¿Cómo puedes no evitar enamorarte?
Aún cuando las cosas son difíciles ¿puede haber un lugar para eso? ¿enamorarse o... encapricharse?
Mi hermana y hermano me habían abandonado hacia mucho tiempo, según una misión secreta o algo por el estilo, desde que perdimos a nuestros padres no fueron los mismos.
Tenía entendido que Antonio estaba muerto pero el cuerpo de Sonia aún no se a encontrado y quería pensar que estaba bien.
Tenía unos siete cuando me dejaron en una de las instalaciones de su organización, antes de irse me habían dicho que le hiciera caso a una de sus mejores amigas.
Emily Montecarlo
Es una de las mejores agentes de la agencia, me ayudaba en mis entrenamientos y siempre estuvo al pendiente de mi desde que era un crío, a medida que crecí... empecé a sentir cosas por ella.
No estaba bien, ella me crío sola aún cuando las otras supervisoras le habían dicho que por su trabajo no podía estar al pendiente de un niño, todas tenían un pupilo yo era el de Emily, pero desde que comprendí con que ojos la veía me sentía avergonzado.
- ¡Hey Mateo! - me gritan detrás y me volteo - El combate va a comenzar, la señorita Montecarlo te busca - me dice y asiento.
- Iré en un momento, solo debo terminar el vendaje - le digo.
- Vale - me dice y se retira del cuarto de las duchas.
Suspiré y terminé de vendar mis nudillos en una venda gruesa, me levanté decidí esperar un poco más para concentrarme en lo que pasaría en las siguientes horas.
Todos los cadetes tenían que hacer una prueba de lucha cuerpo contra cuerpo, los más avanzados con los novatos, yo era avanzado y no quería decepcionar a Emily.
Era una competencia, por saber que maestra o maestro era mejor que el otro, si perdía daría a entender que Emily estaba perdiendo su "toque" como unas de las mejores agentes, su reputación estaba en juego y como siempre, debía de respetarlo.
A la final los que son vencidos (si eres novato) eliges a tú maestro o maestra, y en caso que tengas uno puedes cambiarlo, Emily era conocida por ser una de las que más tenía alumnos, su reputación era buena y debía de permanecer hay.
Tomé una respiración profunda y suspiré para luego salir del lugar hacia el lugar lleno de gente.
Me senté en mi sitio y miré al director de la agencia subir al podio para dar algunas palabras alentadoras e iniciar el combate.
Mi mirada divago ignorando lo que decía el hombre mayor, hasta posarla en Emily que estaba mirando a todas partes, seguro buscándome.
Su cabello largo y castaño caía por sus hombros, sus lentes ocultaban sus hermosos ojos se color marrón, llevaba unos pantalones y camisa de vestir junto con unos tacones de tacón grueso.
Mi cuerpo se erizó cuando note que me miraba y aparte rápido la mirada.
-... Y sin más que decir, que inicie el torneo - escucho al director junto con unos aplausos.
(...)
Doy un último golpe y mi oponente cae al suelo, escucho aplausos leves mientras trato de normalizar mi respiración.
- Theon a caído, Abraham es el ganador - escucho y suspiró de alivio - Otra victoria para ti querida - dice Alexandra Rojas, una de las maestras de la agencia y amiga de Emily.
Vuelvo a mi lugar y tomo una toalla que me extiende mi amigo.
- La señorita Montecarlo parece satisfecha con tú pelea, aunque creo que se lo que te dirá - me dice y asiento.