Pov normal
Una semana después
Todos los encargados del hospital visitaban y estaban al pendiente del pecoso, estaban realmente preocupados por su estado y por el de cierto rubio que no abandonaba la habitación por más que le rogaran.
Uno de los doctores entró a la habitación para hacer la revisión diaria del peliverde, encontrando una escena tierna pero triste a la vez; el chico de cabellos cenizos estaba sentado al lado de la cama del ojiverde con sus manos entrelazadas mientras su cabeza estaba recostada en la orilla.
-joven Bakugo -dijo acercándose a este y tocando su hombro, moviéndolo suavemente tratando de despertarlo.
Katsuki abrió lentamente los ojos adaptándose a la luz, al despertar correctamente observó al doctor a su lado dándole un ligero asentimiento y alejándose del cuerpo de su pequeño.
-muy bien Izuku, como vamos hoy eh? -sonreia el doctor mientras revolvía los verdosos cabellos del chico frente a él.
El silencio era una tortura para ambos, querían que ese pequeño angel les diera una respuesta pero no era así.
-el..... -comenzo a hablar Katsuki -el v-va a d-despertar, c-cierto? -su voz temblaba, sentía un nudo en la garganta que no lo dejaba hablar correctamente.
-ha pasado por mucho, sabes? -su rostro se tornó melancólico -nunca lo había visto sin una sonrisa, por más que le doliera el nunca dejaba de sonreír.
-es la persona más fuerte que conozco -sonreia mientras observaba a su bebé -después de lo que paso, no se como alejarme de él.
El doctor lo miro quitando la sonrisa, consideraba que debía contarle.
-no es la primera vez -susurro lo suficientemente alto para que el cenizo lo escuchara mirándolo sorprendido.
-q-que? -dijo acercándose al doctor.
-desde joven a sido acosado, es el chico más hermoso que he conocido, física y sentimentalmente -limpio una lagrima traicionera -incluso llegaron a irrumpir en su casa, pero el siempre decía que todo estaba bien sin importar cuántos moretones obtuviera por esas palabras.
Ambos guardaron silencio mientras el doctor seguía revisando a Izuku.
Pov Katsuki
Mi pequeño estaba más pálido de lo normal, parecía un muñeco de porcelana.
No he salido del hospital desde que fue internado, a veces vienen a visitarlo pero aún así no me alejó de él.
Hoy era uno de esos días.
Estaba acariciando esas hermosas pecas cuando escuché unos leves golpes en la puerta.
-adelante -dije lo suficientemente alto para que la persona fuera me escuchara.
La puerta se abrio dejando ver a varias personas, la pandilla de su barrio, Kirishima e incluso Tomura.
Todos entraron observando a mi bebé con tristeza, traían flores, globos y peluches.
Dejaron las cosas en una mesa que habían traído las enfermeras, donde se encontraban todos los regalos que habían traído estos días.
-mi bebé -dijeron todos al mismo tiempo excepto Bakugo.
Se miraron sorprendidos por la coordinación de dichas palabras.
-idiotas -murmuro el cenizo sin despegar la vista del pequeño peliverde que yacía en la cama.
Cada uno se acercó y le dijo palabras motivadoras al pequeño en coma, dieron besos en su mejilla, frente e incluso mano recibiendo un gruñido por parte de Katsuki.
-adios pequeño -dijo Kirishima, al ser el ultimo en despedir se tomó su tiempo, acariciando los verdosos cabellos de su pequeño amor -debes mejorar, así podremos ir al bosque que tanto te gusta.
Deshizo la caricia saliendo de la habitación dejando nuevamente al rubio solo donde el único ruido era la máquina que le daba esperanzas, con esos tormentosos pitidos.
Al anochecer
Katsuki comía un poco de sopa que las enfermeras le llevaron cuando fueron a cambiar el suero de su niño, no tenía hambre pero debía comer si no quería enfermarse y que lo alejaran de su pequeño.
Al terminar tenía unas ganas horribles de ir al baño así que tomo el plato vacío y se encaminó a la puerta preparándose para correr al baño.
Recibió una infinidad de regaños por correr en los pasillos pero como siempre los ignoró y siguió corriendo hacia el baño y de vuelta hasta llegar a la habitación.
Al entrar observo la máquina que seguía dando los signos vitales, soltó un profundo suspiro acercándose a la cama y sentándose en su silla dispuesto a dormir.
Estaba deprimido así que decidio hablarle a su deku.
-por que no despiertas? -susurro.
Dejo pasar unos segundos para seguir.
-no sé que hacer sin ti -comenzaba a sollozar -no puedo vivir sin ti.
Bajo su cabeza limpiando las pequeñas lágrimas que corrían por sus mejillas cuando escucho que la máquina aceleraba los pitidos, miro preocupado a su niño y corrió a la puerta.
-AYUDA, POR FAVOR ALGO LE PASA A IZUKU! -gritaba desesperado.
A los pocos minutos llegaron enfermas corriendo seguidas de varios doctores que al observar lo que sucedía corrieron hacia Izuku.
Katsuki era empujado por algunas enfermeras que intentaban sacarlo de la habitación, antes de que lo lograran escucho y vio como la máquina dejaba de soltar rápidos pitidos siendo reemplazado por uno largo y doloroso.
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Cute babyboy - katsudeku
FanfictionKatsuki es el jefe de la mejor empresa de Asia, tiene que despedir a su asistente y contratara a Izuku por recomendación quedando loco por el a primera vista.