré. Me moría de ganas de que Benjamin me abrazara de nuevo, pero lo echaba de menos más a él que sus relaciones sexuales.

Ya había rechazado algunas invitaciones para salir.

Sólo pensar en que alguien que no fuera Benjamin la besara me producía escalofríos.

Si seguía así, debería resignarse a la idea de quedarse soltera para siempre.

Estaba empezando a pensar que era mujer de un solo hombre.

Nunca lo había creído antes, pero después de lo del verano, Benjamin se había llevado no sólo su virginidad, sino su corazón.

Después de ponerme los transparentes bombachos y el sujetador de brocado, me fui al espejo de mi pequeña habitación a ajustarse el velo y sentí ardores al pensar en los ojos de Benja cuando había bailado para él.

Nunca en mi vida me había sentido tan sensual como cuando había agitado mis senos prácticamente delante de las narices de Benjamin.

Me había hecho perder la cabeza.

Quizá no quisiera casarse con ella pero en aquel momento me había pertenecido por completo.

Y había dicho que me amaba.

Ahora me preguntaba si lo único que significaría sería el fantástico sexo que habíamos compartido durante el verano.

No, no podía ponerme aquel disfraz.

Me hacía echar de menos a Benjamin de todas las formas concebibles, física, mental y emocionalmente.

Alquilaría un vídeo y pasaría de la fiesta.

Me llevé la mano al cierre del sujetador de pedrería cuando sonó el timbre de la puerta.

Sería seguramente su vecina de la puerta de al lado.

Se miró al espejo. Bueno, bueno no creo que se asuste total hoy todos iban a estar disfrazados, peor sería no abrirle sabiendo ella que yo me encontraba aquí.

El timbre sonó de nuevo.

Entonces la voz que oyó le llevó el corazón a la boca.

BEN:__Pedidos a domicilio.

CAMI:__¡Benja!

Continuará......

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Bueno ahora si me despido hasta mañana.

Mañana también voy a ver si puedo publicar las carátulas de las dos nuevas novelas que estoy armando no se bien los días de publicación pero voy a tratar como siempre de hacerla día por medio como hago siempre, pero como las estoy escribiendo de apoco no me comprometo de poner un día en especial

Ahora si besos y nos estamos leyendo

MI TENTACIÓN Donde viven las historias. Descúbrelo ahora