13. Imperfectos

90 5 0
                                    

- "¿No estás cansado?¿No te aburres?¿Te da todo igual?.... pues vete por donde viniste... vuelve a ese lugar de mierda, pero eso si. Un árbol que nace torcido ya no vuelve a enderezarse, tú y yo somos iguales... ambos somos nacimos torcido" - fueron la palabras que una vez ella me dijo.

Aquella pelirubia que pensaba que era tan estupida como aquellas palabras que me dijo.

Pero era cierto.

Ambos nacimos torcidos, pero como todo árbol torcido, se corta y se deja crecer nuevamente ¿no?

Hoy en día, me sentía bien, mi vida había vuelto a su rumbo de antes.

- ¿Abe? - dicen a mis espaldas y me giró para ver a una pelirroja envuelta con una simple sábana de color blanco de la cama hotel - ¿Qué haces? Ven - me dice y suspiro.

- Sabes que duermo con ninguna Alexa - le digo y termino de abotonar mi camisa - Tengo un vuelo en media hora, debo estar en el aeropuerto - le digo.

- Como quieras - me dice de mala gana y se voltea.

La miro y no se porque, pero esperaba una insistencia, un reclamo, pero... solo recibí lo que me gusta... aceptación cruda y seca.

Tomo la manilla de mi maleta ubicada cerca de la puerta y salgo del lugar.

Tomo el ascensor y cuando bajo en el vestíbulo, me dirijo a la parada de taxis. Poco tiempo pasó cuando ya me encontraba en el aeropuerto y me diría a la zona de embarque.

- ¿Capitán Mateo? - pregunta a mis espaldas y me volteo, frunzo el ceño, un chico castaño en frente de mi hace un saludo militar - Mi nombre es Christopher Velez, seré su nuevo copiloto - me dice.

- ¿Christopher, verdad? - él asiente - Vale ¿no fuiste tú quien falló hace meses en el simulador? - le pregunto y él hace una mueca.

- Eh, si. Pero eh mejorado - me sonrie.

- ¿Océano Atlantico o Pacífico? - le pregunto con una ceja alzada y él borra su sonrisa.

- De hecho fue en un campo en Wyoming - me dice y suspiro pesado.

- ¿Dónde está Erick Colón? - le pregunto severo.

- En un vuelo comercial hacía Paris, señor - me dice y abro mis ojos como platos - El capitán tuvo una intoxicación con una comida y recursos humanos vio ocurrente hacer un cambio con toda la tripulación - me informa y froto mis cienes.

- ¿Tienes algunas experiencia ya? - le pregunta y él asiente - Te todos modos te vigulare bien, no me convences aún - le digo y el asiente con una sonrisa incómoda - Muevete - le digo y tomo mi maleta.

Ponemos las maletas en el carrito de las maletas, estábamos subiendo por la escalera de embarque y cuando entro en el avión me paralizó apenas pongo un pie.

El uniforme de las azafatas de Gomez-Aire, eran simples, un vestido y chaqueta del mismo material de la tela, negro, pañoleta de color blanco y unos tacones de color negro.

Junto con una coleta o moño en sus cabellos, que se ocultaban un poco con un muy pequeño gorrito con el logotipo de la línea aérea. Al igual en un lado del pecho de la chaqueta.

Una de las azafatas se volteó y unos ojos castaños se conectaron con los míos.

Su cabello rubio estaba en una coleta alta y el uniforme le quedaba muy bien, fijo mis ojos en sus labios y estos tenían un color rojo fuerte.

- "...odio a veces cuando Charlotte nos critica por todo. Es decir ¿qué con eso si no todas tenemos un lápiz labial rojo?..." - recordaba su tono de reproche una de las tantas noches que se atrevió a llamarme después de pasada las una de la madrugada.

Abraham Mateo Donde viven las historias. Descúbrelo ahora