UNITED BY DANCE || Katsudeku

Capítulo Siete

Katsuki Pov

Desperté por un sonido desesperante que naufragaban en mis tímpanos, maldita sea era la alarma. Ya había amanecido, me levanté con pereza apagando el aparato. Me dirigí al baño dispuesto a darme una ducha y luego vestirme. Pues mi vestimenta no era la gran cosa, simplemente lo más cómodo para poder ir a mi primera clase de Danza. Me puse mi mochila, agarré mis auriculares poniéndolos en mis orejas para escuchar música, abrí la puerta dispuesto a irme a la cafetería a desayunar con los idiotas y sentí que mi vecino de al frente finalmente se daba por nacer. Pero al observar de quien se trataba, sin querer se me cayeron las llaves de mis manos. Éste al escuchar el ruido volteó a mirarme, noté un asombro en su mirada, con un leve sonrojo en sus mejillas, pues como no, era el maldito inútil de Deku.

—¡Qué miras idiota! —Solté enojado recogiendo mis llaves y cerrando la puerta para irme rápidamente.

—Nada... —Lo escuché susurrar, pero también sentí que cerraba su puerta.

Lo sentía detrás de mí, sentía como seguía mis pasos, ¡Eso me molestaba! Supuse que iba a la cafetería, pero su maldita presencia me irritaba. Coloqué mis manos en mis bolsillos mientras caminaba con calma al elevador, y al llegar, entré rápidamente seguido de él. Sin querer nuestros ojos se encontraron, pero miré inmediatamente hacía otro lugar desinteresado. Él había echo lo mismo, pero no era como que me importara. La puerta se iba cerrando poco a poco, pero una mano evitó que lo hiciera y la puerta se abrió inmediatamente.

Un chico con cabello súper raro, algo como con colores ¿Mitad y mitad? Había entrado, vi que Deku lo miró y sentí su jodida mirada alegrarse. Dios que incómodo era esto de estar con dos bastardos en el elevador.

—Midoriya... ¿Como amaneciste? —Habló el chico con pelo de dos colores, había apretado el botón de la cafetería, así que lamentablemente todos nos dirigimos ahí.

—Bien... ¿Y tú, Todoroki? —Sentí sus jodidas mejillas formarse como manzanas, al parecer estaba sonriendo.

El chico se había ganado del lado contrario, dejando a Deku al medio de los dos. Sentí su hombro rozar con mi brazo, lo que miré inmediatamente con fastidio.

—¡Oh lo siento! —Dijo mirándome con arrepentimiento, lo que retrocedió apegándose sin querer al otro bastardo. —Rayos soy un...

—Inútil. —Dije mirándolo con desprecio.

—No te preocupes Midoriya, no me molesta tu cercanía. —Sentí como Deku lo miraba con asombro y un leve sonrojo asintiendo con la cabeza.

La situación se puso incómoda para mí, pues el bastardo mitad y mitad se había puesto muy amigable, que patético. Pero me molestó la reacción del idiota de Deku sin saber por que, quizás lo poco que he visto de idiotas ponerse como una jodida niñita, simplemente aún más patético.

El elevador había llegado al piso de la cafetería, al ser abierta vi de lejos al pelo de mierda con el pikashu, ellos como si perros se tratasen sintieron mi presencia y corrieron hacía mí cuando salí del elevador, vaya idiotas.

—¡Bakubro! Amorcito como dormiste —Gritó el maldito pelo de mierda mientras el otro bastardo se reía.

—Vete a la mierda. —Le dije secamente caminando con ellos a mi lado yendo a la cafetería.

Kirishima miró curioso hacía atrás viendo como Deku sonreía y hablaba amistosamente con el bastardo de colores. Se acercó a mí como si estuviera intrigado en algo y habló.

—Oye bro, creo que te están quitando el novio... —Me susurró, pero se alejó al ver mi mirada de furia. —Oh mierda, bro... Era una bromita. —Decía entre risas pero con nerviosismo.