Consentimiento

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—¡Taehyung tienes una abertura! — Le gritaba Hyunk Sik por décima vez, mientras le golpeaba levemente con un palo la zona en donde podrían matarlo de una sola cortada—¿Estás bien? has estado bastante distraído el día de hoy.

Y esa era una formalidad, ya los dos alfas que entrenaban con él podían hacerse una idea de lo que estaba sucediendo con el omega, el olor mentolado sobre él, que no había aparecido hace al menos una semana, de repente inundaba el lugar con una fuerza impresionante.

Pero ojalá fuera el olor lo que le preocupara a Taehyung, se sentía abatido, desolado, perdido, antes y al parecer el aroma de Jungkook estaba ocultando el aroma a "tristeza" de su propio lobo.

la madrugada de ese mismo día, Jungkook le había comentado después de darle una experiencia increíble, que en tres semanas se iría a campo por orden de su padre.

Tres meses que les quedaban se habían vuelto abruptamente tres semanas y su lobo y él se resistían a asimilarlo, no quiso darle más problemas a Jungkook, por lo que supo su padre era una persona bastante severa, pero en el momento mismo que dejó de sentir al alfa "tan cerca" lloró para destilar toda la tristeza que sentía, lloró hasta que su cabeza comenzó a dolerle, lloró hasta que las obligaciones de su día a día lo impulsaron a hacer otra cosa.

—No me he sentido muy bien, estoy algo mal de estómago— esa excusa era su fiel compañera y aunque Hyung Sik se ofreció a suspender el entrenamiento, Taehyung se esforzó hasta el final, ya sabía que en la tarde no iba a ver a Jungkook e igual era obligación que aprendiera del manejo de la espada.

Se sentía triste, sí, pero no se iba a echar a morir, la causa por la libertad, era más importante que cualquier sentimiento que guardara hacía Jungkook.

En medio del entrenamiento Seojoon se esforzó por ver si había alguna marca en el cuello del omega, cada vez que llegaba con ese aroma tan inquietante, ese era su mayor temor, todavía acunaba la esperanza de que Taehyung recapacitara y quizá él pudiera entrar en su corazón, pero eso no iba a suceder si ese alfa no se alejaba de Taehyung.


Ω


Pasaron otros 4 días antes de que el alfa volviera a colarse en su habitación, Taehyung había estado prestando más atención a su rutina para dormir, humectando su piel con aceites por si Jungkook quería volver y tocarle.

Desde esa vez, no había hecho otra cosa que pensar en ello, quería que lo tocara de nuevo. En ocasiones lo asaltaba el pensamiento de estar "cambiando" sus prioridades, pero él seguía practicando con la espada, seguía con sus ejercicios de lectoescritura, dándose cuenta de que estaba más avanzado que la clase que miraba por la ventana ¿era tan condenable que en su agenda se hubiera metido el deseo de ser querido?

En algún punto de la noche Taehyung sintió como era abrazado desde la espalda—Cachorro te he extrañado tanto—La voz gruesa de Jungkook en su oído mientras acariciaba su brazo realmente le hacían querer gritar de la alegría, como un cachorrito, volvió su cuerpo y llenó al alfa de besitos en su cara y cuello.

Jungkook tomó una de las piernas del omega y la colocó sobre su cintura para poder acariciar ese muslo con mayor comodidad—Hueles delicioso Tae...

—¿C-ómo han estado sus entrenamientos?

—Me duelen hasta las pestañas, pero me duele más que estés lejos.

Taehyung le dio un golpecito en el hombro—Usted y sus comentarios bobos.

—¿Me has desnudado y no te atreves a usar un lenguaje informal conmigo?

—Me niego a faltarle al respeto.

Omega De Jade [Kookv] COMPLETADonde viven las historias. Descúbrelo ahora