Pergaminos

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Taehyung contaba con muchos secretos... y por eso su agenda era tan apretada. Los días que no iba al encuentro con Jungkook los invertía en actividades de igual provecho.

Se levantó esa mañana, de buen humor porque anoche se había quedado hasta tarde, adelantando el lavado de las sabanas, por lo que apenas saliera Soe de la casa, era solo extenderlas en las cuerdas del patio trasero cerca de las calderas y tendría mucho tiempo para invertir en otras cosas.

Al finalizar la tarea anteriormente enunciada, fue corriendo de nuevo a su habitación para tomar la capa que lo resguardaba del frio de esos días, esta estaba impregnada del aroma de Jungkook debido a que se encontraban con frecuencia y aunque no lo admitiera en voz alta, ese aroma lo arropaba más que la misma prenda.

Se escabulló entonces de la casita de Soe para llegar a una panadería por un camino boscoso, tres toques, una pausa y otros dos más en la puerta trasera para que supieran que hacia parte de la "hermandad" "grupo" lo que fuera que se estaba formando en el lugar en donde se horneaban galletas y otras cosas.

La puerta la abrió Park Jimin, un bonito omega macho de cachetes más que adorables y rosaditos como manzanas muy semejante a lo que olía su omega, que había llegado hace unos tres meses al poblado de Taehyung de una provincia que estaba un poco más al sur, no salía mucho de la panadería, por lo que no era muy conocido en la comunidad y así se quería que fuera.

Jimin era un representante de un movimiento que se estaba gestando en el sur, impulsado por "la familia Park", que era una asociación de personas con este mismo apellido que estaban siendo seducidas por las ideas "liberales" del norte de Corea.  

—¡Tete!— Jimin se lanzó a los brazos del omega recién llegado con gran emoción, aunque se separó de golpe al sentir el aroma que envolvía a su amigo, aspiró hondo antes de preguntar, sólo para asegurarse—¿Estás saliendo con un alfa?

Taehyung sintió como se aceleró su frecuencia cardiaca y se le tintaron de carmesí los cachetitos ya que había sido descuidado, porque vivía con una beta, no se había percatado de que el aroma de Jungkook se sintiera tanto sobre él, en general Taehyung no interactuaba con muchas personas. 

—No, ¿de que hablas?—Fue lo único que dijo y entró con algo de prisa para no responder más preguntas hechas por el omega.

En la parte trasera de la panadería se estaba formando "una imprenta" los bultos de harina y huevos se habían reemplazado por tinta y pergamino, los ojos ansiosos de Taehyung se movieron por encima de las mesas.

Indescriptible fue su emoción al notar como entendía parte de las cosas que estaban escritas en esos pergaminos: "Toda persona que trabaje tiene derecho salario" 

Mirando por la ventana habia adquirido las bases, pero el recibir clases personalizadas había hecho que su progreso fuera mucho mayor.

—¡Hyung!— Taehyung se refería a Kim Seokjin un amable beta que era el dueño de esa pequeña panadería, este hizo presencia apenas oyó la voz de Taehyung.

—Tae— Saludó amablemente mientras se asomaba por la puerta que dirigía a la "verdadera" cocina- almacén de la panadería.

Taehyung la primera vez que vio a este beta lo confundió con un omega, el chico era ciertamente precioso, se rumoreaba que el éxito de su panadería se debía en gran parte a la compra desmesurada por parte de señoras y jóvenes enamoradas, que iban a comprar solo por ver ese hermoso rostro un par de minutos.

—¡Hyung! los pergaminos tienen un error—Taehyung señaló la escritura en la medida que leía con gran orgullo— Toda persona tiene derecho salario, hace falta un conector, "a un" para que: quede toda persona tiene derecho a un salario— Taehyung también se tomó el atrevimiento de remojar un pincel en la tinta y añadir lo que hacía falta.

Omega De Jade [Kookv] COMPLETADonde viven las historias. Descúbrelo ahora