Jeon's Omega ♡KookMin♡

Capítulo 2

Los atrayentes pero fríos ojos azules del alfa tenían a Jimin hecho un manojo de nervios, la mirada que el hombre le estaba dando era tan intensa que el omega bajó su vista al suelo sin saber qué otra cosa hacer-

— ¿Por qué bajas la mirada?— La voz del alfa se escuchó de forma ruda y autoritaria antes de poner sus dedos en el mentón de Jimin y levantarle el rostro.

—Usted es un alfa— Respondió Jimin mordiéndose el labio inferior.

—Soy un alfa, no un dios y cuando hablo con alguien me gusta que me vean directo a los ojos— Le informó el alfa.

Jimin asintió mirándolo con nerviosismo, el rostro de ese hombre era hermoso pero duró y ese permanente ceño fruncido dejaba ver que el alfa no sonreía mucho, necesitaba ir directo al grano entre más rápido se enterara lo que ese hombre quería mas rápido podría irse.

— ¿Para qué ha solicitado mi presencia? — Preguntó.

—Pasa— Ordenó el alfa y abriendo aún más la puerta.

Jimin abrió sus ojos totalmente asombrado, esta era una habitación de hotel, ese hombre era un alfa y el un omega lo que lo dejaba en una gran desventaja.

—Sé que se dio cuenta estoy en una situación económica muy difícil, pero yo no vendo mi cuerpo — Afirmó Jimin dando un paso atrás.

Tal vez hubo un destello de alguna emoción en esos fríos ojos azules que Jimin no supo descifrar, pero el rostro del hombre siguió siendo estoico —No te he mandado a traer por esa razón  — Le aseguró el alfa — Y créeme en la forma en que te ves ahora en lo último que pienso es en tocarte—

Jimin tragó grueso —Bien, eso es suficientemente justo — Murmuró al entrar, no podía ocultar el sol con sus dedos, su aspecto en ese momento lo único que podría causarle a un alfa como este sería lastima y en el más estreno de los casos asco.

—Toma asiento — Ordenó el alfa.

Jimin lo hizo de forma cautelosa la curiosidad lo estaba matando y la desconfianza era una espina clavada en su pecho, pero el lobo en su interior estaba tranquilo, por lo general su instinto animal estaba alerta en todo momento sin embargo ahora parecía estar dormido el exquisito olor a café del alfa lo tenía en calma.

El alfa le dio una mirada evaluativa y luego desapareció por una puerta, y Jimin se dio el gusto de mirar examinar la habitación era bonita y arreglada con buen gusto para estar en una pequeña ciudad y remota ciudad el hotel elegante, Jimin nunca había estado aquí.

El alfa regresó en ese instante con lo que parecía un botiquín y lo colocó sobre la cama sacando varios elemento de primeros auxilios — ¿Tu cabeza, dejó de sangrar? — Preguntó.

El omega se tocó el punto donde se había golpeado con el muro y  seseó haciendo una mueca de dolor — Si, eso creo, no tiene por qué hacer eso, esto no es nada—

El alfa le miró de manera indescifrable otra vez y se acercó a el — Si no fuera nada, no estarías quejándote omega — espetó de forma tranquila pero cevera a la vez revisando la cabeza de Jimin y limpiándolo delicadamente.

—Puede llamarme Jimin— Le hizo saber al alfa pero este no le contestó nada.

Jimin frunció el ceño ¿esto era un sueño? ¿Qué diablos estaba pasando en ese instante? Ese alfa era totalmente diferente a los que había conocido hasta el momento y tenía esos ojos totalmente azules que lo miraban con frialdad y era jodidamente difícil interpretar o adivinar lo que estaba pensando porque en su rostro no se reflejaba ninguna emoción.

Un momento después de terminar de limpiar la herida de su cabeza el alfa que aún seguía enfundado en su elegante traje arrastró una silla y empezó a limpiar las rodillas raspadas de Jimin —Hueles a caramelo— Dijo entre dientes.