Capítulo 43 "El regreso de Du Qi"

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Du Qi tardó menos de cinco o seis días en regresar de Francia. Después de salir de la estación de tren, no regresó a su propia casa, sino que corrió a la casa de Shang Xirui y pellizcó la cara de Xiao Lai antes de entrar al patio. —Niña! ¡Cuánto tiempo sin verte! ¡Te has hecho más alta! —la cara generalmente fría de Xiao Lai cambió, miró hacia arriba y dijo con una sonrisa. —¡El Séptimo Joven Maestro ha regresado! ¡El jefe Shang ha estado esperando que regrese desde hace días!

Du Qi asintió. —Lo sé, lo sé, recibí su carta en Francia. Su letra no está tan ordenada como cuando me fui.

Xiao Lai se rió. —¿Verdad? ¡Todos los días canta ópera diligentemente! ¿Cómo puede tener tiempo para practicar la escritura? "Canta ópera o juega con Cheng Fengtai" —Xiao Lai no dice esta última frase.

Xiao Lai generalmente odia a los hombres alrededor de Shang Xirui. Les gusta apostar salvajemente y tratan a los actores como una broma. Al hablar de frente son halagadores, tanto como para llegar al cielo, pero a espaldas, sus palabras siempre estarán cubiertas de barro, completos hipócritas. Pero Du Qi era una excepción porque sabe que es un amigo de la ópera. Aunque Du Qi es un hombre frívolo con sus palabras y acciones, no tiene pensamientos sucios hacia Shang Xirui. Es un compañero que comparte el honor y la vergüenza. A diferencia de Cheng Fengtai. Desde la perspectiva de Xiao Lai. A Cheng Fengtai no le gusta mucho la ópera, solo iba por Shang Xirui, y cuando veía cantar a otras personas parecía que Cheng Fengtai las despreciaba solo porque no eran Shang Xirui.

Du Qi se aflojó la corbata y se desabrochó el saco de su traje mientras caminaba y gritaba. —¡Hermano Rui! ¡Sal rápido! ¡Te extrañé!

Era mediodía, y como de costumbre Shang Xirui estaba tomando una siesta. No se escuchaba ruido desde la habitación, pero si una tenue voz cerca. Se le había pedido a Xiao Zhouzi que practicara para "-Zhaoyun Chusai-"(1), porque se le iba a permitir presentarse en poco tiempo. En ese momento estaba practicando cerca de los escalones con el látigo, entonces se le cayó, al mirar a Du Qi, Xiao Zhouzi lo recogió tímidamente. Él sabía que los invitados que solían acudir a la casa de Shang Xirui eran ricos y respetados, no eran personas comunes, por lo que se sintió nervioso. Cuando Du Qi lo vio, ya no se apresuró a llamar a Shang Xirui. Se desató la corbata y miró a Xiao Zhouzi con interés. —¿Eres un niño de la compañía Shuiyun? ¿Cnatante Dan? Eres muy hermoso ¿Cuánto tiempo llevas estudiando? ¿Qué obra cantaras?

Xiao Zhouzi no pudo decir ni una palabra, su rostro enrojeció. Cuando Du Qi vio la expresión de Xiao Zhouzi, su interés desapareció de inmediato. Supuso que Xiao Zhouzi tenía 13 o 14 años. A esa edad, Shang Xirui hizo su primera aparición. En el escenario, estaba sentado Zhang Dashuai con su ejército. Los soldados con un aura asesina y aspecto feroz estaban sentados en los asientos de la audiencia, era como si dispararían en cualquier momento, si el cantante se atreviera a huir. El maestro de Shang Xirui, Shang Juzhen, también parecía bastante frustrado en ese momento. Un actor tímido, cuando aparece en el escenario y ve ese tipo de público, ¡Era seguro que le temblaría la voz! Sin embargo, Shang Xirui subió al escenario con calma y sorprendió a toda la ciudad de Pingyang cantando "-Daiyin Jielie-(2)".

Xiao Zhouzi volvió a la normalidad y rápidamente caminó hacia el pasillo. Xiao Lai sirvió una taza de té de hierbas. Du Qi preguntó con una sonrisa. —¿El hermano Rui no está en casa?

Xiao Lai le sonrió de mala gana, parecía que le resultaba difícil responderle, luego miró furiosamente hacia la entrada el dormitorio que estaba bien cerrada por una cortina. Esta acción dejó a Du Qi con mucha curiosidad. —¡Hoy hace mucho calor! ¿Qué hace? ¿Esta tratando de guardar todo este calor punzante?

Du Qi se apresuró a levantar la cortina, Xiao Lai no tuvo tiempo para detenerlo, pero inesperadamente, la cortina se levantó del otro lado. Shang Xirui salió con las mejillas rojas mientras se abrochaba apresuradamente el botón de su cuello. Su Qi no dudo ni un segundo y lo abrazo felizmente mientras lo besaba sonoramente en ambas mejillas. —¡Bebé! ¡Finalmente he regresado! ¡¿Me extrañaste?! —Shang Xirui tocó el lugar donde fue besado, tomó la mano de Du Qi y dijo con alegría. —¡Du Qi, has vuelto! ¡Te extrañé! ¡Yu Qing y los demás ya están aquí! Todo lo que faltaba era tu llegada.

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