—¡Mierda mocoso! ¡Baja de una vez o no comes nada!— Gritaba en el piso de abajo la señora Mitsuki.
—¡No te escucho vieja!— Mintió y siguió con lo suyo como cada día.
Esta era su vida, todo los días despertaba a las 11 de la mañana para desayunar y irse directamente a su salón con un gran espejo que gracias a su madre pudo tener. Vivía en una casa grande, pero no tan para llamarse mansión. No tenía hermanos, así que era hijo único. De igual forma, salía todo los días en la noche para bailar con su grupo de amigos, quienes sin falta iban todos y traían su parlante de música. En estos momentos estaba aprendiéndose una coreografía que su amiga Mina les había creado el día de ayer en la noche. Su sudor pasaba de su frente hasta su abdomen, cada brazo sus venas se notaban por el esfuerzo que hacía por los diferentes movimientos que hacia. Su respiración estaba acelerada, púes sin pensar en el descanso y siguió con lo suyo. Aún que un fuerte rugido de su estómago interrumpió en ese momento, sin más fue hasta su celular y lo desconectó de su parlante.
Fue directamente al baño para darse una ducha, sin antes colocar música nuevamente en aleatoria y meterse en la bañera. Era inevitable no poder bailar cada vez que escuchaba música, así que de igual forma mientras se lavaba el cuerpo, hacía movimientos divertidos, y gracias a Dios aún no se caía por siempre bailar en la ducha.
Salió del baño con una toalla amarrada en su cintura y otra en sus hombros mientras se secaba el pelo con una mano. La otra mano traía su celular leyendo los mensajes de sus amigos, pero sin darle mucha importancia lo dejó en la mesa y comenzó a vestirse.
—Ya estoy vieja, pero no es necesario que cocines por mí.— Decía entrando a la cocina con su típica cara de fastidio. —Sabes que sé cocinarme sólo.
Su madre lo miró divertido y le dio un golpe en la cabeza con su mano. —No seas idiota y sienta te de una vez.
Éste gruñó fastidiado y se sentó sin más en la silla esperando que su terca madre le sirviera la comida. Ella siempre lo consentía y eso le molestaba a Katsuki, pero como era su madre tampoco podía mandarla a volar, así que a veces recibía sus regalos. Pero normalmente él hacía sus cosas sólo, siempre pensaba que con esfuerzos podría lograr lo que sea.
—A todo esto... ¿Ya decidiste a que universidad entrar? Mañana empieza las inscripciones a todas las que hay...—Colocó los dos platos que faltaban y comenzaron a comer.
—La UA. —Dijo secamente Katsuki.
—¿La Universidad UA? Pero de lo que he escuchado, es muy difícil entrar...
—No molestes vieja, soy el mejor, entraré sin hacer ningún esfuerzo.— Dijo confiado haciendo reír a su mamá. —¡Qué te ríes vieja bastarda!
—¡No me digas así mocoso de mierda!—Le dio otro golpe en la cabeza— Y pues, confío en ti, como siempre... Después de todo eres Katsuki Bakugou, tienes el apellido de tu Padre.
—¡Exacto!—Sonrió victorioso.
Brrr... Brrr...
—Te están llamando, deben ser tus amigos ¡Mandale saludos de mi parte! Oh ya sé, ¡invitalos a quedarse!— Decía emocionada. —Iré a hacer las compras, ¡Ya vuelvo!
Katsuki rodó los ojos tomando su celular y contestando la llamada.
—Que mierda quier-
—¡Bakubro! ¿Ya pensaste que Uni irás?— Decía su amigo rápidamente, de fondo se escuchaba música, así que suponía él que estaban ensayando. —Estoy con los bro's, iremos a molestarte.
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UNITED BY DANCE || Katsudeku
FanficNos conocimos gracias a la Danza, sacandonos de aquella oscuridad sin salida. ___________________________________________________ Katsuki Bakugou era un chico con un mal temperamento explosivo, pero gracias a la Danza pudo sacar su mal genio cada ve...