Desde su lugar miraba como el castaño miraba embelesado a la rubia en frente suyo.
Gruño y rodo los ojos.
- Oye Mateo, haznos un favor de deja de babear por el culo de Stephanie - dice la pelinegra y toda la clase comenzó a reírse por ese comentario, más por la cara de Abraham.
- ¡Callate O'Connell! - le exclama Abraham molesto.
- Profesora ¿me puedo cambiar? - pregunta la la rubia un poco incomoda.
- Anderson siéntese - le dice la profesora y la rubia se sienta, la mujer de más edad mira a sus dos alumnos que nunca se llevaban bien. Suspiro quitándose sus lentes - O'Connell por favor guarde sus comentarios para el receso, y señor Mateo, por favor controle sus hormonas - dice la mujer para darse vuelta y escribir en la pizarra.
Una tropa de bullicios apareció en el aula.
- ¡Silencio! - exclama la profesora y todo se callan - Mejor - dice irritada - Sacaos los lápices y los libros, pasamos a química - dice la profesora demandante y todo le hacen caso mientras ella escribe en la pizarra.
Abraham giró su mirada hacia Paula y este le sacó la lengua riendo.
Minutos después el timbre sonó y todos comenzaron a guardar sus cosas para irse a sus acupaciones.
- De verdad ustedes se llevan mal - dice Pablo llegando a su lado, le palmea el hombro - Pero amigo, a veces te puedes controlar eh - le dice y Abraham quita su mano de su hombro.
- Me vale madres lo que diga esa pija - dice Abraham de mala gana.
- ¡Oye Mateo! - Abraham gira su mirada y una bola de papel se estrecha en su cara, abrió sus ojos y vio a su tormento reír junto con sus amigas mientras caminan a la salida.
Apretó con sus manos con fuerza su mochila.
- Y eso que es tú hermanastra - dice Pablo negando con su cabeza.
- ¿Qué? No me digas - dice con sarcasmo, borra su sonrisa - Vamonos que no quiero llegar tarde al entrenamiento - se pone su mochila en el hombro y caminan a la salida.
(...)
- Mamá ya llegue - dice Paula dejando su abrigo en el perchero, se detuvo y no escuchó nada, bufó.
Su madre había salido con su nuevo esposo por el día de los enamorados, bah.
Camino a su habitación y se encerró en el, odiaba esas fechas.
¿Porqué tenía que existir ese día? ¿En qué consistía en verdad? ¿Tenía alguna importancia?
Pues si el día se trataba de recibir regalos cursis, caros y pobres, preferiría que todos los días fuese su cumpleaños.
Era catorce de febrero y era una fecha que odiaba ¿porqué? Simple. Le habían roto el corazón en esas mismas fechas, y no cualquier persona.
Su hermanastro.
#Flashback#
Paula's POV
Hace doce años...
Terminé de hacer la tarjeta, la pegue con una pegatina de un corazón con brillanticos y tome los dos regalos.
Mi mami me había ayudado a elegir el regalo para mis nuevos hermanitos, eran unos simples chocolates, sus favoritos.
Baje las escaleras donde se oían los chillidos de mi madre, de seguro el señor Antonio le había regalado algo.
Efectivamente, si era así.