Capítulo 33 "Sin negocio, sin traición"

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Cheng Fengtai abrió los ojos con pesadez, ya eran más de las diez. Escuchó a sus dos hijos mayores jugar al fútbol en el patio. Al parecer su señora Cheng'er les regañó. —¡Vayan y jueguen afuera, su padre está durmiendo!

El segundo joven maestro se lamentó. —¿Por qué papá siempre duerme? Si no está durmiendo, no está en casa.

La Señora Cheng'er no podía arruinar la imagen de Cheng Fengtai frente a los niños, así que le mintió a su hijo. —¡Tu padre se fue a hacer negocios! ¡Haz lo correcto! ¡Los niños no deben de hablar mucho, váyanse!

Cheng Fengtai no se avergonzó, bostezó ruidosamente en la cama. La Señora Cheng'er lo escuchó a través de la ventana y le pidió a una criada que le preparara agua. Cheng Fengtai vio a la Señora Cheng'er entrar en la habitación mientras sostenía al tercer Joven Maestro. El tercer joven maestro tiene ahora más de un año. Sus ojos eran grandes y claros, su cabello y cejas eran marrones. Aunque todavía era pequeño, ya se le podía ver que sería muy guapo. Se recostó sobre el hombro de la Señora Cheng'er, con sus pequeños dedos regordetes aferrados al collar de diamantes de imitación que portaba su 'esposa'. A los niños les encantan los objetos brillantes.

Cheng Fengtai, que todavía estaba en la cama, jugueteó con el cabello del Tercer Joven Maestro y preguntó. —¿Por qué el cabello de este niño es marrón? Al igual que Cha Cha'er.

La Señora Cheng'er lo miró con frialdad. —El cabello de los niños es originalmente amarillo y se vuelve más oscuro después de crecer.

—¿Es cierto? Me temo que le faltan vitaminas. Llamaré a un médico occidental para que lo revise mañana. ¡Los otros dos niños nunca han tenido el pelo amarillo!

La Señora Cheng'er no pudo evitar quejarse. —Nunca sostuviste a los otros dos niños con tus propias manos hasta que fueron grandes ¿Acaso puedes recordar de qué color era su cabello?

Cheng Fengtai se rascó el cabello y se sentó nervioso. —Eso es porque estoy ocupado.

—¿¡Ocupado !? ¡Ocupado comiendo, bebiendo y jugando!

En ese momento, una sirvienta entró para ayudar a Cheng Fengtai a cepillarse los dientes y lavarse la cara, la Señora Cheng'er no dijo nada más.

Cheng Fengtai apretó su toalla y se secó la cara mientras decía. —¡Mi señora ha hecho una acusación falsa! ¿Qué negocio no se logra comiendo, bebiendo o apostando? No solo estoy jugando. Hablemos de las dos fábricas hiladoras que Fan Lian instaló en Shanghai. Aunque solo invierto en acciones y obtengo dividendos, tengo que presentarme y hacerme amigo de Shanghai. Fan Lian estaba buscando un cocinero que sepa cocinar platos de Shanghai y hacer camarones borrachos como aquí en Beiping. Tuve que acompañarlo a beber hasta que me dolió el estómago. ¡Oye! ¡Estoy cansado!

Tan pronto como la Señora Cheng'er se enteró de lo de su hermano, esperó a que la sirvienta saliera de la habitación y frunció el ceño. —Mira a tu cuñado, no hace nada en todo el día ¡Siempre inactivo! Para él no es fácil el manejar un negocio familiar ¡Y ahora quiere abrir una fábrica!

Al principio, Cheng Fengtai quería poner a Fan Lian como excusa, pero cuando escuchó a su esposa quejándose de él, cambió de opinión y quiso proteger a su cuñado. Se agachó, sonrió y pellizcó la rodilla de su señora. —¡Ay! ¡Mi Señora Cheng'er! Tu hermano llegó hasta Beiping para evitar la guerra, lo que hizo que las relaciones familiares se debilitaran. ¿Qué negocio familiar podemos hacer? ¿Cómo podemos mantener una casa de jóvenes amos, señoritas y una amante si no construimos un nuevo negocio?

La Señora Cheng'er se quedó en silencio, sus cejas negras que eran como hojas de sauce se elevaron levemente, se burló con tanta frialdad como la nieve. —Está bien ¡Esperaré a que te cases con una joven amante!

Winter BegoniaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora