Capítulo 30 "Música inmortal"

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Desde la antigüedad, las historias de homosexuales han sido innumerables e incluso inevitables. Un joven solitario está atrapado en este ambiente sucio, aunque no quiera, es difícil mantenerse limpio bajo varios tipos de persecución. Esta es simplemente la aquiescencia predeterminada en el mundo de la ópera. Como todos son iguales, no hay compañeros que hablen de esto abiertamente. Hou Yukui solo quería avergonzar a Shang Xirui, estaba mirando hacia abajo a Shang Xirui.

Al principio, el estatus de Sheng Jiao'er(1) siempre fue más alto que el de Dan Jiao'er(2). Hace veinte años, Ning Jiulang elevó el estatus de Dan Jiao'er, incluso dividió al mundo en dos cuando obtuvo el Sheng Jiao'er.

Pero lo que hizo Shang Xirui fue más terrible que lo de Ning Jiulang, ¡Poniendo patas arriba el yin y el yang! Todos admitieron que cantaba muy bien y con calma. Pero, se atrevió a cambiar las canciones, se atrevió a cambiar un buen libro. ¡Eso es lo que vio Hou Yukui! ¡Una gran injusticia! ¡Desobediencia en el mundo de la ópera! Entonces Hou Yukui escuchó que Shang Xirui había seguido a dos señores de la guerra. El comandante Cao es su partidario y tiene relaciones con dignatarios nuevos y antiguos como An Beile.

Él estaba seguro de que Shang Xirui había vendido su cuerpo por la prosperidad, alguien que estaba dispuesto a ser abrazado por el dinero. Hou Yukui simplemente no podía entender por qué Ning Jiulang fue tan diligente en cuidar de Shang Xirui todo el tiempo. Hou Yukui sabía que Ning Jiulang no era el tipo de persona que quería hacer una gran fortuna. Hou Yukui no le dio una cara a Shang Xirui. Niu Baiwen no tiene tiempo para abrir un nuevo círculo de canciones, y An Beile está ocupado defendiendo a Shang Xirui.

An Beile es un hombre mongol con un temperamento descarado, su rostro se endureció y dijo. —Viejo Hou ¿Hay pólvora en tu pasta de humo? Eres un anciano respetado. Pero tus palabras son muy arrogantes y están llenas de tonterías. El jefe Shang es increíble, le gusta al público, e incluso los críticos quisquillosos lo elogian.

Hou Yukui se rió entre dientes. —Oh, el Sr. Beile se ha enojado. ¡Deja de hablar, deja de hablar! —estiró la cintura y dijo. —Pero, no eres tú quien decide si su canto es bueno.

Niu Baiwen también habló nuevamente con Hou Yukui sobre cuán profundas eran las habilidades de Shang Xirui, sobre cómo podía decir oraciones largas de una vez. Pero, Hou Yukui no estaba feliz de escucharlo, se volvió y ordenó a sus servidores que quemaran un cigarrillo. —Lo siento, Sr. Beile, debo tomar un respiro. A mi edad, mi espíritu es mucho más corto que antes...

An Beile era demasiado vago para responderle, sonrió y se acercó a Shang Xirui.

Shang Xirui de repente se dio la vuelta, los nervios de Niu Baiwen se tensaron de inmediato, pensando que Shang Xirui se iría enojado, dio un paso adelante para bloquear el camino de Shang Xirui y susurró. —¡Jefe Shang! ¡Jefe Shang! No te enojes. Estoy a cargo hoy, no me hagas pasar un mal rato, el jefe Hou esta de mal humor hoy ¿podrías por favor darme una cara? por favor, haz un buen espectáculo esta noche.

Shang Xirui se congeló por un momento, mirando a Niu Baiwen. —Bueno... no te preocupes. Me iré a preparar.

A pesar de que Shang Xirui era infantil y fácil de provocar, era muy respetuoso y perdonaba a los mayores, nunca respondía o simplemente se iba. Se estaba preparando en medio del ruido de An Beile, Hao Yukui todavía fumaba su gran pipa en su silla, como si se hubiera olvidado de cantar. Shang Xirui se maquilló y tarareó el tono de "Wujia Po". Una vez que entró en el drama, inmediatamente se sintió relajado y feliz. En otra mesa había un lingote de plata, lo tomó y jugó con él.

An Beile dijo. —Aunque esta plata es ligera, parece real.

Shang Xirui se rió. —Porque está cubierto de plata.

Hou Yukui de repente gritó. —¡Devuélvelo a su lugar!

Shang Xirui quedó atónito mientras sostenía el lingote en su mano. Antes de que An Beile atacara, Niu Baiwen rápidamente tomó el lingote de la mano de Shang Xirui y la devolvió a su lugar original. Tan pronto como Shang Xirui comenzó a fruncir el ceño por las palabras de Hou Yukui, Niu Baiwen inmediatamente dijo otras cosas para distraer a Shang Xirui. Niu Baiwen estaba tan exhausto que casi se desmayó, era más difícil que manejar un grupo.

Finalmente, Hou Yukui comenzó a maquillarse. Afuera estaba oscuro, las luces brillaban en el escenario. Parecía un lugar muy lujoso y majestuoso. Los invitados estaban muy emocionados, hablando y riendo, el ambiente era como estar en un pequeño teatro.

Después de que Hou Yukui se vistió, su rostro se veía hermoso y más lleno. Sus espesas cejas y sus grandes ojos lo hacían parecerse un poco a Xue Pinggue. Shang Xirui miró los zapatos de Hou Yukui, agarró la esquina de su ropa y luego inconscientemente se mordió la uña. Se sentó en la silla, de repente se puso de pie, pisoteo dos veces y se volvió a sentar. Tanto Niu Baiwen como An Beile sintieron que Shang Xirui podría estar nervioso.

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