Capítulo 39 "El comienzo de una amistad"

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Solo unos días después de regresar de la clase Yunxi, Cheng Fengtai se había olvidado del delicado y frágil Xiao Zhouzi. Básicamente, todo su interés por la ópera solo se centraba en Shang Xirui. Si el mundo de la ópera posee tesoros o escándalos, no quiere saberlo.

No fue hasta un mes después, que Shang Xirui llamó a la residencia de Cheng, esta era la primera vez que llamaba a Cheng Fengtai. La llamada fue recibida por Lanhua, la doncella de la señora Cheng'er. Shang Xirui dijo. —"Este es el día indicado, por favor pídale a Cheng Erye que revise la mercancía".

Lanhua miró hacia la habitación contigua. Cheng Fengtai aún no se había despertado, ella respondió. —¿Cuál es tu apellido?

Shang Xirui pensó por un momento. —"Mi apellido es Tian".

Y por conveniencia, Lanhua gritó hacia el dormitorio de Cheng Fengtai. —¡Erye! ¡El Sr. Tian le pide que inspeccione los productos!

Después de haber gritado dos veces, y no conseguir respuesta, la pequeña fue aún más irrespetuosa, le gritó a Erye cada vez más fuerte. De repente se levantó la cortina de la puerta, la señora Cheng'er entró enojada y agitó la mano con furia, fue seguida por Yinghua, su doncella personal. Lanhua no tenía idea de por qué la señora Cheng'er entró con el ceño fruncido y la miró mal. La señora Cheng'er la regañó. —¡Más y más insolente! ¡Gritando de esa forma! ¡¿Solías hacer esto cuando estabas en el Norte ?!

Lanhua se paró junto al teléfono, miró hacia abajo mientras sostenía el auricular, no se atrevió a respirar, tenía los ojos enrojecidos.

Cheng Fengtai estaba muy perturbado por el ruido, así que ya no podía dormir. Se puso un par de pantuflas con molestia y camino para contestar el teléfono. Su cabello estaba despeinado, sus ojos somnolientos. Gruñó, no tenía un amigo llamado Tian. ¡En este momento, todos sus amigos todavía estaban durmiendo mientras abrazaban a sus chicas! Solo aquellos que quieren pedir dinero prestado le instan a que se apresure a comprobar los bienes. Al contestar el teléfono, Cheng Fengtai sonrió deliberadamente a Lanhua para animarla. Lanhua fue comprada en el norte hace unos años. Es difícil cambiar el carácter de una chica de campo. Era un poco estúpida, por eso la regañaban a menudo. Cheng Fengtai siempre trataba de ser amable con ella.

La señora Cheng'er la miró a los ojos con expresión fría y luego se sentó a hacer la costura. Lanhua corrió asustada, preguntándose qué había echo para molestar a su señora.

Shang Xirui no pudo soportar la larga espera, así que comenzó a tararear para entretenerse. Siempre tarareaba cuando estaba inactivo.

Cheng Fengtai escuchó una canción en voz baja desde el otro extremo del teléfono. Su voz era suave y nítida como si los labios cantantes tocaran directamente a sus oídos. Era ópera Kunqu. Cheng Fengtai se rió cuando lo escuchó. Tenía miedo de ser visto por la señora Cheng'er, así que le dio la espalda y gritó deliberadamente en el dialecto de Beiping. —¡Jefe Tian! ¿Que tan feliz se encuentra hoy, que ha decidido llamarme? ¿Cómo está?

Shang Xirui se sorprendió. —"No he hablado todavía ¿Cómo sabes que soy yo?"

Cheng Fengtai respondió. —Aparte del jefe Tian ​​¿Quién más puede cantar tan bien?

Shang Xirui se rió de inmediato con voz apagada, no pudo contener la emoción en su risa, como un niño travieso. —"¡Sí! ¡De verdad! Aunque todavía es un poco peor que el jefe Shang".

Cheng Fengtai se rió. —¿Realmente hay algo bueno que pueda ver?

—"¡Ahi esta!"

—¿A qué hora?

—"Ahora mismo."

—¿Ahora mismo? —Cheng Fengtai se volvió para mirar el reloj, no eran más de las doce en punto. Estaba consciente de que los teatros tenían por norma general presentar las mejores obras durante la noche, y al final siempre era un actor famoso el que se presentaba, desconcertado, no pudo evitar preguntar. —¿Hay algo bueno a esta hora?

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